Si de verdad las escobas volaran

Noche de brujas, Halloween. Calabazas con ojitos que iluminan, disfraces que dan miedo, juegos misteriosos, fantasmas que salen de sus tumbas y aprovechan a pasear por allí, a asustar a uno que otro transeúnte que anda callejeando por las inmediaciones de los cementerios, oscuros, silenciosos, tenebrosos. Esta es,a grandes rasgos, la imagen de las celebraciones del día 31 de noviembre en el mundo.

Reseña la revista “muy interesante”, conocida por investigar este tipo de temas “ocultos” que: “La fiesta de Halloween se ha convertido en una de las conmemoraciones más populares y difundidas del siglo XXI. Aunque la versión actual, la de los disfraces y el ‘trickortreat’, truco y trato,  proviene de Estados Unidos y que  ha sido exportada al resto del mundo en los últimos años. El origen de esta fiesta es europeo y mucho más antiguo. La celebración que hoy conocemos como Halloween es una mezcla de la fiesta pagana de Samhain y la fiesta religiosa del Día de Todos los Santos.

Durante esta noche, se creía que la puerta entre el mundo de los espíritus y el de los vivos quedaba abierta, por lo que los fantasmas de los difuntos vagaban libremente y el poder mágico de los druidas crecía debido a esta conexión con el mundo astral. Era costumbre utilizar nabos llenos de carbón ardiendo como faroles para guiar a los familiares fallecidos y asustar a los espíritus malvados. Además, los niños recogían presentes de todas las casas para ofrecérselos a los dioses y los entregaban a los druidas para que realizaran un ritual sagrado en el que, según parece, los sacrificios humanos y animales eran un elemento muy importante…” (Revista Muy Interesante N°39)

Halloween en Venezuela

Nuestro país es profundamente religioso, y Halloween como tal no es una tradición, no obstante, la” transculturización” ha hecho que algunas personas, grupos, empresa que se dedican al mundo del espectáculo, utilicen esta fecha para sus propios fines, bien sea de esparcimiento con “rumbas alusivas” o simplemente para echar bromas y hacer algo diferente.

Para averiguar acera de cómo celebramos los venezolanos esta fecha hicimos una encuesta, y he aquí las repuestas, juzguen ustedes y nos dan su opinión.

En forma Jocosa, Carmen Espinoza, emprendedora, de alta costura, y dueña de una marca de ropa íntima para damas dice: “Yo creo que en Venezuela Halloween ha sido todo el año. En realidad-explica -los fantasmas de la inflación y la escasez han rondado todos los rincones de Venezuela sin excepción. Mi empresa está a punto de quiebre, porque no puedo con los costos de los materiales. Todo se ha encarecido tanto que hacer mis prendas se está haciendo casi imposible, creo que no puedo continuar. Me gustaría ser una hechicera y lanzar un conjuro, para que todos los males que nos aquejan, se disipen. refiere con convicción.

¿Quién puede pensar en bobadas como esas, cuando en Venezuela vivimos un terror diario?, dice indignado el profesor Ricardo Osorio. Acabo de recorrer seis farmacias de Mérida, buscando una medicina para mi hijo que tiene asma, y se le complicó porque unos inconscientes quemaron basura cerca de mi casa y ese humo pestilente y dañino, le aceleró su condición. Lo que estamos soportando, es terror puro y para nada hay que sumarse a esas celebraciones absurdas, porque aquí la pesadilla es una realidad.

Lucía Mata, una joven estudiante dice “a mí sí me gusta todo esto, me encantaría disfrazarme, pero, como no hay plata para gastos innecesarios. Siempre me ha fascinado todo lo que tenga que ver con temas asombrosos. Y –pongámonos a pensar- qué maravillosos sería que de verdad las escobas, como las de las brujas pudieran volar. –se ríe- porque se acabaría el problema del transporte, además no necesitan gasolina. Cada quien tendría su escobita, y listo, a volar hasta la universidad o a cualquier parte, sin tener que pasar por las penurias para movilizarnos, termina explicando la muchacha.

Qué más tétricas que las noches de terror que las que pasamos con los apagones de luz constantes y perversos que tenemos que soportar. Como los conductores del castigo no avisan, suceden, frecuentemente, como me pasó a mí, que me estaba bañando porque ¡OH milagro!  había agua, y de repente, se fue la electricidad, se imaginará las consecuencias, explica con cierto humor, el doctor, Pedro Rodríguez   quien tuvo que terminarse de duchar a oscuras.

Lo que haya pasado en esta noche de brujas será material para su propio cuento fantástico. Si sintió o vio algo paranormal, o si por el contrario experimentó la terrorífica realidad en la que estamos sumidos. Bienvenido al misterio. Sin embargo, recuerde, que no hay nada que la luz no venza, y que la oración sentida y fervorosa, no pueda alcanzar, y mucho menos si hay amor en su corazón.¡Así que nada!  fuera el temor, arriba ese ánimo ¡

Arinda Engelke.