La encuesta de coyuntura industrial del primer trimestre evidencia una caída significativa en los principales indicadores del sector manufacturero: producción, ventas, empleo y situación de la empresa, como consecuencia de los controles de precio, de cambio, estatización de empresas y mayor intervencionismo del Estado
El sector industrial venezolano considera positivo que el gobierno haya abierto un camino hacia el diálogo, a través de las mesas técnicas de trabajo, con la finalidad de buscar soluciones a los problemas que actualmente sufre el país como son una elevada inflación y acentuada escasez de productos básicos.
No obstante, aun cuando esta apertura es un buen signo para la economía, se cree que en estos momentos apenas estamos en una primera etapa del proceso destinado a reactivar la producción industrial, pues aun hay pocos resultados concretos de estas reuniones que se han venido realizando con diferentes sectores de la actividad económica.
Para la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) está claro que para dar solución a la crisis económica que vive el país y afecta significativamente a la población, es imperativo que se defina un modelo de desarrollo donde se garantice el respeto a la propiedad privada, donde los tribunales laborales den un trato justo y equitativo a empleadores y trabajadores según lo establecido en las leyes y de esta manera, se propicie la inversión tanto nacional como extranjera, se garantice el acceso a las divisas y precios justos para los bienes y servicios.
Solo así se podrá retomar la senda del crecimiento de la producción y el surgimiento de nuevas empresas que permitan satisfacer las necesidades de la población en las mejores condiciones de oportunidad, calidad y precio. De lo contrario, si se insiste en aplicar medidas orientadas a paliar la situación en el corto plazo, veremos cómo los problemas de escasez e inflación se seguirán repitiendo una y otra vez.
Desde hace meses, Conindustria ha venido alertando sobre una posible crisis de escasez y alza en los precios de bienes y servicios debido al retraso de hasta 200 días en la liquidación de divisas por parte del sector oficial, así como por la demora en la obtención de permisos tales como Solvencia Laboral, Certificado de No Producción, guías de movilización, y otros obstáculos que estaban afectando la actividad productiva manufacturera en el país.
Lamentablemente, no se aplicaron los correctivos a tiempo y es por ello que ahora las empresas y, principalmente los consumidores, están sufriendo las consecuencias. De hecho, los resultados de la encuesta de coyuntura industrial correspondiente al primer trimestre del presente año son reveladores. En ese sentido se observa que las cuatro principales variables: situación de la empresa, ventas, producción y empleo se encuentran en su nivel más bajo desde el año 2008.
En cuanto a situación de la empresa, la mayoría de los encuestados señala que es regular; mientras que los niveles de producción, ventas y empleo son calificados como malos.
Con respecto al nivel de inventarios, entre el 60% y el 70% de los empresarios encuestados de los diferentes sectores aseguran que disminuyó.
Al observar la producción, 55% de las industrias del sector alimentos y bebidas dice que disminuyó y sólo 30% habla de aumento; en químicos, 60% reportan disminución de la producción y solo 30% asegura haber incrementado sus niveles de actividad; aproximadamente 62% de las empresas productoras de papel y cartón redujeron su actividad mientras que solo 28% crecieron. En madera y muebles y textiles, confección y calzado más del 65% de las empresas advirtieron que la producción cayó y en metálicas básicas, la situación se hizo crítica para 80% de los que respondieron la encuesta. Es por esta razón, que el porcentaje de capacidad utilizada cayó del 59,5% promedio en el cuarto trimestre de 2012 a 52,82% en el primer lapso del presente año.
En cuanto a los factores que impiden el aumento de la producción, la incertidumbre política se mantiene en el primer lugar; mientras que 80% de las respuestas apuntan a que la falta de divisas y de materias primas, se mantienen como el segundo factor en importancia, seguidas por el racionamiento eléctrico y los controles de precios.
Esta disminución evidente de la actividad del sector manufacturero nacional solo podrá ser revertida en la medida que se produzca un cambio sustantivo en el modelo de desarrollo, apuntalado en leyes que protejan a la inversión, garanticen la propiedad privada y fomenten la producción.
CONINDUSTRIA