Razones y pasiones: Entre el entusiasmo y la duda

Por: Eleazar Ontiveros Paolini…

Las encuestas, a pesar de que sólo muestran lo que sucede en un momento dado, nos entusiasman. Según ellas, la oposición aglutina el 52,5% de los ciudadanos y el chavismo un 33%. También es significativo el hecho de que por primera vez en 11 años, los que se autodefinen opositores sean el 38% y los que se autodefinen chavistas sean un 28%. Estos podrían ser los votos “seguros” para cada bando, pues queda un 33% sin definición. Estos últimos podrían votar por cualquiera o abstenerse. Por eso se han hecho encuetas complementarias sobre el comportamiento frente a la máquina de votar, determinándose que el 27,8% votaría por los candidatos del oficialismo y 45.2% por los aspirantes de la oposición. Un 27% no tiene definición.

En estos momentos, las encuestas muestran una diferencia de 17 puntos porcentuales a favor de la oposición, lo que hace pensar en una victoria segura. Sin embargo, muchos dudan de que en verdad sea tan inequívoca, pues el Gobierno, como fiera herida, pondrá en juego todo tipo de argucias, previas -ya son apreciadas-, en el momento y después de las elecciones para seguir dominado la Asamblea. Juega a la abstención y no es para menos, ya que si los abstencionistas se deciden a votar lo haría mayoritariamente castigando a un Gobierno que los ha llevado a un estado de cosas insoportable. Uno de las argucias manifiestas es infundir miedo. El asalto a las mesas de votación durante el referendo convocado por el Comando Intergremial es un ejemplo. Oímos decir a algunos que si esa era la reacción ante un hecho universitario, qué no sería lo que iba a suceder el 6 de diciembre, causa por la cual pensarían muy bien si irían o no a sufragar. Las inhabilitaciones son otro elemento. Se inhabilita a quienes de participar como aspirantes barrerían en sus circuitos. Se intensifica la compra de conciencias con el reparto de artículos del hogar y personales. Hay amenazas a los empleados públicos, a comerciantes proveedores de bienes y servicios al gobierno, a constructores, a periodistas y medios de comunicación. A todo se suma un estruendo patriotero, en especial por lo del Esequibo, sin recordar que Chávez en el 2.004 le abrió las compuertas a Guyana al manifestarle, y esto según el Derecho Internacional es obligante, que explotara sin problemas en el territorio en disputa.

Ante esa arremetida del Gobierno que sin duda arreciará, durante los 5 meses que faltan para las elecciones, se debe tener claro que hay que fortalecer la unidad, tratando de solventar algunos problemas con grupos que se sienten desplazados; se debe estar claro en cuanto a que los números globales de las encuestas, no nos dicen de ganar la mayoría de los circuitos, causa por la cual hay que centrar todos los esfuerzos en ellos. Recordemos que en el 2010 se obtuvo un 51% de los votos totales del país y el chavismo sólo el 46,4%, pero éste se quedó con 94 curules y la oposición con 66; se debe acentuar los mensajes a la masa que se abstiene, en función de que termine por darse cuenta de que ganar la Asamblea en un paso importante en lograr las modificaciones deseadas, es decir, que en todos los ámbitos hay que acentuar el descontento, dando a conocer objetivamente la responsabilidad directa del Gobierno en todo lo que está aconteciendo.