El caminante: “La mujer venezolana en Peligro”

Por: Valentín Alejandro Ladra…

Es hora de escribir verdades que son dolorosas y que a veces pasan desapercibidas, pero es la cruda realidad del momento en que todos vivimos en este bello y atribulado país.

Se ha escrito mucho en estos 20 años. De todas las formas literarias, opiniones, pensamientos e informaciones. Ya todo el mundo sabe lo que acontece, de los protagonistas de tal o cual tolda, hasta del color de corbata. Se llueve sobre mojado. Pero se adolece de claridad de ideas. Se busca la solución, de la quinta pata del gato que por supuesto no existe, a no ser que algún tuerto confunda su cola con una pata peluda y sus garras afiladas.

Pero, si se guardan los paraguas para que las gotas de lluvia se sequen y el pavimento ya no presente charcos ni humedad correspondiente, se afloran nuevas visiones, conceptos y pasmosas realidades, que pueda “iluminar” mejor lo que acontece con nosotros los seres humanos, quienes tratamos de mejorar la actual situación y la vida en particular.

¡Creatividad y lucidez mental! No es fácil alimentar nuestra mente y espíritu cuando escasean los alimentos, y mucho menos nuestros afligidos estómagos.

Aquí voy hablar sobre un asunto que a pesar que lo haya escrito en un libro hace ya la friolera de 27 años, como todo visionario es tan actual que se puede decir que ¡espanta y sobrecoge!

Nuestra bella y valerosa mujer venezolana está en peligro.

Veamos: estudios sorprendentes realizados en esa época pasada por la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa –Avesa- señaló que “el estrés, la fatiga diaria, falta de atención y amor en la vida diaria conducen al deterioro de la salud mental y emocional de la mujer venezolana”.

Hace 27 años este intrigante estudio fue realizado por la licenciada Luisana Gomez Rosado, miembro del equipo docente y de investigación del Programa de Salud Sexual y Reproductiva, quien también señala que “este alarmante deterioro influye en forma notable en la violencia, la inestabilidad de las parejas, así como la alteración de la salud física y psicológica”.

A estas premisas del pasado, que con cada año transcurrido se fue acrecentando cada vez más, podemos agregar aquí “las depresiones, angustias, dolores emocionales al no poder alimentar bien a sus hijos, desarraigos familiares, y un montón más de frases, adjetivos, sentencias, preposiciones y todo lo que usted pueda agregar”. Es la vida presente, donde la esperanza se hace cada vez más tenue y la mujer venezolana ve en carne propia como se le arrebata la felicidad, el bienestar y a sus seres queridos, en la diáspora o en los numerosos infortunios.

Por ello todos debemos cuidar a la mujer venezolana, madre, compañera y amante. En lo físico, mental, emocional y espiritual. Ella es el verdadero sostén de la familia en la diaria supervivencia.

Otra de las principales causas es su búsqueda diaria tanto de sustento, enormes colas, y de conseguir como pueda los medicamentos para sus enfermos. Dentro y fuera del hogar. Todo ello repercute en su salud integral. Con el desmejoramiento en todos los aspectos de su vida. Sufre de muchas angustias, que muchas veces opta por los silencios, con son malas consejeras. Debe comunicarse más, exteriorizar lo que piensa y siente. Existen, horror, tendencias suicidas. Apatías, pesimismo, indiferencia, aceptación de las situaciones que no ven sus salidas ni soluciones. Y también grandes rasgos de agresividad.

Todo ello significa una gran baja de autoestima.

También los hombres padecen situaciones mentales y emocionales paralelas, debido a enormes presiones, trastornos de personalidad. Estas presiones pueden conducirlos a ambos a equívocos paliativos, no recomendables. Muchos no pueden dormir sin pastillas. ¡Qué clase de existencia estamos todos viviendo! ¿Quiénes son los que nos odian, son extraterrestres o los propios venezolanos? ¿Por qué tanto odio y rencor, destrucción del ser humano por el ser humano? ¿Demonios enquistados en pantalones Pierre Carden o Valentino, con sendos Rolex?

Desde que el bíblico Caín asesinó a su hermano Abel -¿acaso ese ADN no proviene del Altísimo a través de Adán y Eva?- la humanidad padece la maldad y destrucción, con algunos períodos históricos de cierta benevolencia, como un pequeño respiro antes de la hecatombe.

Lloviendo palabras sobre mojado no dispersan las nubes de la ignorancia ni esclarecen amaneceres soleados.

¿Está la humanidad en decadencia? Estamos en Marte pero no tenemos comida en la nevera, y tampoco hay repuestos para ella si comienza a fallar.

Y esto lo escribí hace 27 años. Vigente hoy día, y peor aún, sin la comprensión debida. Como dijo el afamado escritor ruso León Tolstoi, autor de La Guerra y la Paz y Los Hermanos Karamasov?: “Muchos tratan de querer cambiar al mundo, pero nadie quiere cambiarse primero a sí mismo”.

¿Solución? Lo que dijo hace un siglo León Tolstoi y tantos sabios a través del tiempo, que muchos escuchan pero pocos hacen caso: ¡el cambio del ser!… de actitud, de personalidad, de pensamiento.

Para ello falta y mucho la HUMILDAD.

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