El latente riesgo de las epidemias

Por: Eduardo Ruette…

En días pasados les escribía sobre el significado en medicina de la palabra “penetración”, aunque suele tener una inducción erótica, es más bien la explicación resumida en una palabra de la buena atención de salud, otra de las palabras que resume una adecuada acción epidemiológica es «cobertura» al referirse a cantidad de personas vacunadas en relación con enfermedades prevenibles por vacunas, es de hacer notar que ambas palabras, “cobertura” y “penetración” tienen una relación infinita y finita en cuanto a que es necesario llegar a lugares remotos y con la disponibilidad necesaria del recurso «vacunas» para lograr una buena efectividad.

Amén de contar con una ingeniería de aplicación de las vacunas, para lograr la correcta administración del recurso, lo cual hará más eficaz la acción, para ello se dispone de la aplicación a personas que estén en riesgo real y luego de lograda esa cobertura iría al resto de la población.

Es necesaria esta introducción en vista de los últimos acontecimientos ocurridos en la ciudad de Valencia, en relación con lo que llaman “un brote” de difteria que ya parece ser una epidemia, una vez que un estudiante de medicina, si leyó bien, un estudiante de medicina, de la Universidad de Carabobo, denunció en rueda de prensa  que hay 5 fallecimientos por esta enfermedad corroborados, y otros 32 casos sospechosos. Tal reporte ha debido ser tarea de la autoridad única o del director regional de salud o dadas las dimensiones y la gravedad del asunto del mismísimo Ministro del Poder Popular para la Salud, despachando desde esa ciudad.

Bien por ese estudiante con potencialidad de ministro, vaya mi reconocimiento, lo grave de la situación no es solo eso sino que la epidemia ya reconocida por el Ejecutivo de esa región dado que de manera desorganizada y sin priorizar comenzó un plan de vacunación en centros comerciales, despilfarrando el escaso recurso. Cabe destacar que no es tanto por la epidemia, digamos que pudiera ocurrir, aunque no salgo de mi asombro, no sólo por una enfermedad de casi 50 años bajo control, sino donde se desarrolla la misma.

No es igual una epidemia de difteria en el Delta, en que hay menos densidad de población y tiene menos circulación de personas, que en Valencia, en el centro del país por donde hay mayor tránsito, sin comentar el resto de las implicaciones que epidemiológicamente esto significa y que se corresponden a un foco de diseminación a manera de algoritmo exponencial, poniendo en riesgo al resto del país. Es inevitable también hacer otra relación, no es casual la aparición abrupta y exponencial de las enfermedades re-emergentes, estas son muy ligadas a la miseria y a nuestra realidad económica, es necesario y urgente un cambio de dirección que genere las políticas efectivas, económicas y salubres, que puedan llevarnos a buen puerto.

 (*) Obstetra Ginecólogo

* / @eruette