Arte y deporte versus crisis

Por: Ramsés Uribe…

Inicio. La conocida frase de “Venezuela es una tierra de gracia”, es muy acertada en su significación y realidad, aunque también es dolorosa por el pésimo estado actual del país. La anterior patria maravillosa de hace 20 años atrás, está en el recuerdo de los corazones y mente de la gente noble que la recuerda. Para este momento que corre la gran mayoría, para no decir que casi todas las maravillas de otrora están destruidas o en serio peligro de extinción por la depredación de algunos inconscientes connacionales que ante la falta de autoridad, aprovechan la ocasión para cometer sus retorcidas fechorías contra la naturaleza en el majestuoso amazonas, en el parque de cualquier localidad y para colmo, en todo tipo de vivienda, establecimiento o espacio público o privado, y para el rete colmo hasta en el alma etérea, el bolsillo y cartera ajenas. Indudablemente tales sujetos carecen de valores como la vergüenza o arrepentimiento ante algo mal hecho, pues siguen en sus infames andanzas perjudiciales como la marabunta selvática.

Cada país tiene valores deportivos, estéticos y artísticos, entre otros, que le son propios y constituyen su identidad. Frente a una situación dificilísima como la actual del Covid-19, éstos tendrían que aflorar espontáneamente en la colectividad para reconfortarla desde adentro, en el alma de cada uno de sus habitantes. ¿Por qué?. Ya se aclarará de inmediato.

Luz filosófica. El arte como valor estético ocupa un lugar de primer orden en la vida citadina y contemporánea, también en la cultura popular e incluso en las sociedades primitivas e indígenas. El arte como valor terapéutico tiene una corta historia, pues apenas hace pocos años se le considera de esa manera. Platón, Aristóteles, Kant, Schopenhauer, Nietzsche, Heidegger, Ortega y Gasset, y más recientemente Gadamer, Adorno, Deleuze, Vattimo, entre otros, han dedicado sendos volúmenes y reflexiones profundas al estudio del arte como fenómeno estético importantísimo para la humanidad.

Como señalamos en el Seminario ulandino sobre la filosofia de Schopenhauer (2019), el pensador alemán opina que la música tiene un tremendo poder, magnificencia y grandeza más allá de sus efectos inmediatos con un lado profundo y oculto. Además, es una vía de escape, un alivio para escapar del sentido trágico de la existencia.

Por otro lado, Platón y Aristóteles le otorgaron un valor extraordinario a la gimnasia como parte de la educación que recibían los ciudadanos de la antigua Grecia. La música ocupaba otro lugar destacado en su formación educativa. Era impensable e inaceptable un arquetipo de ciudadano griego que no fuese diestro en materia deportiva o musical, junto a otras habilidades y conocimientos educativos.

Dato científico. Boris Cyrulnik (2018), de la Universidad de Tolón (Toulon) en Francia, psiquiatra y neurólogo, autor de numerosos libros, explica en su   “Resiliencia: el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”, que al estudiar música se estimula el lóbulo temporal izquierdo, del lenguaje; al tocar música se socializa más, pues tienen confianza. También en el deporte. Las obras de arte son estimulantes para los niños. Música, Teatro, literatura, deporte, dibujo, desarrollan la empatía y permiten aprender a convivir mejor. Necesitamos darle sentido a las cosas. Si hay resiliencia sentimos dolor pero sufrimos menos. Si hacemos algo con ese dolor lo liberamos, le damos salida por medio del arte; el cine, etc.

Reflexión: Así pues, la ciencia médica ya hoy en día ratifica que tenían razón los filósofos acerca de sus estudios de la relevancia del arte y del deporte; se dan todas las posibilidades de superar las adversidades de la vida en general, un tate quieto a la tragedia existencial. Una suerte de resiliencia y catarsis para expulsar los demonios que atentan contra la estabilidad emocional y armonía de las personas, especialmente en esta terrible situación de la pandemia.

El arte tiene un efecto positivo tanto estético para la mayoría de las personas como para los especialistas en música, como terapéutico para los expertos en musicoterapia; por cierto, este campo de estudio es un novedoso postgrado en la Universidad de los Andes.

Lo recomendable a la luz de las investigaciones de los especialistas de los ámbitos señalados, aunados a otros más como la psicología, la ciencia del deporte, la educación física, es hacer ejercicios físicos, recreación y deporte aunque sea incómodo llevarlo a cabo en este encierro domiciliario o en espacios abiertos cercanos a las residencias y sin aglomeraciones de gente. Recordemos la imagen de astronautas haciendo ejercicios musculares en un ambiente sin gravedad y confinados en cápsulas espaciales. La salud bien vale la pena. Hay que hacer todo lo posible por conseguirla, siguiendo las indicaciones médicas, psicológicas y de las autoridades, Dios mediante, pues como dice en Tercera epístola de San Juan apóstol, versículo 2, “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.»

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