Con fundamento: Burundanga

Por: Bernardo Moncada Cárdenas…

“Songo le dio a Borondongo, / Borondongo le dio a Bernabé, / Bernabé le pegó a Fuchilanga…”

‘Burundanga’, popularizada por Celia Cruz

La pasada semana, en este mismo medio y el mismo día que se reseñaba el emotivo y asertivo acto aniversario de nuestra principal casa de estudios, las declaraciones del Señor Gobernador del estado y del Señor Alcalde de la ciudad sorprendieron por la solapada animosidad que pusieron de manifiesto, a propósito de la dificultad en la recolección de basura. El gobernador Guevara, quizá tan hastiado como el resto de los merideños con la acumulación de desechos que contamina y desluce la ciudad, públicamente fijó lapso hasta el 20 de los corrientes para intentar resolver el problema del aseo urbano, dejando en entredicho la capacidad del poder municipal para manejar un asunto de su única competencia. El alcalde Monsalve responde en la misma página acusando al gobernadorde populista. Los votantes de esta bella y afeada ciudad sabemos que ambos provienen del mismo sector político y que, sumados a otros, proclaman estar aliados para defender a Venezuela de las atroces acciones de quienes nos desgobiernan. Con amigos así…

El asunto no pasa de ser un pasajero roce entre poderes, relativamente fácil de resolver con un poco de cortesía, pero cobra profundidad cuando vemos allí reflejada la dinámica política que ha puesto a las fuerzas demócratas a comportarse como un saco de gatos, en momentos en que el grave problema de la recolección de basura empequeñece frente al fenomenal reto de asear definitivamente la mugre acumulada en el alto gobierno de la nación. En el caso de la llamada oposición venezolana, los bomberos sí que se pisan la manguera.

No valen los llamados de todo el pueblo, de la Iglesia, de los gremios, de los mejores comentaristas, para llevar a las agrupaciones que enarbolan la bandera de un cambio de gobierno a actuar con seriedad, como adultos responsables, y organizarse para terminar la faena contra el presidente más impopular y rechazado del mundo, quien conduce el peor gobierno de la historia venezolana. Como en el caso de la basura, problema que ya llega a niveles insoportables y peligrosos, y cobra dimensiones que justificarían la temporal intervención de todos los factores con algún poder (recordemos que, en una ocasión, aún los curas párrocos se aliaron con los camioneros de la zona agrícola para recogerla), la sinergia adoptada como premisa básica de acción es urgente; y resultaría letal para la hegemonía que se ha dado el gusto de destruir al país por ya veinte largos años.

La Burundanga que titula la columna de hoy no es, para nada, la mítica sustancia con que los hampones privan de voluntad defensiva a las víctimas. Es una jovial pieza del folklore cubano que la Sonora Matancera hizo conocer, sobre una tángana generalizada entre combatientes de extraños nombres. Una reyerta semejante a la que describen a diario las secciones de política de nuestrosnoticieros.

Estoy entre quienes esperan con firmeza que se entre en razón logrando salir del vórtice de visceralidad, fariseísmo y codicia de poder que parece haberse desatado después de aquel triunfo que nos adjudicó la mayoría en la Asamblea Nacional, y de las protestas de 2017.Hay que conformar con habilidad la alianza nacional necesaria, no solamente, para destituir democráticamente la pesadilla madurista, sino para emprender la gigantesca tarea de reconstruir la institucionalidad y la productividad del país. Vale para nuestros gobernantes regionales y locales, así como para los dirigentes nacionales. De otro modo, en lugar del “Adelante a luchar, milicianos”, tendrán que adoptar el “Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé”.

11.04.2018