PDVSA: una sumatoria de errores gerenciales y saqueos programados

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

La otrora empresa emblemática y orgullo de los venezolanos PDVSA atraviesa por unos de sus peores momentos, a pesar que el país posee las mayores reservas de crudo liviano en todo el hemisferio occidental. La empresa en estos tiempos de revolución ha sido sometida a una presión brutal en lo político, que lamentablemente desvirtuaron el núcleo del negocio, colocándola en una situación de extrema vulnerabilidad comprometiendo su continuidad.

Los errores gerenciales comenzaron el día nefasto en que el comandante eterno  pito en boca, cual arbitro facultado procedió a los despedidos masivos,descapitalizando intelectualmente a la empresa. Gran cantidad de profesionales capacitados fueron sacados de cargos de dirección y sustituidos por camaradas sin ninguna o poca formación y conocimiento del negocio. Luego la empresa asumió responsabilidades vinculadas con el desarrollo social que desvirtuaron sus objetivos fundamentales. En este marco con ingresos extraordinarios derivados del elevado precio del petróleo, el gobierno presiono y se despilfarraron recursos orientados a gasto público y no al incremento de capacidades. Para continuar con la debacle el inefable Ramírez, aparece en la palestra como el salvador de la industria, él por sí solo es capaz de sustituir al tren gerencial destituido y vende la idea de destruir el proceso de internacionalización de la empresa. En este marco se procede a la venta, cual remate de las inversiones en el extranjero, materializada con la venta de las refinerías en  Lyondell, Paulsboro y Savannah en Estados Unidos, y RuhrOel, en Alemania. Los recursos derivados de las ventas fueron al FONDEN, impidiendo que PDVSA pudiera orientar los recursos para incrementar capacidades de refinación producto de las reducciones por las ventas realizadas. Procesos que se realizaron en la absoluta oscuridad con la ausencia de mecanismos de licitaciones nacionales e internacionales, sin la participación de representantes del poder legislativo y ciudadano y lo peor, sin la rendición de cuentas por los recursos recibidos y su uso. Dilapidamos una cantidad importante de recursos que de acuerdo a las últimas investigaciones, forma parte de las riquezas personales construidas en estos 18 años de revolución.

Este gobierno se dedicó a descalificar y satanizar el proceso de apertura realizado en el gobierno del presidente Caldera, señalándola como el instrumento que permitió la profundización de la autonomía de PDVSA  y de sus filiales respecto al Estado, de igual manera atribuyeron su instrumentación a la presión de la globalización neoliberal que origino la reprivatización del negocio petrolero. Olvidan en esta simplificación de la agendamatizada por posiciones ideológicas, que el contexto en el cual se produjo podía volver a presentarse.En estos tiempos de gestión revolucionaria la orientación de la empresa se dirige a la renta y la distribución de la misma en programas sociales de entrega de dinero físico o mercancías, que no garantizan la generación de empleos sostenibles y el fortalecimiento de la infraestructura interna de país a todos los  niveles.  A pesar de las críticas que podamos realizar al proceso de apertura petrolera, la misma fue realizada en condiciones de precios deprimidos, cumpliendo las exigencias de ley y brindando transparencia a los procesos de selección de las empresas interesadas. La política petrolera impuesta por Ramírez es una modalidad de privatización, escondida en un exagerado patriotismo y una visión anacrónica de la función social de las empresas, recubierta por el Socialismo de Siglo XXI, que ha producido dividendos a unos pocos en detrimento de los venezolanos.

Ante la caída de precios del crudo se compromete la producción, utilizando la figura comercial de venta a futuro para obviar el control de la Asamblea Nacional y la Ley de Crédito Publico, condicionando a los presupuestos futuros y por ende la hipoteca de las generaciones por venir.No hay claridad entre el modelo financiero derivado del préstamo y la operación comercial de suministro de petróleo. Adicional, la política de solidaridad experimentada por Venezuela brindó créditos a largo plazo y cuotas de petróleo preestablecidas a los países más débiles de la región, contribuyendo no solo a fortaleceralianzas estratégicas de carácter geopolítico, sino disminuyendo supuestamente, además, las asimetrías existentes en las naciones latinoamericanas.

Todo este cumulo de errores tanto gerenciales como de saqueo, produjeron consecuencias financieras mostradas en los Estados Financieros de la empresa, los resultados reflejan la ruina y su naufragio empresarial, desde el año 2013 se observa el derrumbe de los ingresos en divisas derivada de la perdida de producción, las utilidades mostradas son consecuencia de ajustes financieros y contables que no impactan al flujo de caja. Es por ello los retrasos experimentados en los compromisos de deuda que se vencieron en este año 2017, lo cual anticipa dificultades serias para los futuros vencimientos. Lastimosamente podemos inferir que la empresa está en una situación de quiebra inminente, los daños realizados en revolución son irreversibles. A inicios de este año Maduro anunció un proceso de restructuración de la empresa, ante la hemorragia de denuncias nacionales e internacionales de corrupción, y quienes deberían tomar la conducción de la causa están en este momento presos, es decir toda la estructura de la empresa está embarrada con hechos de corrupción. Para terminar de oscurecer el futuro de PDVSA, se nombra al pranato militar como salvadores.Dudo que la junta directiva recientemente nombrada tenga las capacidades y las habilidades parar llevar con éxito un proceso de reestructuración, en una corporación compleja como PDVSA, sobre todo en un contexto macroeconómico hostil, situación operativa de la infraestructura industrial maltrecha y una estructura financiera frágil.

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