Este domingo se realizó la celebración del Domingo de Ramos, ceremonia presidida por Mons. Helizandro Terán Arzobispo Metropolitano de Mérida.
En la Iglesia Nuestra Señora del Carmen se hizo la bendición de los Ramos y posteriormente, obispo, sacerdotes, seminaristas, religiosas y el pueblo católico marcharon con sus palmas hasta la Catedral de Mérida para la Santa Eucaristía.
Con una interrogante comenzó la homilía Mons. Terán ¿Por qué matan a Jesús? “El evangelio de Jesús trae una palabra de salvación y liberación para aquellos que están oprimidos por el pecado y por el orden establecido”.
“Los escribas y los fariseos viendo cómo obraba Jesús grandes prodigios, inclusive el día sábado, y viendo que la gente comenzaba a creer en Él, entonces decidieron matar a Jesús”.
“El orden establecido no quiso escuchar a Jesús, el poder religioso del momento no quiso recoger la Buena Nueva salvadora, tampoco la estructura política quiso aceptar la prédica de Jesús”.
“Cuántos hombre y mujeres, en tiempos de Jesús, no vivían la opresión de un régimen social y político que les exigía pagar y pagar impuestos, muchas veces hasta con la vida”.
Las acciones de Jesús dejan sin palabras al orden religioso del momento y ponen de manifiesto que el Padre Dios está de parte de su hijo y no de una estructura religiosa que oprime al pueblo.
“Que el Padre quiere el bienestar y la vida de todos sus hijos y no que vivan sometidos al yugo de una ley, a la presión de normas y costumbres que lo que hacían era practicar una religiosidad vacía”.
Continuando con su homilía, el Arzobispo expresó con vehemencia “El rito solo no salva, salva es el espíritu de Dios que nos da vida. El rito es solamente mediación para que podamos aceptar y acoger esa Buena Nueva liberadora y salvadora del Señor, por eso a Jesús no lo quieren, por eso Jesús estorba”.
“El Evangelio de Jesús sigue siendo hoy motivo de escándalo para muchos que ostentan el poder, Jesús hoy nos sigue recordando su Evangelio de Vida, Jesús hoy nos sigue diciendo que si queremos seguir siendo hijos del Padre Nuestro que está en el cielo tenemos que vivir conforme a los valores del Evangelio, tenemos que edificar nuestra vida sobre el amor, la fraternidad, la justicia, la verdad y la igualdad”.
“Jesús en el Evangelio nos sigue pidiendo hoy que dejemos la seguridad de una religiosidad montada solamente en tradiciones, como puede ser inclusive la Semana Santa, que fundamentemos nuestra vida en Él y en su Evangelio como roca viva y auténtica”.
“Esa es la exigencia que Jesús nos hace hoy y el mundo sigue despreciando el Evangelio de Jesús, Jesús sigue siendo perseguido y crucificado en todos los hombres y mujeres que siguen enfrentándose al mundo desde la Palabra y el Evangelio Salvador”
En relación a las Palmas del Domingo de Ramos, dijo el Arzobispo, “Por eso, esa palma bendita no es un adorno, ni un objeto mágico para espantar espíritus o para traer buena suerte. La Palma Bendita no es algo que cae del cielo y va a producir milagros, esa Palma es un hermoso sacramental que nos recuerda la fe en Cristo Jesús”.
“El sentido que tiene la Palma Bendita es que nosotros estemos dispuestos a vivir conforme al Evangelio de Jesús y si es posible, dar nuestra vida como el Señor. La Palma Bendita nos recuerda que Jesús dio su vida por mantenerse fiel a la voluntad del Padre, seamos también nosotros fieles a Cristo y al Evangelio de Jesús porque al Evangelio de Jesús no lo ata ninguna ideología, venga de donde venga”.
“El Evangelio de Jesús no está hipotecado a ninguna ideología, partido, sistema económico o político. El espíritu que hace que la palabra sea siempre viva entre nosotros, es lo que nos permite experimentar el Evangelio como algo liberador en nuestra vida y sociedad”.
Terminó la Homilía del Domingo de Ramos, Mons. Helizandro Terán, con la expresión ¡Que Viva Cristo Rey!
Freddy Criollo Villalobos- Oficina de Prensa Arquidiócesis de Mérida
Fotos: Leo León- @leoperiodista
Ver Homilía de Mons Helizandro Terán
https://www.youtube.com/watch?v=zYu_o245Tw4
02/04/23
