Por: Rosalba Castillo…
La historia dice que los merideños no nos resignamos a perder. Conocedores de que esta ciudad está más cerca del cielo y que vivir en ella es una experiencia de otro nivel, hemos visto con gran tristeza cómo en estos días de pandemia y muchos antes de ellos, la Ciudad de los Caballeros se desdibuja en el abandono. Y así, cargados del sentido de pertenencia que nos hace grandes, los ciudadanos salieron en defensa de nuestro Jardín Botánico que celebra sus 21 aniversarios. Y es que la delincuencia se hizo cargo de llevarlo a las puertas de un cierre técnico.
Un grupo de 150 voluntarios, entre niños y adultos, conjuntamente con organizaciones, empresas locales y donantes en el exterior, acudieron al rescate de las 44 hectáreas que conforman este museo vivo. Debemos recordar que el mismo se encuentra ubicado en la Avenida Albero Carnevali, en el sector La Hechicera de Mérida, Venezuela. Su único objetivo es ofrecer a propios y extraños una alternativa educativa y recreativa muy particular en la ciudad.
La Universidad de los Andes, desde su Facultad de Ciencias a partir de 1991, apostó por un jardín botánico como un patrimonio natural, por ser Mérida una intercesión en el occidente del país con una flora que mantiene relaciones con el Caribe, Los Llanos y el Amazonas, así como es también un gran laboratorio de evolución vegetal de la naturaleza. La misión de este centro es la de dotar al Estado de un instrumento de estudio y conservación de la biodiversidad. Convirtiéndose así en, una unidad de referencia a nivel nacional e internacional en los ámbitos: científico, técnico, y educativo.
Entrar al Jardín Botánico se ha constituido para quienes lo visitamos con frecuencia en un encuentro íntimo con la naturaleza. Una ceremonia entre el cielo, el paisaje y el ser. Caminar por sus senderos, nos llevan al disfrute de cada una de sus especies vegetales y al encuentro de esa paz que nos llega a través de nuestros sentidos. Entre clases de yoga, conciertos, secciones de fotografías, picnic, encuentro de scouts, planes vacacionales, escalada de árboles, visitas guiadas, nos hallamos caminando entre una variedad de jardines temáticos: acuáticos, de rosas, xerofítico, primitivos, frutales, de plantas útiles, bosque de selva nublada, bromeliario, lianas, palmeras, oriental, orquidiario.
Descubrimos que este museo alberga la colección de bromelias más completa del país. Así también que, es hábitat de una gran cantidad de invertebrados y más de 1000 especies de vertebrados (peces, mamíferos, anfibios reptiles y aves). La clase mejor representada es la de las aves con aproximadamente 93 especies, ya que el jardín brinda refugio y alimentación a familias residentes y migratorias del sur y norte de América.De igual manera, es depositario de especies autóctonas de los Andes como el Pino Laso y de Mérida como el Guanajon Amarillo e incluso de especies extintas en sus países de origen.
Un jardín botánico tiene toda una función educativa ya que ayudan al estudio y sistematización del conocimiento de las plantas. Desde la antigüedad ha habido jardines orientados a un uso científico. Inicialmente simples y luego botánicos. En Grecia se cultivaban planta sagradas para los dioses. En Europa Medieval, médicos y monjes cultivaban sus propios jardines. En el Renacimiento, comenzaron a convertirse en instituciones reconocidas, creadas en universidades. Aparecieron en Francia, Italia, España, en el siglo XVI y actualmente en muchas universidades del mundo.
El Jardín Botánico está integrado por dos unidades que interactúan entre la docencia, investigación, y extensión. Como si fuera una sola en teoría y práctica. Dentro de la docencia se llevan a 4 niveles: pregrado, postgrado, extensión y perfeccionamiento de su El jardín ofrece talleres y cursos para la comunidad el área de jardinería y horticultura. Paralelamente desarrolla diferentes programas y proyectos, entre ellos. Sembrando Valores, Cambios, Jardines Satelites, Cacao Porcelana, Estación Loma Redonda.
Como proyecto muy particular, desde el 2017 nos encontramos con el Parque Biocontacto, adentrándonos en el mundo de la fauna silvestre y doméstica. De igual manera, otra actividad es el ascenso a los senderos aéreos donde se nos enseñar escalar arboles para lograr un contacto más cercano con el elemento natural. Ambas actividades se han convertido en emblemáticos para los chicos y jóvenes.
Ha sido un gran reto para nuestro Jardín el convertirse en el motor de la difusión e investigación de las plantas, el medio ambiente, en que viven y comparten con los seres humanos. Este acercamiento a las comunidades forma parte del proceso de sensibilización desarrollado durante estos 21 años de su funcionamiento, muchos de ellos de la mano del Dr Juan Gaviria y ahora con su nueva dirección.
Somos responsables como ciudadanos del mundo de comprometernos en la custodia de este centro: Patrimonio de la Humanidad. El voluntariado es fundamental en la recuperación y mantenimiento de nuestro jardín.
Este mes de diciembre el Jardín Botánico estará abierto al público. Actividades deportivas y culturales se desarrollaran. Les invitamos a visitar sus espacios, apoyando así mediante el voluntariado cada jueves, la adquisición de entradas o la membrecía como amigos del centro, cosa que se puede hacer través de su página de contacto.”Ven a respirar aire puro y recordarte que estás VIVO”




