De día sus aguas, apacibles o violentas, son azules, verdosas y hasta grises. Pero de noche todo cambia. Aguas que brillan, a veces se tornan fluorescentes debido a organismos planctónicos y extrañas criaturas emergen. Fenómenos naturales que pocas personas pueden apreciar.
Esas diminutas criaturas, los “dinoflagelados”, emiten una luz azulada cuando son molestados, ya sea por un bote, corrientes súbitas o peces intrusos. Un fenómeno de la naturaleza y sus profundos secretos. Pero son una fuente común de bio-luminiscencia oceánica, según corrobora en sus investigaciones el doctor Matt Davis, profesor de Biología en la Universidad St. Cloud de Estados Unidos.
Los podemos recordar del film “Una aventura extraordinaria”, donde un joven indio naufraga en el Océano Pacífico en un bote con un tigre de Bengala, y observan las aguas iluminadas por estos seres, bacterias luminiscentes microscópicas.
Especialmente proliferan cerca de Puerto Rico y Jamaica, pero también en muchos sitios donde exista concentración de los “dinoflagelados”. A veces conforman una especie de mareas rojas.
Algo más extraño aun es el llamado “Milky Seas”, o Mares de Leche, cuyas aguas son llevadas por eternas corrientes más allá de lo que los ojos puedan ver. Este extraño fenómeno fue visto la última vez hace un siglo, en 1915, alrededor del Océano Indico y cerca de Java en Indonesia.
En 2005, investigadores que analizaban imágenes capturadas por satélites se asombraron al comprobar que estos mares lechosos se podían divisar desde el espacio. También existen peces que emiten luz como linternas en las noches, al tener unos elementos bajo los ojos que permiten girar los mismos para iluminar a su alrededor. Eso les sirve como camuflaje y en defensa de predadores como peces espada y tiburones y demás “monstruos” marinos.
La luna ilumina las aguas del mar y los enamorados suspiran, pero las aguas nocturnas contienen vidas misteriosas.
Valentín Ladra