Con fundamento: Luz Parra y Luz Picón

Por: Bernardo Moncada Cárdenas…

“La ciudad del futuro se rige por el principio de la «subsidiariedad energética». En 2050, las ciudades deben ser muy eficientes energéticamente:

La baja demanda energética (calefacción, refrigeración y electricidad) se satisfará mediante una diversidad de fuentes de energía renovables locales y regionales y mediante la cogeneración. 

Las redes de distribución de energía inteligentes permiten contar con soluciones descentralizadas.” (Coruña Smart City)

Parecen los nombres de un par de matronas merideñas, pero Luz Parra y Luz Picón eran las marcas de dos empresas que proveían infaltablemente de electricidad a la ciudad. ¿Asombro? ¿Cómo no asombrarnos, en esta ápoca de altas tecnologías y costosas redes, pero torturante y crónica falla de energía eléctrica?

Desde principios del siglo XX, con el apogeo del café producido en Mérida, las familias Parra y Picón, respectivamente, importaron sendos generadores de turbinas y las instalaron en el Mucujún, de donde se emitía la energía eléctrica que iluminaba la pequeña pero emprendedora villa durante la tarde y la noche. Aún en los cincuenta, los hogares emeritenses se alumbraban y movilizaban sus pocos artículos eléctricos sin depender de la red de energía nacional.

Fueron ciertamente iniciativas audaces, en una ciudad que tuvo su primer auto aunque no hubiese vías urbanas adecuadas ni mucho menos provisión de combustible. Audaces como las que pudieran aparecer en momentos cuando estar en manos de un gobierno fallido que, además, pudiera estar jugando al castigo de entidades que no le son adeptas, es como declararse masoquista.

Asumamos como bandera la subsidiariedad energética que plantean la Unión Europea y el movimiento de Smart Cities. Ya hace meses escribía sobre la necesidad de aplicar ese criterio al manejo financiero de la universidad, aumentando su autosuficiencia. La subsidiariedad es un principio político y un derecho de individuos, y comunidades, a actuar libres de la ingerencia del Estado, cuando pueden solucionar problemas y dificultades con sus propios recursos y habilidades.

Las autoridades del triunvirato que administra la ciudad y la región: gobierno, universidad, e Iglesia, pudieran acordar el estudio, planeación, e implementación, de una agenda como ésta en lo que a servicios públicos se refiere. Continuar el antecedente de Luz Parra y Luz Picón mejoraría nuestro deprimido nivel de vida, además de hacernos peligrosamente, subversivamente, alegres, aunque un gobierno nos quiera sumisamente miserables.