***Para el máximo gremio empresarial del sector terciario, el diferimiento permanente de respuestas a dicha prioridad social, provoca mayor incertidumbre entre los consumidores, convertidos actualmente en los verdaderos castigados de una actividad económica que no reacciona adecuadamente.
El pleno abastecimiento de bienes de consumo masivo en el país es un reto para el Gobierno, para los trabajadores y los empresarios, y esas tres partes, definitivamente, tienen que aportar lo necesario y suficiente para evitar nuevos diferimientos en las oportunas respuestas a dicha prioridad social.
Para el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (CONSECOMERCIO), los reportes diarios que ha estado recibiendo de sus cámaras afiliadas en todo el país, acerca de las limitaciones a las que se están enfrentando los comerciantes para satisfacer la demanda de alimentos y artículos de higiene personal y familiar, sujetos a controles de precios, obliga sin diferimientos a llamar la atención sobre el caso.
Pero, además, a ofrecer su voluntad y disposición a contribuir con la implementación de las acciones a que sean necesarias, para que la situación no se siga complicando, por la escasez de otros artículos de libre producción y expendio.
El comercio es el último eslabón de la cadena productiva y, en consecuencia, le corresponde ofrecer respuestas reales a un consumidor que necesita satisfacer necesidades, muchas de las cuales son atendidas después de dedicar horas de su tiempo útil de trabajo o descanso, a hacer vigilias y colas frente a los puntos de venta, o acudiendo al comercio informal. Y eso no debe continuar sucediendo.
De igual manera, CONSECOMERCIO estima necesario que las autoridades responsables de atender los requerimientos de divisas de productores, procesadores y comerciantes, satisfagan tales necesidades con prontitud y la celeridad que ahora obliga un mercado sometido a un año de espera de atención. La reedición de casos como los que se han estado presentando con el comercio del Puerto Libre de Nueva Esparta y de Paraguaná en el estado Falcón, y los importadores de autopartes y equipos médicos, sólo tienden a agudizar los problemas de abastecimiento.
El máximo organismo gremial de los comerciantes y dispensadores de servicios, considera que la insuficiencia de divisas, la lentitud de las respuestas gubernamentales ante la demanda del resto del comercio organizado, además de la situación de anarquía laboral que se ha estado presentando en los sectores primarios y procesador, ha creado un escenario que compromete toda posibilidad de atención organizada y eficiente ante ese reto que significa garantizar el abastecimiento. Tanto se necesita de divisas para producir, importar y comercializar, como de una acción inmediata del Ministerio del Trabajo que permita rescatar la producción y la productividad.
CONSECOMERCIO considera positivo que el Gobierno Nacional haya dispuesto exonerar hasta finales de 2015, el pago de Impuesto Sobre La Renta de los productores primarios del país, porque pudiera convertirse en un aliento productivo interno y con posibilidades de incursionar en la exportación de ciertos excedentes. Pero no debe olvidarse que a esos tratamientos preferenciales en materia tributaria, deben añadirse revisiones de precios de alimentos controlados, suministros oportunos de insumos, materias primas, fertilizantes y maquinarias, y garantía jurídica ante riesgos de invasiones y expropiaciones.
Definitivamente, el abastecimiento pleno de alimentos y de otros bienes de consumo masivo, cuya escasez está incidiendo en el desmejoramiento en la calidad de vida de los consumidores venezolanos, es un reto y tiene que ser asumido como tal. Y corresponde a los agentes económicos responsables de subsanarlo a plenitud, a los hacedores de políticas publicas, una dedicación integral, consensuada y asumiendo que aquello que no se atienda hoy, será más difícil de superar a mediano plazo, si persiste la ausencia de condiciones para que esa situación se revierta definitivamente.
Especial/Caracas