Salario mínimo de pobreza extrema en Venezuela impide la adquisición de productos

Bolívares 183.048,30 es la última tasa referencial del precio del dólar publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV), lo cual hace que el salario mínimo integral equivalga al día de hoy 4,37 dólares mensuales, esta realidad conlleva a que el aproximadamente el 80% de los venezolanos no pueda comer con lo que devenga de su trabajo.
 
Es importante recordar, que según el banco mundial una persona que gane menos de $1,90 dólares diarios vive en condiciones de pobreza extrema, en este país el salario mínimo representa 0,14 centavos de dólar diarios.
 
En este sentido, en un recorrido por las principales calles y avenidas del centro de la ciudad de Mérida se evidenció que, dependiendo de la marca, la harina de maíz pre-cocido  oscila entre los 185mil bolívares y los 190mil (lo cual equivale a  $1,038 BCV), pasta y arroz por el orden de los 200 mil bolívares, jabón de baño 104mil bolívares.
 
En cuanto a las carnes, dependiendo del tipo y el  animal de procedencia estas pueden costar desde 665.000 bolívares hasta 1.200.000 bolívares.
 
Tomando en cuenta los referidos  precios, es claro que ningún ciudadano puede comprar los alimentos necesarios para subsistir ganando Bs. 800mil bolívares. Por esta razón algunas empresas privadas ya tienen tiempo pagando entre 10 y 25 dólares  al mes a sus trabajadores, cifras que tampoco sacan a los ciudadanos de los estándares de pobreza extrema, pero, en este contexto si hacen un poco más atractivas las ofertas laborales y ayudan a palear de mejor manara las necesidades alimentarias.
 
El problema no está en el precio de los productos, está en que los ingresos percibidos son iniciantes. En América Latina los sueldos  mínimos que fijan los  Estados oscilan entre los $80 y $200, incluso en Cuba con un sistema sociopolítico igual de Venezuela el salario mínimo fijado por el gobierno equivale a $20.
 
De tal manera  que, con un salario inferior a $5 la mayoría de los venezolanos que continúan viviendo en territorio nacional, hacen de tripas corazones para poder subsistir. Lo más común es recibir remesas del exterior,  entrar en el comercio informal vendiendo cualquier cosa que sea consumible, otros han encontrado  en los cripto-activos una forma de ahorrar su dinero y conseguir ganancias.
 
Muchas personas también se dedican a vender  objetos  usados propios y de otros, pero, el grueso de la población pasa hambre. 
 
Redacción CC- LP