Por la calle real: El mensaje constituyente del domingo 20 de mayo

Por: Fortunato González Cruz…

El cálculo político de los asesores cubanos de Maduro y su combo falló. Antes de relegitimarse, el  resultado fue por el contrario una espectacular repulsa al gobierno, que carece de bases populares de sustentación. No pudo el chantaje que jamás ha sido tan notorio y desvergonzado con la compra de votos a boca de urna ante la prensa nacional e internacional.

Al quedar al desnudo ante los venezolanos y el mundo, el gobierno se hunde más en el descrédito y arrastra tras de sí a los restos de unos partidos que como COPEI, perdió la brújula hace años y será difícil su recuperación si no hace el intento de recoger sus oportunismos y buscar en los fondos de su historia algún resto de dignidad, que los encontrará en la gente humilde que le queda diseminada en todo el país, en particular en Los Andes, y si bebe en las nuevas fuentes del pensamiento cristiano, en particular en Francisco.

La tragedia sigue y el naufragio del socialismo del siglo XXI se lleva al país, destrozada su economía, saqueados sus recursos y un pueblo desesperado que ya no sabe qué hacer para subsistir en medio de tanta calamidad.

Es difícil explicar ni comprender lo que nos pasa, mucho más cómo hay tanta indolencia en los gobernantes que no toman las decisiones para detener el desastre y enderecen el rumbo perdido.  Ninguna teoría política, ni razonamiento lógico, ni especulación teórica es útil en el análisis de semejante debacle. Pareciera que la repulsa global propinada por el pueblo el domingo no la comprenden, que esa acción patriótica de los  venezolanos los aplastó de manera vergonzosa y expuso ante la comunidad internacional como el más grande fracaso político de este comienzo de siglo.

El domingo 20 el pueblo habló y su voz debe ser escuchada. Es imperativo volver a la institucionalidad constitucional y terminar con este macabro experimento. Los venezolanos no tenemos por qué soportar tanta amargura.