Con vocación y acompañados por Dios trabajan los bomberos de la ULA

Aunque parezca singular, el título que acompaña este artículo, tiene que ver con una gran verdad: “Gracias a Dios y a los ángeles, el cuerpo de bomberos de la Universidad de Los Andes puede seguir cumpliendo con su importante misión dentro de la comunidad merideña”, pese a la gran cantidad de problemas a los que se tiene que enfrentar diariamente. La falta de un presupuesto justo y adecuado a las necesidades de la universidad, cuestión que ha sido una constante en los últimos tiempos,  ataca y destroza cada una de las dependencias que la componen y  el cuerpo de bomberos no escapa a esa realidad.

Svante Durán, Coronel (B) es el actual comandante del Cuerpo de Bomberos ULA, tiene una dilatada e interesante trayectoria profesional. En este sentido, Comunicación Continua, quiso conversar con él para que nos explicara cuál es el contexto actual en el que se desenvuelven los bomberos de la ULA, en cuanto a sus posibilidades de funcionamiento y ejecución de tareas porque a pesar de la innegable y noble labor que ejercen, los bomberos están sometidos a una serie de insuficiencias de todo tipo y no solamente en su estación bomberil, sino también en su vida personal.

A.E.- Comandante, cuál es la situación que enfrentan los bomberos ULA en la actualidad.

S.D.- Tenemos muchas deficiencias. Es de todos conocido que la Universidad de los Andes no ha recibido un presupuesto justo para su mantenimiento y por lo tanto, a nosotros se nos hace muy difícil prestar nuestros servicios, más en esta época de pandemia donde necesitamos: mascarillas, tapabocas, guantes, trajes de protección de bioseguridad por solamente nombrar algunos de los implementos que se requieren a la hora de atender a un paciente con covid. Equipos de protección contra incendios, no tenemos- explica el comandante- equipos de seguridad, hay muy pocos y los que quedan, en su mayoría están vencidos. A nuestro camión contra incendios, se le dañó el motor, pero estamos haciendo las diligencias necesarias para ver cómo logramos comprar uno nuevo.

Escuchar lo que relata el comandante Svante tiene que llamarnos a una reflexión profunda y a un despertar de conciencia que lleve a tomar decisiones para asegurarle a estos servidores públicos la dotación requerida , amén de sueldos justos que le permitan acometer su trabajo sin limitaciones, porque, definitivamente, un país que no valora a los ciudadanos que salvaguardan a la sociedad, llámese, bomberos, policías, paramédicos, Defensa Civil,  personal de salud en general, debe revisarse, porque tiene políticas erradas.

La solidaridad se manifiesta.

Afortunadamente los merideños se han caracterizado por ser muy solidarios sobre todo en momentos de crisis, y a los bomberos de la ULA, ese apoyo no les ha faltado y se ha materializado en todo tipo de asistencias. En este sentido, el coronel Svante nos dice:” Hemos contado primeramente con Dios por delante que ha puesto en nuestro camino unos ángeles terrenales como los podríamos llamar, entre ellos, algunos mecánicos que nos han hecho reparaciones en nuestros vehículos, sin cobrarnos ni medio. La Toyota de rescate se logró reparar en el taller del señor, Alexander Rosales y Simón Yáñez quienes con mucho amor a la institución pusieron casi la totalidad de los repuestos y la mano de obra, por esa noble intervención, el carro está otra vez operativo y en la calle. Ahora –señala el comandante-  estamos empeñados en buscar la forma de reparar el camión, e igualmente estamos gestionando en otras latitudes la consecución de los equipos contra incendios.

Svante Durán agradeció también a la gobernación de Mérida en la persona de Jheyson Guzmán que ha hecho aportes de algunos suministros , cauchos para las unidades, combustible, baterías, sin embargo, -enfatizó el comandante- los requerimientos para nuestro óptimo fruncimiento son mayores que lo que hasta ahora hemos podido obtener. De igual manera -subrayó –  hay asociaciones como la de los Comerciantes de El Llano que siempre están apoyándonos.

Los traga fuego

Cada vez que los integrantes del cuerpo de bomberos acuden al llamado de la ciudadanía, necesita estar completamente equipado para realizar su trabajo: Botas, casco de seguridad, traje especial para aguantar las altas temperaturas y hasta un dispositivo de respiración son algunos de los materiales que demandan para enfrentar una emergencia. Obviamente los costos para equipar a un bombero son muy altos, pero es algo de vital importancia y es una responsabilidad ineludible de los gobiernos de cualquier país dotarlos adecuadamente. Se debe tener muy en cuenta que esos hombres y mujeres valientes y llenos de coraje con vocación de servicio, que literalmente “tragan fuego” para salvaguardar  vidas, vegetación, inmuebles, merecen un presupuesto que cubra todas sus necesidades y les permita una existencia digna.  

Aquí en Mérida, contra viento y marea, con el coronavirus como invitado especial, van a celebrarse  las Ferias del Sol. Muchos sectores, supuestamente, se beneficiarán económicamente de las actividades programadas, y tanto los bomberos del Estado como los de la ULA estarán allí, cumpliendo con sus responsabilidades.

Estos servidores públicos deben recibir nuestro cariño, respeto y colaboración.

Y como dice el comandante de los Bomberos ULA.:” Tenemos fe y esperanzas en que toda esta difícil situación, se solventará”.

Arinda Engelke. C.C.

13-2-2022