La Vinotinto y su reencuentro con la afición merideña

Por: Andres E. Mora M.

La noche del 22 de mayo, algo más de 28000 vibrantes corazones asistieron al Estadio Metropolitano de Mérida, centro medular del Complejo Deportivo Cinco Águilas Blancas ubicado en el Sector Zumba, para apoyar y reencontrarse con la vinotinto después de casi tres años de la última visita que dispensó a esta ciudad cuando enfrentó, el 29-05-2010, a su similar de Canadá, encuentro que finalizó con empate a 1. Para disfrutar in situ de la pasión Vinotinto, la conocedora, exigente y entusiasta afición merideña hizo caso omiso tanto de la pertinaz lluvia que, desde tempranas horas de la tarde, cayó en “La Ciudad de los Caballeros”, así como también de la creciente amenaza que representa el nuevo brote de influenza AH1N1 que está azotando actualmente a nuestra entidad. Ante tamaña solidaridad andina, la selección de mayores no defraudó en su compromiso amistoso ante la oncena de El Salvador, a la que venció 2-1.

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En lo futbolístico

El planteamiento que presentó el profesor Cesar Farías tuvo como fin no sólo enfrentar a la escuadra centroamericana, elegida como el rival de turno por sus características similares al elenco boliviano (próximo rival del equipo venezolano cuando se reinicie las eliminatorias sudamericanas el 7 de junio), sino también, en base a rapidez y profundidad de sus dos laterales, generar mayor volumen de futbol jugando como local. Detalle este muy importante ya que de los 5 juegos que le resta a nuestra selección en su camino a Brasil 2014, en tres de ellos disfrutara de la localía.  Así pues, la Vinotinto salió con Luis Manuel Seijas como lateral izquierdo, debutando en esta posición con la selección, y Alexander González como lateral derecho. Como centrales Gabriel Cichero por la izquierda y Grenddy Perozo por la derecha. El primero, sustituyendo a la nueva ficha del Fulhan y primer venezolano en jugar en la Liga Premier de Inglaterra Fernando Amorebieta y, el segundo, para cubrir la ausencia de Oswaldo Vizcarrondo. Como volantes de  contención Tomas Rincón  (m. 79, Franklin Lucena) y Agnel Flores (m. 62, Evelio Hernández)  y, más arriba, como volantes de creación el capitán Juan Arango (m. 87, Rómulo Otero)  y Cesar “maestrico” González. Josef Martínez (m. 72, Mario Rondón), quien apenas hace unos pocos días atrás arribó a los 20 años de edad, se desempeñó como media punta y Richard Blanco (m. 72, Fernando Aristeguieta), goleador de nuestro recién finalizado torneo clausura, tuvo la responsabilidad de ser la punta de lanza contra el arco de “La Selecta”. Este juego significó, además, el retorno de Renny Vega a la custodia de los tres palos venezolanos. En general, el objetivo de Farías fue alcanzado. Con la constante incorporación de los laterales al ataque la cancha se le abrió  a la vinotinto lo que generó  mayor espacio al medio campo venezolano y, por lo tanto, mayor fluidez y volumen futbolístico que se tradujo en innumerables ocasiones  de gol. Somos de la opinión que, llevada de la mano de un pletórico e inspirado Tomas Rincón, sin duda, el mejor sobre la cancha, la vinotinto mostró un muy buen nivel dado el desempeño y funcionamiento mostrado sobre el gramado merideño. Sin embargo, la falta de contundencia para cristalizar las oportunidades creadas es una tarea que los criollos aun tienen pendiente. El hecho que los goles criollos hayan venido a través del cobro acertado de dos penas máximas es, a nuestro juicio, prueba irrefutable de la falta de pólvora en los botines venezolanos para concretar goles con pelota en movimiento.

El escenario

El Estadio Metropolitano de Mérida recibió a ambas escuadras con un gramado, que en el pasado fue considerado el mejor del país, criticado por el seleccionador nacional. Estas críticas fueron realizadas el día previo al encuentro después del reconocimiento de la cancha. Farias declaró: “la cancha no está en buen estado, es lamentable y lo hemos venido diciendo continuamente a la gente que tiene aspiración de tener partidos de premundial, que un engramado como el del Estadio de Mérida donde se promulga tanto el buen futbol no podamos contar con una cancha que se le pueda sacar provecho al máximo”. Desafortunadamente no solo la cancha fue objeto de críticas, muchos periodistas se quejaron de no contar con las facilidades requeridas para cubrir un evento trascendente como este donde la protagonista es, nada menos y nada más, el emblema deportivo nacional la vinotinto. Los fanáticos no estuvieron ajenos a esta situación, algunos mostraron su malestar por el estado del techo en algunos sectores y por problemas observados en algunos sanitarios. En fin, si deseamos que Mérida sea incluida como una estación permanente en la ruta vinotinto, es importante y perentorio afrontar de manera inmediata todas estas deficiencias a través de un plan de mantenimiento efectivo y bien concebido que permita realizar un monitoreo constante de las instalaciones para minimizar su deterioro.

IMG_5227La crisis universitaria

La profunda crisis que afecta al sector universitario salió al reencuentro con la vinotinto también. Decimos que salió al reencuentro porque en la visita previa de la selección nacional a estas tierras, hace prácticamente tres años atrás, las universidades nacionales ya se encontraban en estado crítico consecuencia del presupuesto reconducido. Ahora con su visita de hace dos días, la vinotinto encuentra a nuestras máximas casas de estudio con el mismo presupuesto deficitario de hace tres años y a un personal universitario percibiendo prácticamente el mismo salario de entonces. Este reencuentro fue sellado por intermedio de una enorme pancarta desplegada en pleno partido y que cuyo contenido se transcribe a continuación “SOS UNIVERSIDADES DE VENEZUELA”. La magia de la televisión permitió, por aproximadamente tres segundos, llevar a cada uno de los hogares venezolanos este clamor universitario inmediatamente después del gol  de Josef Martínez (m. 68) que, a la postre, significó la victoria Vinotinto.