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martes, mayo 20, 2025

Una cola para cada cosa, una cola pa´todo

Caminar por las calles de la ciudad se vuelve cada vez más insoportable, los espacios públicos han sido tomados por la economía informal, no hay quien aplique la ley para estos casos, aunado a eso las colas en los alrededores de los establecimientos comerciales de aquellos que esperan a que llegue la cava con productos de la cesta básica a precios regulados.

Las aceras se han convertido en exhibidores de una innumerable cantidad de productos básicos, que quizás no encuentras en los establecimientos comerciales, pero que por alguna extraña razón ellos si los tienen; eso sí a precios extremadamente elevados, quizás inaccesibles para muchos quienes apenas sobreviven con un mísero salario mínimo.

El pan en alguna de sus presentaciones desde hace un par de meses desapareció de los exhibidores de las panaderías sin embargo,  en cada esquina de la calle hay un letrero que dice “Pan”, y para escoger: si lo quieres de leche, o tovareño, también aliñado, para todos los gustos los hay.

Si buscas artículos de aseo personal, también los hay… Desodorantes, toallas sanitarias, crema dental, papel sanitario; para escoger.

Si vas a la farmacia, no hay el medicamento; pero si lo deseas  te anotan en una lista; y simplemente esperar a que te llamen si algún día llega. Pues sencillamente esperar es lo que queda.

Mientras estás en el centro, siempre atento a lo que dice el amigo o el vecino, llegó esto, llegó aquello… Aquí o allá, corres y si tienes suerte te metes en la cola, pasan dos, cuatro e incluso seis horas bajo el sol o la lluvia.

En el mercado de las frutas y verduras los sábados por la mañana muchos llevan la bolsa «del mercado» para intentar paliar la crisis y pasar la semana consumiendo algunas verduras, hortalizas y frutas; pero a decir verdad solo les alcanza para un poquito de cada cosa, ya que el sueldo no rinde; y no conforme con eso hay vendedores que abusan con los precios, dejando a más de uno boquiabierto y con las manos vacías.

Los quesos, granos, carnes y pescados que antes eran prácticamente un ingrediente infaltable en el plato del venezolano, ahora es un lujo que solo logran aquellos que tienen la posibilidad, pues sus altos costos no permiten adquirirlos.

A veces pasa, quizás en la mayoría de las oportunidades los productos se acaban y regresas a casa con las manos vacías.

Una cola para cada cosa, una cola pa´ todo…

JQ

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