Por: Antonio José Monagas…
La universidad ha concienciado la necesidad de situarse en la línea de vanguardia respecto de la discusión que viene mundialmente dándose a favor de los Derechos Humanos.
Cuando se debate la transformación de la sociedad, las universidades juegan un papel imponderable.
Según el artículo 2º de la Ley de Universidades, 1970, a la Universidad le “(…) corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales”. No obstante, las realidades que suscribe tan trascendente orientación, distan de la posibilidad de cumplir exactamente dicho precepto.
Razones que agravan el problema
En principio, podría explicarse que el problema analizado se agrava porque las opiniones universitarias son casi siempre desatendidas por las instituciones públicas. Generalmente, por causas que sólo encuentran explicación en la forma de cómo se encubre, promociona y se practica el poder político. Particularmente, cuando se tocan hechos relacionados con los derechos universales y fundamentales del Hombre. Es ahí cuando las respuestas académicas chocan con las líneas trazadas por agencias gubernamentales transformándose las realidades en detrimento de colectivos y personas sumidas en agudas dificultades políticas, económicas, sociales y culturales. Problemas estos que, quizás, califican como violaciones de sus derechos, garantías y libertades.
Las universidades venezolanas, consideraron la importancia del tema de los Derechos Humanos, desde que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948, aprobara el texto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Con ello se ha buscado alcanzar un consenso alrededor del significado de la dignidad individual, y de los límites que el poder estatal detenta en aras de sus procederes.
¿Cómo actúa el poder político?
No obstante, la dinámica del poder, equivocadamente entendido y peor ejercido en los más recientes tiempos, ha permitido el asomo de condiciones político–gubernamentales que poco han considerado la democracia, el Estado de Derecho y las libertades esenciales. Bajo simplificadas expresiones de libertad y de respeto en medio de procedimientos democráticos, se ha extraviado la razón de la ley.
Se han condicionado las libertades individuales de poblaciones y colectivos enteros. Se ha extremado el acoso contra quienes disienten del sistema político seguido. Ello ha ido en detrimento de importantes libertades que han enmarañado el ejercicio de la política. Y, en consecuencia, de derechos fundamentales del Hombre.
La respuesta universitaria
Actualmente, la investigación y la docencia universitaria han concienciado la necesidad de situarse en la línea de vanguardia respecto de la discusión que viene mundialmente dándose a favor de los Derechos Humanos. Sin embargo, sigue viéndose una distancia entre el discurso y la praxis toda vez que el asedio gubernamental gravita sobre la funcionalidad de las universidades. Especialmente de las llamadas “autónomas”. En particular, cuando éstas se plantean objetivos relacionados con la consolidación de una democracia plural y participativa como motor del desarrollo y de la paz nacional.
En conclusión
A pesar de las dificultades por las que atraviesan las universidades, deberá comprenderse que la superación de los problemas que atosigan cualquier realidad, fundamentalmente aquellos asociados al menoscabo de los Derechos Humanos, pasa por el afianzamiento de las instituciones de educación superior.
Particularmente, las universidades preocupadas por actuar como factores del desarrollo nacional. Habida cuenta que son instituciones productoras y transformadoras del conocimiento científico, humanístico, social, artístico y tecnológico.
De esa manera, estaría estimulando la preocupación que actualmente envuelve el discurrir de las universidades. Puesto que, en caso contrario, estarían resquebrajándose. Así que no hay de otra. Debe destacarse y exaltar la relación entre Universidad y Derechos Humanos lo que bien constituye una inexorable manifestación de la importancia que podría enarbolarse con cada respuesta pronunciada sobre los derechos humanos en la visión universitaria.
“Cada vez que luce reivindicada la autonomía universitaria, en esa medida, misma se enaltece la conciencia académica toda vez que se torna en defensora de los derechos humanos”
AJMonagas
25-05-2025
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