*** La Ley de Otorgamiento de Títulos de Propiedad a beneficiarios de la Gran Misión Vivienda, aprobada en primera discusión en la Asamblea Nacional, reivindicará el derecho de propiedad y la libertad de los residentes a disponer libremente de esos inmuebles, como lo establece los artículos 82 y 115 de la Constitución.
El diputado (AN) Williams Dávila Barrios, aseguró que con esta ley, se está planteando la reivindicación de una verdadera democracia social, y no el proyecto de la nomenclatura rezagada, que creen que todos son esclavos del Estado; porque la única revolución democrática que existe, es la que puede respetar la dignidad del ser humano, y este es el comienzo del rescate de la dignidad del pueblo con su derecho de propiedad de una vivienda.
La construcción de viviendas con modelo centralizado no es productivo, no cumple la demanda que existe en barrios y comunidades rurales, explicó Dávila Barrios “en Venezuela a partir de 1959, se propuso la erradicación de ranchos y se construyeron millones de viviendas rurales. Los programas sociales de la agenda Venezuela en el gobierno de Carlos Andrés Pérez, el de protección de lucha contra la pobreza, con casi 30 programas sociales; el seguro social creación de la democracia venezolana, por lo que ahora estamos reivindicando es el derecho legítimo a disponer de lo que haya construido con su esfuerzo”.
En su último período gubernamental (1996 -2000), gracias a la descentralización, logró la construcción de casi 18 mil viviendas, cuyos beneficiarios recibieron su propiedad, con las restricciones normales, “incluso en la vivienda rural, no podía venderla hasta no haber cancelado su deuda y existían prioridades de tipo social”, recordó el parlamentario.
Tres valores fundamentales del ser humano
Agregó que, tienen principios y valores para defender este proyecto, el cual engloba tres aspectos fundamentales que posee el ser humano: el individuo es el dueño de su propio destino y solo él sabe cómo puede mejorar. Al individuo hay que protegerlo, porque es el único que puede desarrollarse en su conjunto familiar, y, en tercer lugar, es que siempre la persona y su familia va a aprovechar sus condiciones para mejorar; “lo que echa por tierra un concepto ya periclitado por la dinámica económica y social, como es esa rezagada distinción del valor de uso y del valor de cambio, distinción artificial que los que se oponen al nuevo proyecto de ley quieren trasladar”
A juicio de Dávila Barrios, “el peor de los genocidios es convertir al ser humano en un esclavo del Estado, cuyas tensiones, sectarismo vehemente e ideologías que corrompen el alma y están llenas de odio, han llevado a la humanidad a los peores desastres, y eso es lo que nosotros queremos reconstruir con este proyecto de Ley que fortalece la dignidad del ser humano, para mejorar con su familia; por ello vamos a llevarlo adelante por el bien de todos los venezolanos, principalmente de los sectores más desposeídos”
Marbella Mora Newman (CNP: 9.196)
