Transportistas merideños niegan servicio a los estudiantes

Ignorados en las paradas de autobuses por las unidades de transporte público hasta por 1 hora, es lo que padecen quienes cursan estudios en la ciudad de Mérida para llegar a sus instituciones educativas de destino, causando molestias y fuertes retrasos en la movilización diaria.  

Estudiantes de las diferentes casas de estudios públicas y privadas como también uniformados de primaria y bachillerato en la ciudad de Mérida, son víctimas de esta discriminación debido a que no conforme con “no pararles”, en diversas ocasiones son maltratados o deben exponerse a ser trasladados de mala manera.

La normativa establecida desde hace 1 año en la cual se fijó la exoneración del pasaje a todos aquellos que cursan estudios en diferentes niveles, es el motivo por el cual muchos profesionales del volante pertenecientes a diferentes líneas del área metropolitana de la ciudad, opten por “subir los vidrios” cuando hasta niños con uniformes escolares en medio del inclemente sol de mediodía alzan su mano para que estos se detengan para poder embarcar a sus destinos.

La aguda crisis económica que ha encarecido y escaseado los insumos para el mantenimiento de estos vehículos es la excusa que ellos presentan ante esta actitud que muchos usuarios consideran como “hostil e intolerable”, aun cuando ellos estuvieron de acuerdo con el gobierno Nacional y las autoridades competentes en la materia en la imposición de la normativa de exoneración del pasaje estudiantil, mientras que otros aseguran que esto obedece al retardo en la cancelación de las nóminas del subsidio directo del pasaje estudiantil.

Mientras surgen culpables e inocentes, son los ciudadanos de a pie que pagan las consecuencias de esta situación porque cada vez son menos las unidades de transporte que prestan servicios a la colectividad merideña como consecuencia  a esta situación.

La calidad de vida del venezolano cada vez se encuentra en mayor detrimento, acorralando a muchos ciudadanos en sus casas no solo por la incertidumbre de saber si se regresará con vida a casa para ver a sus seres queridos sino también por el simple hecho de salir y después tener que batallar para poder regresar nuestro hogar. Emmanuel Gil – Practicante UNICA