El voto es el camino

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

Todo régimen político comporta cierto número de factores de inestabilidad. Dichos factores son más notables en el caso de las democracias, definido como la competición pacifica por el ejercicio del poder. Esta competencia supone una lucha continua entre los individuos y entre los grupos. Al no estar determinados para siempre los detentores del poder, entonces todas las ambiciones están permitidas. En el caso venezolano la Dictadura instalada intenta por todas las vías permitidas y las no permitidas, barnizar el modelo con algunos rasgos de un sistema democrático de competencia pacifica, sin embargo limita al extremo ese ejercicio, obligando a los ciudadanos a reclamos permanentes por exigir condiciones políticas justas para el ejercicio de nuestros derechos. Tales reclamos han llegado a las calles dejando una cantidad importante de venezolanos asesinados, y miles de presos políticos, producto de represiones brutales, desproporcionadas que rayan en la violación de delitos fundamentales y calificados como delitos de “lesa humanidad”.

Ante la presión internacional derivada de su actuación represiva y abusiva en el marco de las protestas realizadas, en esos dolorosos más de 130 días; no tienen otra acción que definir un cronograma electoral amañado, para buscar legitimar su pobre desempeño en el ejercicio del poder. Aplacada las voces disidentes que reclamaban airadamente, por la participación en las elecciones regionales del 15 de octubre, la suerte esta echada, es el voto el arma para combatir al régimen en este momento. No es el tiempo para amplificar los desaciertos, de propiciar espacios para mayores fisuras, ni para alimentar fracturas, llego el momento de asumir con responsabilidad los eventos electorales en curso, a pesar de las dudas razonables sobre la actuación del ente electoral. La participación en las elecciones regionales no es la renuncia a otras acciones motivadas por las condiciones y realidades políticas, económicas y sociales en gestación.

Son razonable las reservas, producto del comportamiento fraudulento y delictivo del régimen imperante, con rasgos que socaban el sistema democrático. No hay ninguna duda sobre su comportamiento dictatorial, y la construcción de un autoritarismo hegemónico derivado de un proceso constituyente ilegítimo. A pesar de reconocer la existencia de estas lagunas, no tenemos otro camino que la participación en las elecciones regionales programadas para el 15 de octubre. La gran mayoría de los venezolanos, percibimos el corte inminente del sistema político imperante en estos últimos 18 años, producto de un desempeño económico y social mediocre; sin embargo, la incertidumbre nos envuelve, limitando nuestra capacidad de poder anticipar los fenómenos que preceden a la ruptura. Llego el momento de intentar pronosticar los desenlaces de los procesos sociales en desarrollo, teniendo en cuenta que están conformados por una complejidad de elementos y factores. La democracia en Venezuela fue corrompida por un régimen que en apariencia busca el bienestar colectivo, pero que en la práctica trabaja para la consolidación de intereses individuales. Deja libre la actuación de funcionarios de alto nivel como si no existiera gobierno, vendiendo la  eficacia y la eficiencia de su labor, al margen o a pesar del gobierno. Esa es nueva treta del régimen: buscan posicionar unos candidatos a las gobernaciones con cualidades para hacer gestión, desvinculados de la pobre tarea de la Dictadura actual. Lo triste de esto es que si no participamos en las elecciones regionales, el modelo programado de destrucción institucional pueda durar, perpetuándose el esquema de corrupción instalado en el sistema democrático venezolano. La batalla para detener el desastre es en el campo electoral, hay suficientes razones para votar por los candidatos seleccionados por la MUD, en procesos de primarias o consensos políticos.

La coyuntura actual nos obliga a los ciudadanos de este hermoso país, a sumir el voto como una obligación, teniendo en cuenta las consecuencias de la decisión voluntaria del voto. La Dictadura encabezada por Maduro y su corte constituyente, tienen un plan para estimular la abstención, con la finalidad de generar un escenario posible de triunfo en algunas gobernaciones. Condiciones injustas e inconstitucionales desde el punto de vista electoral, incentivos y financiamiento a candidatos calificados como “independientes”, son expresiones concretas de ese método. Adicional a los amedrentamientos ejecutados en un esquema sistemático de terror electoral, a través de mensajes, grafitis y declaraciones  elaborados en los laboratorios de la maldad revolucionaria. Aspiran de forma desesperada bajar al mínimo la participación, debido a que en las últimas encuestan, muestran un desplome del apoyo de la población, incluyendo en el propio pueblo revolucionario.

En este contexto es el voto el camino para recuperar la senda de progreso y desarrollo que nos merecemos, entendiendo que la misma se construye paso a paso. Sin reservas y con la mayor convicción vamos a votar por Ramón Guevara a la gobernación del estado Mérida, este próximo 15 de octubre.  

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