Raúl Estévez, profesor jubilado titular, de la facultad de Ciencias de la Universidad de Los Andes señaló que esta tipo de actividad sísmica, es habitual dentro del comportamiento sismológico de la región, “estos grupos de sismos concentrados en un sitio, llamados en algunos casos tormentas o enjambres sísmicos, o simples replicas, de un sismo de cierta magnitud ocurren con relativa frecuencia, en la región andina.
Estas afirmaciones fueron hechas en el programa “La ciudad en La Radio” conducido por el periodista Leonardo León afirmando que “a lo largo de los últimos 40 años hemos detectado decenas de eventos como estos, haciendo referencia en algunos casos puntuales sobre las poblaciones cerca El Vigía y Mucuchies” destacó.
Indicó que los últimos acontecimientos, “no son nada extraños y forman parte de la sismicidad en la zona”, refiriéndose a lo que pudiese suceder, considerando que la zona donde en efecto han ocurrido terremotos grandes, y seguirán ocurriendo, tomando en cuenta que hace mucho tiempo que no se presenta un terremoto importante, y el último registrado de gran magnitud fue hace 120 años en 1894.
“Cuando hay un terremoto grande, se libera gran cantidad de energía sísmica represada, y comienza un nuevo ciclo de acumulación de energía; y mientras más tiempo pasa, más se acumula”.
Enfatizó Estévez que “desde hace tiempo se ha venido advirtiendo que toda la zona de los Andes merideños, está propensa para un sismo de magnitud 6.0 a 6.5, no se considera un terremoto muy grande, pero puede ser un sismo que cause daños considerables; precisó que “serían 30 veces más dañinos que los que se han presenciado en los últimos días, y puede alcanzar daños importantes”
“Antes de un terremoto grande, ocurren una serie de fenómenos físicos que se pueden evaluar, y que se encuentran vinculados al terremoto; denominados como precursores sísmicos.”; señalando algunos ejemplos se refirió a las temperaturas de las aguas termales”.
Se debe estar preparado, haciendo referencia a las responsabilidades que tiene el Estado, quienes deben tomar medidas para evitar que estos eventos tengan un impacto demasiado grande.
Se refirió a los diferentes terremotos que han afectado al continente Americano, Haití en 2010 de magnitud 7 mató a 300.000 personas; mientras que ese mismo año en Chile, hubo un terremoto 600 veces aproximadamente mayor; y los muertos no superaron los 1000 decesos.
Destacó que “es una diferencia considerable de fallecidos a causa de estos fenómenos; esta comparación notoria entre los decesos entre un país y otro se deben a que el Estado ha asumido esa responsabilidad; y ha tomado las medidas que han venido recomendando los investigadores y científicos desde hace años».
Enfatizó que “Desde la Universidad han salido miles de proposiciones, muy concretas; y estas tendrían una incidencia social importante, y el Estado se ha hecho el sordo; o no tiene competencias para asimilar esas proposiciones; por el simple hecho de que vienen colocando en esos cargos importantes a personas en base a compromisos políticos, y no ha competencias profesionales”.
La investigación que se realiza no es extracta, lo que permite identificar la red sismológica, logrando identificar cuáles son las fallas que pueden generar terremotos importantes; teniendo la oportunidad también de investigar la calidad de los suelos donde están situadas las ciudades; llegando a generar además lo que se conoce como el escenario sísmico donde se puede evaluar cuál es el daño que puede producir un terremoto desde cada una de esas fallas, identificando también cuales son las regiones más peligrosas.
“En el caso de la ciudad de Mérida los suelos están bien estudiados, se han hecho investigaciones sobre las características de los suelos de la zona, y los peligros asociados».