Inflación inducida por políticas erradas

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

La dictadura dominante en Venezuela construye ilusiones para justificar los fracasos experimentados en la gestión pública. Los incrementos desquiciados en los precios de los bienes y servicios es consecuencia de la “inflación inducida” por un conjunto de actores económicos que conspiran en contra del gobierno. Aparece una nueva hipótesis en esta novela revolucionaria de conspiraciones internacionales, argumento según el cual se busca acabar con el modelo progresista que representa el socialismo del siglo XXI. La hiperinflación desatada en nuestro país se define como un incremento acelerado, sostenido y generalizado en los precios de los bienes y servicios. Definiciones formales caracterizan la hiperinflación como una tasa de inflación cercana a 50 % al mes o tasas de inflación superiores a 100 % en periodos mayores a tres años. Estas definiciones fueron utilizadas en épocas en que algunos países experimentaron inflaciones considerablemente elevadas, razón por la cual asociaron el término de “híper” a inflaciones con esos niveles de proporciones; sin embargo en las economías mundiales actuales, en las cuales las inflaciones promedio no llegan al 10 % anual, es alarmante que una nación sufra incrementos de precios por arriba del 40 % mensual, como vive Venezuela.

La principal causa de la hiperinflación que vivimos es un aumento rápido y masivo del circulante que no se encuentra apuntalado por crecimiento en la producción de bienes y servicios, esto produce un desequilibrio entre la oferta y la demanda de dinero, acompañado por una completa pérdida de confianza en el poder compra del dinero. El Banco Central de Venezuela (BCV)expande la liquidez monetaria para complacer al ejecutivo y financiar al gobierno central, PDVSA y las empresas básicas en niveles escandalosos.  La liquidez monetaria creció en lo que va del año en un 400 %, pasando de 10 billones de bolívares a comienzos del 2017 a 50,3 billones de bolívares el 20 de octubre de 2017. Este aumento no fue acompañado por un crecimiento similar en el efectivo y en consecuencia es la razón principal de la crisis de dinero líquido presente en la economía.

En la actualidad se visualiza reclamos intensos y generalizados de todos los empleados públicos y privados, como consecuencia de un salario que no alcanza para cubrir las necesidades básicas. No es necesario que el BVC publique cifras de inflación para que los ciudadanos acariciemos y confirmemos los efectos que la inflación tiene sobre el poder de compra del  salario. De acuerdo a estudios privados la inflación acumulada en estos 10 meses del año está cercana al 800 %, con lo cual podemos señalar sin reproche, que el país transita un proceso peligroso de incremento desordenado de precios en otras palabras:“un proceso hiperinflacionario”. 

El BCV en una estrategia de desinformación no comunica las cifras de inflación desde diciembre de 2015, pretendiendo con esto eliminar la percepción que los ciudadanos tenemos acerca del comportamiento de los precios de los bienes y servicios. El ente emisor viola la Constitución de La República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 319, que establece la obligación de   rendir informes periódicos sobre el comportamiento de las variables macroeconómicas del país y sobre los demás asuntos que se soliciten, e incluirán los análisis que permitan su evaluación. El incumplimiento sin causa justificada del objetivo y de las metas, dará lugar a la remoción del directorio y a sanciones administrativas, de acuerdo con la ley. Ante la ausencia de una política antinflacionaria, el BCV actúa como cómplice del gobierno socavando la credibilidad institucional atesorada en el pasado por el ente. Generándole a la elite burocrática que dirige al país oscuridades y nebulosas informativas para propiciar lasdeformación de  las realidades existentes en la economía nacional. Las políticas de controles de precios, controles de canales de producción y comercialización, amenazas de expropiaciones a sectores privados son la bitácora para navegar en esas penumbras.Lastimosamente somos los ciudadanos y sobre todo los asalariados quienes somos impactados por la ausencia de políticas económicas coherentes.

En cualquier momento el BCV tendrá que informar al país sobre el comportamiento de  los precios, los podrá maquillar, ocultar y falsear pero ya la tempestad nos arraso y las consecuencias en la salud del país las valoramos todos sin excepción, sobre todo los más pobres. Estimados amigos integrantes del directorio del BCV han logrado ustedes con sus decisiones:un nivel adecuado de dinero y de crédito en la economía para que contribuya con el desarrollo económico y social; han facilitado el intercambio comercial;han estimulado la confianza y hecho más atractiva la inversión;han aumentado la capacidad para generar empleos y han logrado un mejor nivel de desarrollo humano o por el contrario, con su comportamiento irresponsable han generado un daño irrecuperable a los venezolanos. Esperemos que estén dispuestos como patriotas a asumirlos cuando la historia se los demande. La inflación reinante en la economía venezolana no es “inducida” por agentes económicos particulares, son la consecuencia de políticas económicas erráticas e inexistentes. Fenómeno económico que no será resuelto por barnices electorales ni por poderes constituyentes. 

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