El Big Ben Deportivo: ¡Nicolás y su caimanera de constituyente!

 Por: Andrés E. Mora M…

“El pasado miércoles 3 de mayo fuimos testigos de una exhibición futbolística extraordinaria de la Juventus – La Vecchia Signora – que, de manera contundente, venció al Mónaco, ¡a domicilio!, con un categórico 0x2 en el partido de ida de la segunda semifinal de la UEFA Champions League con goles del ‘pipita’ Higüain asistido en par de ocasiones por Dani Alves. Dos días antes Nicolás, con su retorcida manera de hacer las cosas, nos trajo a la memoria el ‘Calciopoli’, aquel gigantesco y bochornoso escándalo de fraudes arbitrales en el que estuvo involucrado, entre otros equipos emblemáticos de la Serie A del futbol italiano, la Juventus precisamente. Estafa que al equipo de Turín – el mismo en donde juega desde hace pocos meses atrás el capitán vinotinto, Tomas Rincón, y quien en la noche europea de ese miércoles se convirtió en el primer venezolano en ver acción en una semifinal de la Champions al sustituir a Marchisio en el minuto 80 – le significó la pérdida de lo que era para entonces sus dos últimos ‘scudettos’ (2004-2005 y 2005-2006) y su descenso a la Serie B con 9 puntos de penalización”, le comenta Incrédulo Sinduda – el hijo único de nuestros buenos amigos Ingenuo e Incredulina – a su esposa Esperanza, progenitores ambos de Brasilia, la simpática y ocurrente pequeña que lleva por nombre la capital del gigante amazónico como tributo de sus padres a ese país por haber nacido el mismo día en que Brasil fue proclamado anfitrión del Mundial de Fútbol 2014.

“Ese vergonzoso escándalo salió a la luz pública recién finalizada la temporada 2005-06 y poco antes del Mundial de Alemania 2006”, interviene Esperanza. “Ahora bien, no sólo la Juventus estuvo implicada, estuvieron involucrados también el AC Milan, la Fiorentina, la Lazio y la Reggina. Los cinco equipos fueron acusados de conspirar para generar fraudes masivos en los resultados de los encuentros de la Serie A mediante la designación de los denominados ‘árbitros favorecedores’ para partidos claves del Calcio, quienes recibían sobornos a cambio de influir en los resultados en beneficio de algún equipo”, añade Esperanza, quien es fanática del balompié y conocedora de su historia también. “Además de la sanción impuesta a la juve, que fue la más dura de todas, los otro cuatro planteles fueron penalizados también”, finaliza la acuciosa dama el breve resumen.

“Ahora bien, lo que no entiendo es ¿Cómo Nicolás te hizo recordar tan patético caso?”,  pregunta la joven madre refiriéndose, tal y como lo hacen su suegro y su marido, por su nombre de pila al deslegitimado inquilino de Miraflores.

“Nicolás me hizo recordar el patético ‘Calciopoli’ por la monumental nueva estafa que decidió implementar a partir del 1ero de mayo. Ese lunes hizo el descabellado anuncio de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente comunal: ‘Convoco una Constituyente ciudadana, no una Constituyente de partidos ni élites, una Constituyente ciudadana, obrera, comunal, campesina, una Constituyente feminista, de la juventud, de los estudiantes, una Constituyente indígena. Pero sobre todo, hermanos, una Constituyente profundamente obrera, decisivamente obrera, profundamente comunal. Convoco a los comuneros, a las misiones’. Nicolás con esa propuesta – que representa un fraude a la Constitución porque no está contemplada en ella – lo que busca es la consolidación del quiebre a la carta magna. Pretensión a la que nos oponemos el 80% de la población que lo adversamos, porcentaje que, seguramente, aumentó ostensiblemente después del golpe de estado de los siete magistrados sediciosos del TSJ y las decenas de muertos, centenas de heridos y miles de detenidos que hasta ahora ha dejado la brutal represión ordenada por la ensangrentada bota cívico-militar (léase colectivos-GNB) de Nicolás en contra de un pueblo que tomó las calles del país para denunciar la ruptura del hilo constitucional y solicitar su restitución inmediata”, indica Incrédulo.

“Lo cierto del caso es que Nicolás no puede convocar a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). El art. 347 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela (CRBV) establece que ‘el pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto de transformar el estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva constitución’. De tal manera que ningún otro sujeto diferente del pueblo de Venezuela en su conjunto puede convocar una ANC, ningún otro artículo de la Constitución le da el poder de convocatoria de la ANC a nadie, de modo que ni el presidente – ¿leíste Nicolás? – ni la Asamblea Nacional, ni ningún otro sujeto, diferente al pueblo venezolano, puede convocar una ANC”, indica Incrédulo sosteniendo en su mano derecha la otrora ‘mejor Constitución del mundo’ que ahora Maduro quiere echársela al pico. “Lo que si puede hacer el presidente, o la mayoría calificada de la AN o el 15% de los electores inscritos en el Registro Civil y Electoral, entre otros, es tener la iniciativa de convocatoria, competencia que asigna el art. 348 de la Constitución”, agrega el esposo de Esperanza.

“Es decir, la CRBV distingue y separa dos procesos: la convocatoria y la iniciativa de convocatoria. ¿No es así?”, pregunta la esposa de Incrédulo.             

“Correcto”, contesta su marido

“¿Y como la convoca el pueblo?”, pregunta Esperanza

“La única forma de que el pueblo de Venezuela convoque una constituyente es ejerciendo su soberanía mediante el sufragio en elecciones libres, universales, directas y secretas tal y como establece la CRBV en sus artículos 5 y 65”, responde Incrédulo. “Eso es mediante un referéndum constituyente vinculante donde el pueblo de Venezuela apruebe o rechace convocar la elección de una ANC y las bases comiciales y funcionales de esa constituyente. De hecho las características de esa ANC, en cuanto a cantidad, naturaleza y origen de los constituyentistas, no las decide el presidente ni tampoco el CNE, son parte integrante de la convocatoria y por ende es el pueblo quien debe aprobarlas también”, agrega Sinduda.

“Sin embargo en esta Venezuela corroída moralmente por este régimen decadente se tiene que contrarrestar con calle y más calle a las tres ‘árbitras favorecedoras’ del CNE – quienes en el pasado reciente le negaron al pueblo el referéndum revocatorio y las elecciones regionales – para evitar que la caimanera de constituyente propuesta por Nicolás sea aprobada fraudulentamente”, señala Incrédulo para finalizar.

(٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo           

      aemora@gmail.com, @amoramarquez