Se reciclan las migajas

Por:  Germán Rodríguez Bustamante

Ante el descontento generalizado que muestra el régimen de Maduro, que de acuerdo a algunos sondeos puede estar cercano al 85 %, voceros claves de la coalición delictiva en el poder, envían mensajes para desalentar la participación, tanto en las primarias del 22 de octubre, como para el evento electoral presidencial del 2.024. Incorporan en su relato elementos que oscurecen los eventos electorales en puerta, con la finalidad de que el ciudadano los perciba como amañados, acomodados y poco confiables. La realidad es concluyente, las condiciones sociales y económicas producen circunstancias, que podrían propiciar una ruptura del sistema político imperante desde el año 1.998. Las profundas contradicciones se han hecho más visibles para todos los ciudadanos, medidas de control y represión que solamente favorecen a una elite conectada con las instancias de poder y que terminan afectando a la mayoría de los venezolanos. Es una expresión de las injusticias de un modelo económico que no resuelve los problemas de la gente.

En muchos grupos y sectores de la cúpula socialista se reconoce la existencia de una situación inusual y grave, que requiere una respuesta distinta a la que han usado, ya que los problemas se han profundizado. La gran mayoría de las encuestas aplicadas, muestran un endeble apoyo, fundamentalmente por la pésima gestión y una profunda corrupción impune. Derivado de esta realidad el régimen utilizará todos los medios y recursos a su disposición, para detener el deslave experimentado en sus filas, llegando al extremo de violentar derechos consagrados en la carta magna. Por ello apelarán a acciones desesperadas para preservar la esperanza del pueblo, en un modelo anacrónico e inviable. Ofrecen a los ciudadanos sedientos de servicios básicos y de bienes esenciales, la participación en un sarao contagioso por migajas recicladas.

Aparecieron en los últimos días bolsas CLAP, bastante disminuidas con ausencias de proteínas significativas. No importa la calidad, simplemente es la repartición de miseria, para profundizar la indigencia que padece el pueblo. Nuevamente invocan a la alforja de ilusión y fantasía con las zonas económicas especiales, ahora con un renovado nombre, la construcción de un nuevo modelo pospetrolero. Supuestamente para seguir avanzando, con mucho empeño, con mucha perseverancia, en la construcción de un nuevo modelo económico que permita integrar, perfectamente, las potencialidades económicas, productivas, tecnológicas de las distintas regiones del país, con nuevas fuentes de inversión nacionales e internacionales. Una economía en recesión es muy difícil creer que seguirá avanzando, lo único concreto es que el retroceso se muestra en cifras y no en promesas de mejora. 

Mientras en el terreno político utilizan un esquema polarizado simulado, a través de supuestos bloques separados por visiones económicas, sociales y políticas, pero que están dispuestos a convivir pacíficamente, alimentado la polarización disfrazada, con la intención de legitimar cualquier proceso. El invento hasta el momento de poco le ha servido, las primarias levantan las esperanzas del sector opositor independiente y de los descontentos internos del gobierno. El bloque representativo de la oposición en el esquema polarizado, no levanta ninguna esperanza, en consecuencia, el régimen buscara dinamitar las primarias, para evitar la legitimación de un liderazgo emergente. Este esquema diseñado por el régimen intenta la invisibilidad del ciudadano, convirtiéndolo en una pieza de un modelo perverso que sustenta la polarización.

El reciclaje de migajas procura que los venezolanos no castiguen políticamente en un proceso electoral, el descomunal desastre realizados por estos supuestos revolucionarios. Quienes con su gestión dejaron un país en la ruina total. La aceptación de la sobra no condiciona la independencia y la libertad del voto.  En definitiva, no es una generosidad o una sensibilidad extrema de un régimen genocida. Hay que votar conscientemente castigando o premiando la gestión realizada. Las cifras están a la vista: cerca de 8 millones de desplazados, investigaciones de la CPI, industria petrolera convertida en chatarra, servicios públicos en la decadencia y salarios de indigencia, son elementos suficientes para concluir con este nefasto gobierno.   

En el contexto de las primarias es necesario dar un paso al frente, para orientar las directrices estratégicas y tácticas que la eventualidad requiera, así como, instrumentar mecanismos de consenso para evitar un fraccionamiento mayor de la oposición, en estos tiempos por venir. El resultado de las primarias debe ser la construcción de una unidad que cierre filas, para enfrentar a este disminuido régimen que encabeza Maduro. Teniendo presente que los costos de salida son tan elevados por los daños ejecutados, que los obligue a atrincherarse aún más. Por ello la edificación de un acuerdo de transición es fundamental, sin impunidad y perdón total.   

La reconstrucción de Venezuela exige un sacrificio en el que debe participar la mayor cantidad de ciudadanos, sin discriminaciones de ningún tipo. De igual manera se debe liderar un movimiento de recuperación del país, partiendo de la realidad social, con propuestas claras para solventar los problemas económicos, sociales y finalmente los políticos, incorporando a las personas más capacitadas en cada área particular, sin importar su afiliación partidista y elaborar una visión de país compartida, con perspectiva de largo plazo, para romper con el modelo anacrónico, centralizado y populista.

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14-8-2023