Las muertes de madres, niños, neonatos a la espera de un examen médico o la realización de una intervención quirúrgica, que se retrasa por el simple pero significativo hecho de la ausencia de algo tan básico como agua, terminó con la vida de una joven madre de 14 años de edad en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Los Andes en la madrugada del sábado 27 de agosto a pesar de los esfuerzos de los médicos de guardia y familiares.
La doctora Soreliz Césari, pediatra intensivista adjunto a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Los Andes denunció que “una paciente de 14 años de edad de la cual se reserva su identidad por razones de Ley procedente de Santa Bárbara del Zulia, es ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos en puerperio inmediato en estado de shock, quien a pesar de los esfuerzos hechos por los médicos fallece por complicaciones relacionadas a su estado que no se pudieron resolver por no contar con hemodiálisis”.
“La niña ingresó a la UCI en muy malas condiciones generales con signos de shock secundarios a patología relacionada con el embarazo y parto, presentando insuficiencia renal aguda entre otras complicaciones; se implementa la terapéutica necesaria y se estabiliza a pesar de presentar en dos oportunidades parada cardíaca, se determina la necesidad de realizar hemodiálisis de emergencia para poder hacer lo que sus riñones no estaban haciendo. Se logra inclusive el cupo en la Unidad de Diálisis para practicar el procedimiento que le correspondía sin embargo al tratar de trasladarse a la Unidad de Hemodiálisis se informa que la misma no se realizaría ya que la máquina de diálisis no se podía utilizar pues había un desperfecto con el suministro de agua para la misma, además de que las maquinas de diálisis se “tenían que apagar” luego de las 10:30 pm y se pospone dicho procedimiento para las 5 am, pero la paciente fallece antes de esta hora pues su necesidad de hemodiálisis era urgente”, relató.
Añadió que “esta situación se presentó aproximadamente a las 8:30 de la noche del pasado viernes 26 de agosto la menor estaba con muchísimo soporte de tecnología que se brinda en la UCI como ventilación mecánica, uso de medicamentos para mantener presión arterial entre otros, pero a pesar de ello como no se pudo realizar la medida terapéutica salvadora en la paciente que era la hemodiálisis, la menor falleció en horas de la madrugada”.
Expresó que “las autoridades dicen que no existen muertes maternas, ayer ocurrió una que si se quiere es injustificada porque las máquinas de diálisis las tiene el Hospital, los profesionales estuvimos trabajando intensamente con dicha paciente para sacarla de su estado crítico y no es posible que porque no había agua esa niña haya fallecido”.
Recordó que es una niña que fallece, un recién nacido que queda huérfano y una familia que gastó recursos que no tenían y es una situación que no debe repetirse.
Denunció además que los laboratorios del hospital no cuentan con reactivos básicos como urea, tiempos de coagulación, creatinina, pruebas hepáticas entre otros…, “rutinariamente no hay material para laboratorios básicos (un laboratorio privado exoneró los exámenes para dicha paciente al enterarse de su estado de gravedad….), los médicos residentes de pediatría incluso han reportado que tienen que atender partos sin algo tan básico como los guantes, porque sencillamente las áreas no están dotadas con insumos y recursos tan necesarios y elementales”.
Exhortó a las autoridades, señalando que esto no es una situación política, sino de humanidad, además de decencia, donde se debe reconocer la verdad y la mentira. “Esto no es una pelea entre médicos y políticos, tampoco entre quien sabe más y quien sabe menos; debe ser una batalla de todos juntos por sacar adelante a una comunidad que merece ser atendida con eficacia, respeto y prontitud”.