Confidencias al destino

 

PIDO LA PALABRA

En el marco de los comicios presidenciales del pasado 14-A, se cometieron exagerados abusos que, además de dar cuenta de la inmoralidad reinante, fueron expresión del descaro de cómo el régimen adopta 
posturas de naturaleza totalitaria. 
Antonio José Monagas
CONFIDENCIAS AL DESNUDO
El país político, en los últimos años, ha vivido en medio de una oscuridad cuya única referencia han sido las trampas que el régimen ha procesado como razones y condiciones para elaborar el tejido sobre el cual activa sus arbitrarias decisiones. Trampas todas elaboradas en letras mayúsculas con el único propósito de forzar su legalidad sin que sus efectos tengan alguna secuela. Al menos, en lo inmediato.
Precisamente en medio de tan perversa situación, los órganos que encarna el actual autoritarismo, particularmente el Poder Electoral y el Ejecutivo Nacional, han tenido la insidia como el recurso táctico preciso para maquinar las mentiras con la fuerza suficiente. Y capaz de arrollar impunemente el ordenamiento jurídico constitucional y toda aquella normativa recogida en la extensa red de leyes orgánicas que detenta el país.
El proceso electoral último, con motivo de elegir al presidente de la República para el período 2013–2019, fue la “gota que rebasó el vaso”. Aunque pudiera decirse que evidenció la más reciente trastada inducida y protagonizada por el régimen contra la libertad, la igualdad, la democracia, la ética y el pluralismo político. O sea, contra el Estado democrático y social de Derecho  y de Justicia que sintetiza la Constitución Nacional.
Justamente, en el marco de los comicios presidenciales efectuados el pasado 14 Abril, al lado de lo que significó el coronamiento de problemas que fueron acumulándose por la displicencia gubernamental, se cometieron exagerados abusos que, además de dar cuenta de la inmoralidad reinante, fueron expresión del descaro de cómo el régimen adopta posturas de naturaleza totalitaria. Es decir, dictatorial. Aun cuando lo disimule valiéndose de reiterados procesos eleccionarios sumado a un populismo mediático que raya con la adulancia a lo propio.
Miembros del Instituto de Altos Estudios Europeos, sofocados por la inseguridad jurídica que caracteriza el discurrir del país, de la pérdida de la confianza en las instituciones del Estado y del caso omiso que el régimen hace de consideraciones que acusan los atropellos perpetrados en nombre del llamado socialismo del siglo XXI, decidieron romper con el voto de “confidencialidad” a través del cual el C.N.E. busca reservarse cualquier alusión que comprometa su pretendida razón de ser. Lo que alcanzaron a observar estos analistas, acreditados por el ente electoral para fungir de acompañantes internacionales en el proceso eleccionario convocado el pasado 14-A, se basó en la interpretación sesgada y apretada del régimen de la Carta Magna y leyes respectivas. Esto, indudablemente, forzó a hacer pública sus observaciones expuestas en informe posterior. El mismo, da cuenta del grave carácter que incrimina los hechos gubernamentales que dieron forma a las desviaciones mediante las cuales se distorsionó no sólo el bastión desde el cual se exhortan los principios, deberes y derechos previstos en la Constitución de la República. Asimismo, el ejercicio democrático de la voluntad popular. Por tan grave razón, debe reconocerse que el contenido del informe elaborado por la misión de acompañamiento a la observación nacional de la ciudadanía venezolana, constituye un trascendental compendio de confidencias que hacen palidecer la conciencia democrática venezolana. Fueron, demoledoras confidencias al desnudo.

EN HOJA APARTE

 

MAESTRO MONAGAS EXALTADO POR LA ACADEMIA

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Los méritos de un maestro, no pueden desdeñarse. Están ahí. Su obra, es viva pues sus discípulos representan su sapiencia convertida en las reflexiones a partir de las cuales se patentiza la educación transmitida mediante el proceso enseñanza-aprendizaje. No importa donde ese maestro brinde sus frutos. Sin embargo, hay maestros que además tienen el ímpetu necesario para propagar la suficiente motivación que inspira la construcción de realidades que luego se tornan tan categóricas que alcanzan a ser históricas. Fue así con los alumnos que siguieron el pensamiento de aquellos intelectuales por quienes el mundo dejó de ser tan nebuloso como obtuso. Igual, puede decirse de maestros tan contemporáneos como José Miguel Monagas quien sirvió desde la Escuela tanto como desde la Universidad venezolana. Reconocer tan honroso desempeño, es propio de quienes tienen plena conciencia del significado que envuelve al hecho educativo. Los miembros de la Academia de Mérida, en tanto que igualmente maestros compenetrados con los valores que exhorta la educación, rindieron hermoso homenaje a este quijote de la educación venezolana, José Miguel Monagas quien a decir del escritor Luís Enrique Izaguirre, “su corazón fue tan grande como el Cuyuní y su mente lúcida y amorosa como la altura del balatá”. Amigo y compañero de ideales del también insigne maestro, Luís Beltrán Prieto Figueroa, el Dr. Monagas, consagró su vida a la educación entendida como proceso sociopolítico y fundamento cultural del desarrollo de todo pueblo que apueste a su desarrollo y progreso. José Miguel Monagas, fue incorporado al “Archivo de la Ciudadanía Merideña”. Por ello, su nombre fue elevado al Mural de la Excelencia Académica inmortalizando más aún el recuerdo que su familia, amigos y alumnos guardan de él. En momentos que esta académica corporación emeritense celebra su XX aniversario, vaya la gratitud por delante a tan honorable decisión. Hoy, Mérida también se honra por tener al Maestro Monagas exaltado por la Academia.

 

PAÍS INCENDIADO

Con un gobierno bajo sospecha de cuanta contravención venga levantándose en perjuicio de la precaria democracia que todavía queda en el aire del país nacional, agravantes conflictos pueden devenir en graves momentos de crisis política, económica y social. Según lo que puede apreciarse de una primera lectura ante la crítica situación caracterizada por serias protestas incitadas por la contracción de una sociedad maltratada por la sordera gubernamental, el país está en franco declive. Declive éste generado por la absoluta incompetencia de una gerencia pública que poco o nada ha entendido que los problemas que asedian al venezolano responden a razones que sólo pueden explicarse desde la condición mezquina de gobernantes que escasamente ven el mundo a través de la mira telescópica de un fusil calado con ojos de revolucionario trasnochado y enajenado. Tan equivocado enfoque, inspiró un proyecto de gobierno para el cual el país está compuesto por milicianos sometidos, militares aduladores, funcionarios acobardados, militantes del partido de gobierno sectarios, ilusos y adormecidos por el encanto de serpientes de cabeza roja. La decadencia infecta al país de problemas por todos lados. Una infección que se convirtió en epidemia. Y en algunos sectores, se torno en pandemia sin que el organismo de salud o de educación universitaria haya intercedido para aminorar las causas. Por el contrario, la han desconocido a pesar de los llamados de atención hechos públicos y notorios por parte de preocupados venezolanos cuyo interés es un a Venezuela que sepa otear su futuro sin ambigüedades. Sin embargo, el afán de poder es más fuerte que todo intención de gestionar soluciones. Indudablemente, esto ha llevado al país a casi entrar en el rango de un estado de emergencia dado el nivel de catástrofe alcanzado después de evidenciar reacciones tan indolentes como espasmódicas. Mientras tanto, el país continua fracturándose, dividiéndose, quebrándose y arrastrándose luego de ser primero en el ranking de indicadores de desarrollo. Un tanto así para no decir que Venezuela luce cual país incendiado.

“La construcción de una democracia real, no requiere de cuarteles. Menos de violencia y amenazas. Solamente

necesita de universidades de libre pensamiento y autónomas” AJM