En el sur del estado Mérida, donde la cordillera se viste de exuberantes bosques y la neblina danza al compás de ancestrales tradiciones, se alza Mucuchachí como un secreto celosamente guardado.
Fundado en 1770, este encantador pueblo del municipio Arzobispo Chacón invita a un viaje sensorial a la esencia misma de Los Andes venezolanos, donde cada rincón y cada rostro narran una historia viva.
Las casas de tejas rojizas y enormes puertas, testigos silenciosos del paso del tiempo, configuran un paisaje donde el legado perdura en cada detalle. Las familias, herederas de apellidos arraigados a esta tierra, custodian con orgullo las tradiciones que definen su identidad: desde las labores del campo y la cría de ganado vacuno hasta la elaboración artesanal del exquisito queso ahumado, pasando por las leyendas que cobran vida al calor del fogón.
Dominando la plaza central, la imponente iglesia de San José, un centinela de piedra y fe, marca el pulso de la comunidad. Sus campanas, con su resonar característico, no solo convocan a la liturgia, sino que también simbolizan la resistencia de un pueblo que se niega a ser olvidado.
Aventurarse por los senderos que circundan Mucuchachí es una experiencia que deleita los sentidos:
* Un lienzo montañoso: La mirada se pierde en la inmensidad de las montañas, un espectáculo natural que evoca la paleta de un artista, mientras el aire se llena del melodioso canto de numerosas y diversas aves.
* Aromas que evocan hogar: El perfume embriagador de la tierra húmeda tras la lluvia se entrelaza con el humo hogareño, creando una atmósfera cálida y acogedora.
* El sabor de lo auténtico: El paladar se complace con la sencillez y el sabor genuino de las arepas y el pan criollo, los aguacates frescos, la variedad de dulces tradicionales, el vigorizante miche andino, cacao dulce y el aromático café cultivado con esmero por manos expertas.
Todo el sur de Mérida despliega un abanico de maravillas por descubrir, y Mucuchachí late como el corazón del sur merideño, irradiando la belleza de sus paisajes y la riqueza de su cultura.
Esta región se engalana durante las fiestas patronales en honor a la Virgen del Pilar, una vibrante celebración donde el folclore se manifiesta en las emocionantes jornadas de toros coleados, la alegría del baile y la profunda devoción religiosa.
La gente de Mucuchachí, trabajadora y creativa, lleva consigo la impronta de su herencia campesina y una notable resiliencia que los impulsa a destacar en cualquier contexto, ya sea en los llanos, las grandes ciudades, las universidades o integrados en la diáspora venezolana. Son herederos dignos de la fortaleza y el espíritu de superación que caracteriza a su pueblo.
En Mucuchachí, el tiempo transcurre sin prisas, marcado por el suave murmullo del viento entre los árboles, el sinuoso discurrir del río y sus quebradas, y la certeza de que en este pueblo y sus aldeas, el pasado y el presente convergen armoniosamente, mirando con esperanza hacia un futuro prometedor.
Por Julio Alexander Parra Maldonado.
20-04-2025