Doña Mary caminando al medio día por el centro de la ciudad de “Los Caballeros”, respondiendo un mensaje en su celular, de repente es sorprendida por alguien que le pide su celular, atónita por la situación. Grita ¡policía, policía, me están robando!, de repente mirando a su asaltante, ve desconcertada, que él es, ¡un policía!
En el siglo 13, en la Inglaterra medieval, en1275, se le atribuye al Rey Eduardo I, el de las piernas largas, quien promulgo la primera ley para controlar lo que hoy llamarían los “Fake News”, conocida como la “Scandalum Magnatum”.
Esta ley, en una sociedad muy jerarquizada donde la nobleza gozaba de grandes privilegios y poderes muy particulares, buscaba proteger su reputación y la autoridad para mantener el orden y la estabilidad de su poder. Ya que las acusaciones, falsas o no, contra los nobles, podían derivar en conflictos y rebeliones y esta ley le daba un mecanismo para disuadir estas acciones. Al proteger la nobleza con esta ley, el Rey consolidaba su propio poder, ya que la nobleza era un pilar fundamental de su gobierno.
Esta ley otorgaba a los nobles una protección legal especial que hacía que cualquier acusación fuera considerada un delito grave. Las penas por violar esta ley eran muy duras, que incluían multas, expropiación y cárcel. Adicionalmente era aplicada de manera selectiva, discrecional y desigual. Beneficiando solamente a la nobleza y en perjuicio del resto de la sociedad.
Si tratáramos una ley de ese tipo en una democracia moderna con una constitución como la actual de Venezuela ¿qué implicaciones tendría? Al menos se puede pensar en cuatro ideas.
En primer lugar, violaría el derecho a la liberta de expresión. Que es el derecho expresar las propias opiniones, incluso las críticas. Una ley de este tipo limitaría drásticamente este derecho, creando un clima de autocensura y miedo a la represión.
En segundo lugar, generaría una desigualdad frente a la ley. Una ley que proteja especialmente a un pequeño grupo de personas, como la nobleza en el caso del Scandalum Magnatum, crearía una distinción clara entre ciudadanos de primera clase y ciudadanos de segunda clase.
En tercer lugar, produciría una corrupción y abuso del poder. Quienes tienen el poder político podían actuar arbitrariamente sin temor a tener que rendir cuentas por sus acciones. Es una ley para la impunidad.
En cuarto lugar, garantiza detener el progreso de una sociedad. Una sociedad democrática se basa en el debate y en la crítica constructiva. Limitar la capacidad de criticar a las instituciones y a las personas en el poder impediría el progreso y las reformas. Una democracia.
A Noam Chomsky (referente intelectual de la izquierda) se le atribuye la frase siguiente frase, «Si no creemos en la libertad de expresión de quien detestamos, no creemos en ella». Aunque la frase es asertiva, simpatizo más otras con las atribuidas a George Orwell “Libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír” y la remato con la otra “cuando se exige libertad de expresión y de prensa, no existe libertad” .
La aplicación de una ley como Scandalum Magnatum en una democracia moderna sería un anacronismo peligroso que amenazaría los fundamentos mismos de la democracia. Aunque muchas democracias modernas tienen leyes que protegen la reputación de las personas, pero estas leyes siempre están equilibradas con el derecho a la libertad de expresión y tienen límites muy específicos.
La libertad de expresión es un pilar fundamental de las democracias modernas, pero en la era digital, las redes sociales han transformado radicalmente la forma en que nos comunicamos y consumimos información.
Las redes sociales generan una espada de doble filo, por un lado, es un mecanismo de libertad de expresión, pero esa misma característica da pie que gobiernos y personas difundan contenido no verificado y que este se puede viralizar. Pero lo peor que se puede hacer, es tener un gobierno ideologizado, dictando lo que es verdad (léase lo que me agrada o no).
Es el control ciudadano, el de la sociedad civil, conjuntamente con un código de ética de las plataformas con mecanismos de reclamos trasparentes. Los que resultan más adecuado que el control del poder político ideológico. Que lo que es se pretende imponer en el club de los chicos malos (The Bad Guys Are Winning, Anne Applebaum.
¿Qué paso don Doña Mary? Bueno a la Doña se le estaba aplicando el decreto Núm. 235 del 01-08-2024, titulada Comisión jurídica contra el odio por la convivencia pacífica y la tolerancia. A Doña Mary se le quería ver si aun tiene el WhatsApp, con el cual le mandan el mensaje para las bolsas CLAPS y la llegada del gas comunal. Además, si tenía mensajes expresando su amor y apoyo incondicional al proceso.
Econ. Douglas Ramírez (ULA)
14-08-2024
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