Como un abuso flagrante a la libertad de expresión y al abordaje veraz de la información, fueron las agresiones verbales y físicas que recibieron la periodista del Diario Pico Bolívar, Catarine Castro y el reportero gráfico Enrique Rivera de Frontera, cuando cubrían una denuncia de trabajadores de Pdvsa Gas en la planta de llenado, donde fueron secuestrados durante media hora, obligándolos a borrar sus fotografías, durante la mañana de este lunes
En el caso de la colega de este diario, fue agredida verbalmente en dos oportunidades por la asesora jurídica de esta empresa quien instigó al resto para arrebatarle la cámara fotográfica a fin de borrar las gráficas que se habían tomado de la fachada externa de la empresa y un grupo de trabajadores que estaban de espalda. La cámara fue devuelta cuando borraron las tomas, amenazando incluso que si querían le quitaban el celular y se lo rompía, manteniéndola en contra de su voluntad, al cerrar el portón principal hasta que el reportero no borrara sus fotos.
En medio de la discusión con el reportero gráfico uno de los trabajadores que estaba respaldando el sindicato, se le abalanzó con una piedra con intención de agredirlo, siendo detenido por otro trabajador. Rivera ante la presión de varios trabajadores que lo acorralaron, se vio obligado a borrar las fotos, para que pudieran salir, recibiendo ambos una serie de improperios verbales. Situaciones como estas atentan contra la libertad de expresión de la población merideña, en este caso vigíense, violentando el libre ejercicio periodístico que se ve cada día más vulnerado en nuestra nación.CCU
