Por: Ramsés Uribe…
Introducción al transportero. Llegó “el chatarrero”, hasta hace poco tiempo era el pregón en nuestros hermosos pueblos que se hizo extensivo a las ciudades. También es una canción popular del grupo merideño, “El Son Sureño”, en tono bastante jocoso y picante para alegrar el oído en la radio de cada día. Hoy más que nunca corretean por ahí los chatarreros en su incesante búsqueda de artefactos arrumados que se acomodan insolentes en las casas y van a parar y a afear las calles que ahora lucen desoladas por la partida migratoria de mucha gente abrumada de esta siempre maravillosa y musical tierra del Maestro José Antonio Abreu. Ahora se llaman recicladores que colaboran interesadamente en la recolección de tesoros poco estéticos pero muy apreciados en valor económico, aunque la moneda criolla esté devaluada.
Diagnóstico transportista. El estado actual del transporte es verdaderamente dramático y preocupante por su gravedad evidente en todo el país. Según el diario “El Carabobeño”, el diario del centro, del 11 de octubre de 2017, “los altos costos de mantenimiento, la disminución de importación de repuestos, una galopante inflación y la escasez de efectivo, tienen al sistema de transporte en Venezuela en jaque, mientras la población padece los efectos de esta crisis con un pasaje inestable y largos tiempos de espera para trasladarse.” Para completar el cuadro de la clínica del transporte, sigue el texto, aparte del abandono en las calles de las unidades de transporte defectuosas o inservibles y el canibalismo de piezas o repuestos, “Los venezolanos tienen que hacer largas filas para tomar un autobús que los movilice dentro de los centros urbanos por la poca oferta de unidades de transporte con las que cuentan los sistemas públicos y privados del país”. La misma fuente señala que Hugo Ocando, representante sindical de transportistas de Caracas, denuncia que 70 % del sector transporte está paralizado a nivel nacional, y solo en la Gran Caracas la cifra de unidades pasó de 18.000 a 6.000 porque están accidentados o dejaron de prestar el servicio.
Es todo un ramillete de dificultades colaterales al quiebre del transporte, que no sólo está vivito y coleando en el centro del país sino también en el interior, y que tiene su causa, de acuerdo con la misma fuente, según representantes del gremio de transportistas, la eliminación de subsidios, la ausencia de inversiones en el sector y los programas que no mantienen su funcionamiento de manera constante. Además Ocando, afirma que los choferes tienen un ingreso regulado por las tarifas fijas, mientras que sus gastos de mantenimiento varían permanentemente debido a la situación económica del país.
¿Cuál es la situación del transporte en la entidad emeritense?. ¿Es distinta a la ocurrida en los demás estados del país?. Es una pena responder que no. Se observa a simple vista que a la escasez de ciertos alimentos y medicinas, entre otras cosas, se suma notablemente la disminución de busetas en todas las líneas y rutas de trasporte urbano, la gran cantidad de usuarios y colas interminables para acceder a las pocas unidades autobuseras, buses en mal estado, léase chatarras o en vía para lograrlo, pésimo servicio por la mala atención al pasajero, la desesperación de la gente para tomar el colectivo de transporte, procesiones interminables de personas caminando hacia sus lugares de destino por la dificultad que implica trasladarse en unidades de buses, la presencia de piratas del transporte que cobran mayor cantidad que las tarifas establecidas por las autoridades municipales, irrespeto al estudiante o personas de la tercera edad que son beneficiados con un pasaje preferencial estudiantil o carnet del organismo público para los mayores, entre otras calamidades.
Cementerio de autos. El valiente youtuber de los andes venezolanos, Luis Fernando, con su canal de internet llamado, sinpuntocom, disponible: https://www.youtube.com/watch?v=vhoW6DCA7GU, nos muestra un panorama desolador y otea el destino casi inevitable del transporte con poco entusiasmo. Alcanza a vislumbrar un futuro incierto cercano no sólo provisto de vejestorios rodantes arrumados sino con la gente desplazándose en bestias tales como caballos o mulas, que tal como él lo cree, sería algo ecológico. Es surrealista vivenciar esa escena: bajar del caballo luego de un viajecito de 30 minutos del centro de la ciudad a la urbanización requerida. Los bueyes transportando verduras desde una población rural al mercado de la capital andina. Dios no permita tal vida cotidiana del mañana. Un regreso a la extinta edad media pero en pleno siglo XX.
Soluciones. Lo fundamental es un giro copernicano como explicó el gran filósofo alemán del siglo XVIII, Inmanuel Kant; extrapolando a la circunstancia en estudio, sería dar un vuelto de timón en las políticas económicas del país. Esto si está muy complicado de resolver. Lo urgente es pues, además del empleo de animales domésticos para trasladarse, como caballos, toros, vacas y bueyes, de los pocos que aún pastan por el campo, tal como lo apuntó el videonauta criollo comentado, se pueden crear o ampliar las pocas cooperativas de transporte exitosas que aún quedan en pie. Lograr asesoría de expertos en transporte público de las universidades nacionales y de alcaldías exitosas de Latinoamérica y el mundo. Solicitar financiamiento y asesoría técnica de fundaciones sin fines de lucro o entes multilaterales y entidades financieras que apoyen la solución a la problemática del transporte, entre otras posibilidades.
Ramsés Uribe, profesor Nuvm de la ULA
Correo: ramaseum@yahoo.com
Twiterr: @ramthalneo