Una periodista en cuarentena a lo mexicano

Son millones de venezolanos, a los cuales por diversas razones, pero especialmente por la diáspora ocurrida en los últimos años, de personas buscando un futuro mejor, los sorprendió la cuarentena por el coronavirus en otros países y, salvo contadas excepcionas, la están pasando muy mal, terriblemente mal. A muchos compatriotas los han sacado de sus trabajos, a otros de las habitaciones donde vivían. No tiene forma de producir algún dinero para mantenerse. Otros desesperados hacen intentos por regresar, pero muchos han encontrado la muerte en las carreteras. Son víctimas de abusos, de tratos crueles e inhumanos.

Si nosotros los que nos quedamos aquí estamos sufriendo una serie de privaciones y situaciones angustiantes como la falta de electricidad, de gas, de agua, de gasolina. Una hiperinflación incontrolable, y sobre todo sin percibir alguna mejoría en el panorama, hay que imaginarse las vicisitudes que tienen que soportar nuestros compatriotas más allá de nuestras fronteras.

Para conocer la realidad contada por sus protagonistas, contactamos a María Goretti Da Silva, Comunicadora Social, Psicóloga y Docente, Fotógrafa profesional, graduada en la Universidad Central de Venezuela. Hija de emigrantes portugueses que llegaron a Venezuela hace ya mucho tiempo, echaron raíces y formaron una gran familia; en aquel tiempo glorioso en que nuestro país recibía con los brazos abiertos a hombres, mujeres y niños que deseaban quedarse en nuestra bendita tierra.

Goretti, en varias ocasiones ha dado sus acertadas opiniones al ser consultada para la redacción de artículos en Comunicación Continua. La vida de esta profesional venezolana es muy interesante, llena de aventuras, tan es así que hoy se encuentra en cuarentena en Lagos de Moreno, una ciudad al norte del estado de Jalisco. Es un Pueblo Mágico, así lo llaman.

Viajó, atendiendo la invitación de un grupo de profesionales que tienen un Centro de Terapias Alternativas para dictar algunos diplomados y talleres, de Grafología, Fotografía Terapéutica, Musicoterapia, entre otros. Goretti creó un Cuaderno Caligráfico, con ejercicios para reeducar la escritura, basados en la grafoterapia, especialmente diseñado para niños, jóvenes, adultos.

A la semana de haber llegado al pueblo, se decreta la cuarentena por Coronavirus. Goretti refiere que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, actuó prontamente y tomó disposiciones muy severas para la prevención, contrarias, por cierto, al relajamiento del presidente López Obrador. El resultado es que Gorettí, tuvo que suspender sus planes de trabajo, que le iban a permitir ingresos económicos para seguir sobreviviendo, tanto en Lagos de Moreno como en Venezuela. Sin embargo, el tener que quedarse, incluso más allá del tiempo permitido por su visa, le ha traído serios inconvenientes.

No todo es como en las novelas.

Ahora, Goretti tiene que tratar de dormir en un colchón inflable que jamás se pudo inflar completamente , entonces lo hace prácticamente en el suelo frío de una habitación, semi destartalada, situada en un segundo piso a la cual se accede por una escalera de caracol, difícil y muy empinada. Las ventanas del cuarto que le prestaron, en un principio, no tenían vidrios y el frio y los mosquitos se metían y no la dejaban descansar. Un día- refiere la psicóloga- amaneció tan picada, que parecía que le había dado sarampión. Apenas come porque el dinero con el que cuenta, al pasar de los días, es cada vez es menos. El baño es un desastre, las paredes muy deterioradas, por el abandono del lugar que era algo así como un sitio para los “checheres”. No obstante, su carácter decidido y su voluntad férrea la hacen soportar esta cuarentena hasta que Dios quiera. “Todos los días- dice Gorettí – que ya empieza a adoptar acento mexicano- le doy gracias a Dios porque tengo lo necesario y estoy rodeada de gente maravillosa, todas pendientes de mí y brindándome su apoyo. Estoy sobreviviendo gracias a la caridad y solidaridad de estas personas porque están conscientes de mi realidad y la realidad de Venezuela”.

Con esta situación, el encierro, sin tener dinero y con las mínimas posibilidades de conseguirlo tienes que ser creativa, confiar en ti y en el Dios todopoderoso que saldrás bien, refiere la psicóloga.

“Trato de alimentarme bien, poco, pero nutritivo. Afortunadamente las amigas están pendientes, me invitan a comer o a realizar algún mandado para obtener algo de dinero, como por ejemplo buscar unas medicinas al seguro social para unas personas mayores que no se pueden trasladar. Ha sido toda una experiencia, explica Goretti, quien, como buena periodista redacta frecuentemente una crónica de viaje y aventuras, que algún día publicará, “cuando todo lo malo pase y esta pesadilla termine”.

El dinero aquí en donde estoy, rinde, -afirma Goretti- compras cosas con baja inversión: no necesitas depender de una tarjeta de débito. Aunque tengas pocos billetes y monedas puedes hacer un pequeño mercado para subsistir unas semanas, repito siendo comedido y sabiéndose administrar. A mí, este aspecto no me ha costado mucho porque ya en Venezuela lo venía haciendo, nosotros hemos tenido una dura escuela, un gran aprendizaje, en esto de subsistir.

A nuestra amiga y colega, Goretti Da Silva, se le está terminando el tiempo para quedarse legalmente en México. No puede acudir a inmigración o a la embajada de Venezuela porque todo está cerrado.

Gracias a su perseverancia y disposición ha logrado atender algunos pacientes en forma particular y vender algunos de sus excelentes cuadernos, pero…nadie sabe cuándo podrá regresarse a Venezuela, y… ¿cuándo logre llegar?, ¿qué nuevos retos tendrá que resolver en este nuestro país, colmado de tantos avatares?.

Por Arinda Engelke. C.C