¡Feliz cumpleaños, Mérida¡

¡Cómo pasa el tiempo!  Hace apenas un  año  Comunicación Continua,en ocasión, de un nuevo aniversario de nuestra Mérida escribía: “Pasaron los días, los meses, los años, los siglos. El reloj de la vida tocó sus campanadas, la aldea colonial, se convirtió en ciudad, creció, se multiplicó y también se complicó. Callecitas estrechas, mucha gente, poco espacio para crecer, pero este2018, la cumpleañera se enfrenta, tal vez, al momento más difícil para celebrar porque, muy a su pesar, está mostrando una cara sucia, no tiene agua para lavarse, sus espacios están poco iluminados…”Hoy, 2019, la Mérida singular no ha podido superar en nada los problemas a los que hacíamos referencia, es más, han aumentado. Ahora, a las personas que la habitamos, se nos pasa la vida en colas infernales que nos roban el entusiasmo y estamos acosados por un sinfín de situaciones desagradables que se reflejan en todo el ambiente de la capital: perversos apagones y cambios de voltaje que nos dejan sin saber qué hacer. La basura afea todos los espacios. La falta de respeto y consideración de algunos ciudadanos que abusan del prójimo con conductas despreciables. Una situación de colapso general, de la cual no escapa nuestra cumpleañera.

Sin embargo, y pese a los problemas,  al igual que le sucedió al Capitán de la Capa Roja,también estamos cautivados por nuestra urbe. Cuentan que,  después de mucho andar, cuando Juan Rodríguez Suárez el 9 de octubre de 1558, llegó a este lugar se enamoró perdidamente “de la tierra enclavada en una meseta ligeramente inclinada de norte a sur y limitada por tres ríos: el Mucujún al norte, Albarregas al oeste y Chama por el este”. Y… ¿quién no iba a quedar extasiado con esta  región de ensueño? llena de verdor, de tierras fértiles, de flores multicolores  y sobre todo de montañas, de las más altas y hermosas de Venezuela? Degente bonita que para agradecer lo expresa con “un Dios le pague”. De servicios religiosos en su catedral y en sus iglesias, donde los fieles acuden con fe y devoción; de tradiciones. De niños y niñas de caritas redondas y ojos de luceros que en su inocencia, le imprimen alegría con sus risas en las calles, escuelas  y parques.

Mérida cumple 461 años, es todavía muy joven y tiene mucho que darnos, pero  a nosotros los que pisamos su suelo, respiramos su aire y miramos sus cielos de un azul purísimo, nos toca hoy y siempre, venerarla, conservarla limpia, no ensuciarla. Respetar sus espacios públicos. Ella nos acoge en su seno con cariño infinito y nuestro regalo debe ser: la reciprocidad.Cuando se quiere de verdad, jamás se maltrata, al contrario, se cuida, se procura, se engalana, se embellece.

En este cumpleaños seguimos deseándole lo mejor a muestra querida ciudad. Que ustedes, nosotros, los que nacieron aquí, los que vinieron y se quedaron atraídos por su encanto, podamos, a pesar de los obstáculos, cantarle todos unidos, en una sola voz,  un cumpleaños muy feliz con el ferviente deseo que logremos superar las dificultades y que volvemos a tener la ciudad más brillante, acogedora, y maravillosa de Venezuela.

A.E.L.L.C.C.