Simón Alberto Consalvi, hombre de Estado

***El 11 de marzo de 2013 Venezuela despedía a uno de sus más grandes personajes de la segunda mitad del siglo XX.

Se refería hace unos días el historiador Tomás Straka en el portal Prodavinci al poco ruido con el que fue despedido en el año 2001 el intelectual venezolano Arturo Uslar Pietri. No menos intencional pudiese ser la displicencia con la que los gobernantes de turno asumieron el fallecimiento de uno de los más notables hombres de letras,  prensa y política de la segunda mitad de siglo XX venezolano. Simón Alberto Consalvi Bottaro.

Hombre de profundas convicciones democráticas y de luchas tanto en la clandestinidad de la dictadura perezjimenista  como desde las más altas responsabilidades, Consalvi fue durante décadas  una voz de peso cuando se trataba de asuntos de Estado, además se servir como canal de interpretación desde el diario El Nacional y desde su cuenta de twitter para diseccionar la realidad.

Olvidan muchos pseudo revolucionarios que fue Consalvi quien con sus buenos oficios logró el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba así como también el hecho de que vivió en ese país durante un importante período. Sus habanos tampoco dejaron de acompañarle hasta el final de sus días.

La obra periodística, política y literaria de Consalvi recibirá en su momento los estudios correspondientes por parte de la crítica especializada  pero sus aportes desde el antiguo Inciba, desde la Cancillería o desde la salas de redacción de importantes publicaciones nacionales e internacionales  son parte ya del acervo cultural de la nación.

De diáfana prosa y de datos precisos, es un verdadero privilegio poderse adentrar en sus trabajos escritos. El abordaje de las relaciones de Venezuela con los Estados  Unidos de Norteamérica o los perfiles de  ex presidentes de la República son sólo un pequeña parte del producto de sus acuciosas investigaciones.

El relato de sus visitas a la National Gallery de Washington, por ejemplo, o las anotaciones que deja ver producto de su vasto conocimiento de las obras de pintores como Pedro Ángel González, Manuel Cabré, Marcos Castillo o Federico Brandt, aluden a una excelsa formación.

Consalvi fue testigo y protagonista de primera línea del período de mayor estabilidad y progreso que ha conocido el país en su historia republicana 1958-1998. Su singular capacidad para contrastar hechos ocurridos entre el siglo XIX y el siglo XX le otorgaban a sus artículos de opinión un valor excepcional.

Representante permanente de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), embajador en Yugoslavia, ministro de la Secretaría de la Presidencia y ministro de Relaciones Interiores son sólo algunos de los servicios que Simón Alberto Consalvi le brindó al país. Consalvi, nacido en Santa Cruz de Mora en 1927 también fue director de revistas como Élite, Momento y Bohemia.    

En su libro 1989 Diario de Washington página 114 dice Simón Alberto Consalvi: “Diciembre viernes 29 Vaclav Havel, Presidente de Checoslovaquia, el primer Presidente no comunista en cuarenta años. Vamos a ver que le depara el teatro de la política a este intelectual iconoclasta. Me pregunto, ¿dónde está Milan Kundera? He leído tantos periódicos y tantas revistas  sobre Checoslovaquia en estos días de 1989, pero por ninguna parte he visto el nombre de Milan Kundera. ¿Ocurrió, acaso, lo que pensó que nunca iba a ocurrir?”. 

 Luis Alberto Morales -CNP 23.806

20 de marzo de 2021