La Igualdad de la Categoría Humana

Gerard Paez

Por: Gerard Páez Monzón

En la sociedad humana ha crecido la diversidad de actividades, profesiones y, agreguemos,  mezclas culturales. Venezuela en algún momento se transformó, como por arte de magia, en un país lleno de solidaridad. Unos dicen que fue por los aires de playa que iban limpiando cualquier prejuicio instaurado en cada persona. Otros que por los juegos de metras, trompo, petacas, y runche que, desde la época post-Colombina, se jugaban con cualquiera en la calle. Otros que por lo alegre de las Navidades, sus gaitas y villancicos que hacían diluir cualquier nudo. Otros que por lo céntrico de su geografía, siendo el ojo de sinceridad para muchos, del huracán mundial a su alrededor. En fin, sea cuales fueran las razones, no tenemos duda que era la sociedad más real del planeta, simplemente por su naturaleza del ser solidario y la camaradería de su gente. «Gente Venezolana» siempre significó aquellos que habían convivido una actividad sobre su territorio, aún si la conviviese tan solo por 24 horas, no tenía nada que ver con el pasaporte, el contagio era inmediato y duradero. Se constituía en un ser alegre y familiar, en un ser venezolano.

Hoy somos otra cosa, hoy somos Afro-descendientes, Blancos burgueses, Nativos Indígenas, etc. Hoy es obligatorio colocar, en todo lugar público, un aviso antirracista, palabra que muchos aprendieron solamente en el extranjero de manera difícil para comprender, como una representación matemática compleja. Hoy es obligatorio colocar avisos de prohibición de porte de armas en lugares públicos. En fin, hoy somos una sociedad de Sirios y Troyanos, de Musulmanes y Cristianos, de Negros y Blancos, de femeninos y masculinos, de Dogmatizados y de Libre Pensamiento. Nos hemos vuelto, como dijo un profesor universitario en Educación, «Un país más». ¡Lástima! diría cualquiera de más de 15 años de edad. Los menores aún preguntan, como si fuese un cuento de fantasía, sobre esa Venezuela, la de «Todos nosotros, no la de “Ustedes y Nosotros», le refrescaba la memoria de convivencia una joven madre trabajadora a un señor motorizado trabajador que discutían sobre esta extraña sociedad muy parecida al extranjero, terminando en un abrazo fraternal, haciéndonos viajar al pasado por unos segundos, ya que la contaminación en la calle, está grave.

Todo esto hace concluir que Venezuela se había especializado en la igualdad de categoría de (no, del) ser humano, así como Francia se especializó en el paladar, y cada país en lo suyo. Fuimos formados desde nacimiento en este territorio, con educación, la de Carreño, por nuestros padres. Esa verdadera formación se veía aplicada en la calle como niños y niños grandes, con inocencia y calor humano. Ese trote de intercambio social se vivía en cualquier rincón del país y hacía abrir los poros del alma al extranjero que no llegaba a nuestra sociedad con esa cualidad, y a toda la población al ser muy natural y solidario con el prójimo. Hasta la impresionante variedad geográfica de Venezuela aportaba al concreto del trato solidario a través del canal de comunicación de la categoría humana, a pesar de ser todos diferentes en sus habilidades. Las destrezas hacen ocupar diferentes espacios por el  accionar especializado requerido, y aunque ninguna destreza impone categoría humana en el individuo, algunos individuos si mezclan las categorías. Estos seres por su confusión, germinaron individuos acomplejados por poner el traje de la categoría de habilidades sobre la categoría humana.

Los dirigentes fundadores construyeron una cueva oscurantista para acoger a todo individuo con algún complejo de trato por categoría de habilidades, algún resentimiento, o simplemente ganas de venganza. Esta oscuridad la llamaron el PSUV. No hay mejores botones de muestra que el difunto,  y  las actuales autoridades del régimen dictatorial, especialmente el de la Asamblea Nacional. Una dosis escandalosa de complejo interno por la confusión de vestir el  trato social de categoría humana con la categoría de habilidades de la Cuba de los Castros y el difunto Guevara.

Es inconcebible pensar en nuestro siglo que se active un gobierno que copie un modelo fracasado repetitivamente en la historia y que quiera imponer un dogma a la población obligándola a ponerse  un uniforme diario de habilidades, para vernos ahora como Afro-descendientes, Blancos Europeos,  Indígenas Nativos,  Pobres y Ricos. Todo un Apartheid.

@gerardpaezm