El humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado Quino (Mendoza, Argentina 1932), creador de Mafalda, ha sido galardonado este miércoles 21 de Mayo con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014.
Este galardón le llega el mismo año en que se celebra el 50 aniversario de la creación de este popular cómic, que ha sido traducido a más de 30 idiomas y llevado al cine y la televisión.
Su candidatura, propuesta por el catedrático de Geografía y demógrafo Rafael Puyol, ya había despertado la simpatía de muchos de los 18 miembros del jurado antes de que ayer iniciasen en Oviedo las deliberaciones, bajo la presidencia del director del Instituto Cervantes, Víctor de la Concha.
Hijo de andaluces emigrados a Argentina en 1919, Quino adoptó la nacionalidad española en 1990 y alterna su residencia entre Madrid y Buenos Aires.
Reconocido como uno de los más destacados humoristas gráficos internacionales, Quino alcanzó la fama con las tiras de Mafalda, un personaje nacido para una campaña publicitaria frustrada que empezó a publicarse en 1964 en el semanario Primera Plana, de la capital argentina.
En esa serie, Quino reflejó el mundo de los adultos visto desde los ojos de un grupo de niños en el que la protagonista era una niña preguntona, inteligente, irónica, inconformista, preocupada por la paz y los derechos humanos, que odia la sopa y ama a los Beatles.
Las historias de este personaje contestatario, que llegó a Europa en 1969 de la mano del Premio Príncipe de Asturias Umberto Eco, que la definió como una «heroína iracunda», se han publicado en diarios y revistas de todo el mundo.
En 1973, Quino dejó de dibujarla, aunque el interés por Mafalda ha seguido vigente hasta la actualidad, con sus libros reimprimiéndose y adaptándose a las nuevas tecnologías, disponibles en formato digital.
Tras esa etapa, Quino se entregó a un humor más ácido y negro, destinado en mayor medida a un público adulto y que ha ido recopilando en su colección de libros de humor.
Entre los más recientes se encuentran ¡Qué presente impresentable! (2005), La aventura de comer (2007) y ¿Quién anda ahí? (2013).
La candidatura de Quino se impuso en las últimas votaciones del jurado al periodista mexicano Jacobo Zabludovsky, al filósofo Emilio Lledó, la periodista congoleña Caddy Adzuba y el biólogo español afincado en Estados Unidos Francisco José Ayala.
El galardón de Comunicación y Humanidades, al que este año optaban veintiuna candidaturas, ha sido concedido, entre otros, a Annie Leibovitz, Shigeru Miyamoto, The Royal Society, los diarios El País, El Espectador y El Tiempo, Luis María Anson, la Agencia Efe, Václav Havel, la CNN, Umberto Eco, George Steiner, Hans Magnus Enzensberger y Ryszard Kapuscinski.
El premio está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, 50.000 euros en metálico, un diploma y una insignia.
En esta XXXIV edición de los galardones se han fallado ya los premios de Artes, otorgado al arquitecto estadounidense Frank Gehry, y el de Ciencias Sociales, que recayó la semana pasada en el hispanista francés Joseph Pérez.
La reflexión sociopolítica desde el humor
Heredero, según dice, del carácter trágico y el humor negro de Andalucía, de donde procedían sus padres, Quino nació en Mendoza, en el oeste de Argentina, el 17 de julio de 1932, año en el que sus padres llegaron al país.
En 1945, tras la muerte de su madre comenzó a estudiar dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza pero cuatro años después los abandonó al decantarse por el mundo gráfico y la historieta con el nombre de Quino, como le llamaban de pequeño para distinguirlo de su tío, el ilustrador Joaquín, quien despertó su vocación de dibujante.
En 1954 se trasladó a Buenos Aires, donde consiguió publicar su primera página de humor gráfico en el semanario Esto es. A partir de 1957 publicó regularmente en medios como Rico Tipo, Dr. Merengue o Tía Vicenta y también en ilustraciones de campañas publicitarias.
En 1962 hizo su primera exposición en Buenos Aires y en 1963 publicó su primer libro de humor, Mundo Quino, una recopilación de sus dibujos.
Mafalda apareció por primera vez en Gregorio, el suplemento de humor de la revista Leoplán el 29 de septiembre de 1964, y pasó a publicarse regularmente en el semanal Primera Plana, de Buenos Aires.
La niña rebelde que se ha convertido en uno de los mayores iconos de la cultura popular nació de un encargo para una compañía de electrodomésticos quería un personaje que comenzara con «M», la inicial de Mansfield, que no llegó nunca a publicarse porque la firma fracasó.
Sin embargo, Mafalda fue creciendo y reflejando el mundo que le rodeaba en los años 60, las inquietudes sociales y políticas de una familia de clase media argentina, tan comunes a tantas sociedades: la injusticia, la guerra, el racismo…
Sus amigos, el materialista Manolito; el soñador Felipe; la chismosa Susanita; el inocente Miguelito; el tierno Guille, y la izquierdista Libertad, ayudaron al componer un mosaico social que trascendió fronteras, pues las tiras fueron traducidas a 30 idiomas y llevadas al cine y la televisión.
A Quino siempre le ha admirado que la gente le agradezca cómo sus historietas les abrieron «la cabeza y el pensamiento», porque asegura que él nunca fue muy consciente del alcance de su labor.
«Yo hacía mi trabajo y nada más», señala el dibujante, que se leía cada mañana «tres o cuatro periódicos» para inspirarse y que apunta como único mérito el tener «una especie de antenita» para saber captar el ambiente.
La tira con las aventuras de Mafalda pronto alcanzó el éxito y en marzo de 1965 comenzó a publicarse en el diario El Mundo, en el que siguió apareciendo hasta el cierre de esa publicación, en diciembre de 1967; Mafalda y sus aventuras continuaron en el semanario Siete días.
En 1969 se publicó el primer libro de Mafalda fuera de Argentina («Mafalda la contestataria») en Italia; en 1970 llegó a España, donde la censura franquista obligó a los editores a ponerle una franja en la tapa con la leyenda «para adultos».
En 1972 Quino publicó su segundo libro de humor gráfico titulado «A mí no me grite» y en 1973, el tercero: «Yo que usted».
Ese mismo año, Quino decidió dejar de dibujar Mafalda, si bien recuperó el personaje en varias ocasiones por causas benéficas.
En 1976 Quino se trasladó a Milán y tres años más tarde dejó Siete días para publicar en el diario Clarín.
Galardonado con el título de dibujante del Año 1983 en Argentina, en esas fechas vio la luz su compendio «Ni arte ni parte» y en 1987 «Si, cariño…».
En 1989, para celebrar los 25 años de la publicación de la primera tira de Mafalda, se organizó la exposición «Mafalda Inédita» y tres años después, Madrid acogió una gran muestra titulada «El Mundo de Mafalda», y en 1999 vio la luz «¡Qué mala es la gente!».
Quino, galardonado hoy con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, ha recibido infinidad de galardones a lo largo de su carrera, entre ellos la Encomienda de Isabel la Católica de España y la Medalla de la Orden de la Artes y las Letras de Francia y la insignia de oficial de la Legión de Honor francesa.
«Le estamos enormemente agradecidos, por habernos hecho sonreír y reflexionar al mismo tiempo», le dijo la ministra de Cultura de Francia, Aurélie Filipetti, en diciembre de 2012, cuando le entregó la Orden de las Artes y la Letras.
En los últimos años se ha dedicado principalmente a la pintura y a gestionar la difusión de sus dibujos, ya que en 2009 anunció que dejaba de dibujar por un tiempo para evitar repetirse.
Y es que, aquéllas tiras de hace medio «todavía pueden aplicarse a cuestiones de hoy, la temática sigue muy vigente y es muy entendible», dijo en enero pasado Quino, viviendo todavía en la «sorpresa» del éxito de su trabajo. (EFE)
Disponible en: http://www.lavanguardia.com/cultura/20140521/54407145455/quino-premio-principe-de-comunicacion-y-humanidades.html
Fotografía en Godoy Cruz, Mendoza Argentina Mural homenaje a Joaquín Salvador Lavado Tejón el también conocido dibujante artista “Quino” por su cumpleaños #80. Fotografía de Iván Belmont. Studios iBmC México.