Un gobierno paralelo

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

El 2018 culmina con resultados nefastos en lo económico, social y político es triste que los ciudadanos de una nación experimenten condiciones de exterminio, generadas por la incapacidad y la intencionalidad de una Dictadura. Las cifras hablan por sí solas: somos el país del mundo con la mayor inflación calificada como el único que sufrimos niveles de hiperinflación, somos la nación con mayores niveles de corrupción del planeta, en cifras de homicidios lastimosamente somos el país de Latinoamérica más violento, somos la nación más endeudada en relación con el tamaño de su economía y los indicadores generales desnudan una crisis humanitaria que el régimen se niega a aceptar.

En estas condiciones la legitimidad de desempeño del régimen es notoria, la gestión del gobierno ha sido un desastre absoluto, hecho que socava su ejercicio. No hay nada que rescatar, todo ha sido un fracaso, propuestas engañosas diseñadas e instrumentadas de forma desordenada, sin conocimiento pleno de la realidad que afrontamos los venezolanos.

En lo político, para perpetuarse en el poder ante la evidente ruina total del país, montan el circo de la constituyente ilegal e inconstitucional. Un supra poder, el cual determina el curso de la nación, totalmente desorientada, un poco más de 500 supuestos diputados que adornan el escenario, pero que en definitiva son una elite reducida a 10, quienes toman las decisiones, a pesar de que las mismas no tengan ninguna utilidad. El supra poder instaura cepos y candados a la actuación de toda la sociedad, para mantener al poder ejecutivo protegido de las inclemencias sociales presentes, que producen reclamos generalizados. La represión se acelera llegando a niveles inimaginables. En ese marco se adelantó las elecciones presidenciales, participando una pequeña porción de la población, en la cual el Dictador indudablemente resulto ganador. El 2019 inicia con el dilema de la juramentación de un presidente electo, en un proceso desconocido por la mayoría de los países. Obviamente por la inconstitucionalidad del proceso, el vacío de poder se produce por la ausencia de un gobernante electo de acuerdo a los requisitos establecidos en la Constitución. Por supuesto, con este régimen una cosa es lo que dice el texto, y otra cosa distinta es lo que la sociedad pueda hacer para que se cumpla el mandato. Es más que evidente el deterioro de la figura del poder, como  consecuencia de su inhabilidad de gestión; de igual manera es notorio la existencia de una mayoría contraria al poder, aunque desordenada y la fragilidad de la coalición dominante es clara. Estas condiciones están presentes e impulsan la actuación de la Asamblea Nacional, para asumir con entereza las decisiones que les corresponde por Ley, en esta hora menguada de la Patria.     

La intervención extranjera derivada de la designación de un gobierno paralelo por la AN, es una entelequia elaborada en los laboratorios de la maldad del régimen para evitar su caída. Maduro avalado por su corte constituyente intentará juramentarse el 10 de enero o antes, en la ANC o en TSJ, lo cierto es que muchos países del hemisferio adelantaron opinión, acerca del desconocimiento de su mandato. En este contexto internacional, no creo que Maduro sea capaz de manejar la crisis presente en el marco del problema financiero que atraviesa el país y la caída de la producción petrolera.

La Asamblea Nacional único poder emanado de voto popular en este momento, debe tomar las decisiones que les corresponde y asumir las consecuencias de las mismas. Es un clamor nacional la sustitución urgente de este gobierno, las condiciones están dadas, obviamente es lógico esperar una arremetida feroz del régimen en contra, sin embargo solo el pueblo salva al pueblo. Los venezolanos en su totalidad sin discriminaciones, debemos apoyar las decisiones que con toda seguridad tomará la AN, para recuperar el sendero de desarrollo y prosperidad anhelado por todos. Riesgos existirán, pero llego la hora de la recuperación de la credibilidad de la clase política, el escenario está montado y esperamos ansiosos por las decisiones que logren propiciar un encuentro superior de todos los ciudadanos.

En este marco la posibilidad de un gobierno de transición parece necesaria, debe elaborarse un acuerdo político en la AN que permita el restablecimiento pleno de las instituciones democráticas consagradas en nuestra Constitución. De igual manera realizar investigaciones objetivas para determinar la gravedad de la crisis, con la finalidad de contar con diagnósticos y a partir de ellos poder diseñar e instrumentar las políticas requeridas para atender los problemas presentes.

La autonomía de los poderes es fundamental para la recuperación de la confianza de los ciudadanos en sus instituciones. Recuperación de la capacidad productiva manufacturera y agrícola en la estructura de la producción total, para disminuir la dependencia productiva y fiscal del petróleo; para ello es impostergable la revisión operativa y financiera del tejido empresarial público con el objetivo de buscar espacios para la negociación sincera y explorar así nuevas formas asociativas, incluyendo la industria petrolera. Incrementar la productividad del Estado para mejorar la provisión de bienes y servicios, atacando las desviaciones de recursos y otras formas de corrupción con un marco regulatorio ajustado a las novedosas formas delictivas.

Ajustar el gasto público para hacerle frente a los compromisos de gasto ordinario, incluyendo el gasto social, entendiendo que la conversión del Estado Benefactor al Estado Productivo requiere de compensaciones en el corto plazo. La reconstrucción de Venezuela exige un sacrificio en el que debe participar la mayor cantidad de compatriotas, sin discriminaciones de ningún tipo. Construir un movimiento de recuperación del país, partiendo de la realidad social, con propuestas claras para solventar los problemas económicos, sociales y finalmente los políticos, y ello pasa por incorporar a las personas más capacitadas en cada área particular, sin importar su afiliación partidista.

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