Por: Alex Vallenilla…
El desespero. Nicolás Maduro bajo enorme presión internacional, nacional y militar, capitula políticamente hablando. Ofrece una asamblea constituyente. Con eso, ha matado la V república, el chavismo, el legado del “comandante ex eterno”, porque Maduro lo aniquiló con tal propuesta.
Hay condiciones para que la oposición arrase en unas elecciones para nombrar a los constituyentistas, realizando las elecciones según la base electoral legal, para designar a un constituyentista por cada municipio del país.
Pero el oficialismo plantea una apuesta. Al decir que otra parte de los constituyentistas, serían electos según diversas comunidades, que tienen que ver con los campesinos, pescadores, artesanos, estudiantes, mujeres, discapacitados y demás, en el entendido que creen que aun tienen fuerza electoral en tales sectores, lo llaman constituyentistas sectoriales. No hay duda de que los factores de oposición arrasaría en unas elecciones así, por lo que Maduro busca hacer unas elecciones en las que sólo participen pequeños grupos del chavismo y de una vez ha dicho que no habrá participación de los partidos, a los cuales ahora les tiene terror.
La constituyente, como la quieran llamar, comunal o como sea, se llevaría un largo tiempo, para organizar elecciones, que luego permitiría la instalación de la misma para las sesiones de reforma de la Constitución, -que era la más perfecta del mundo, según Chávez-, una vez concluida la sesión, habría que hacer elecciones para aprobar o no, la nueva carta magna o su reforma. De ser aprobada vendría un proceso de relegitimación de todos los cargos de elección directa, unas mega elecciones generales. Sea porque la constituyente sea dominada por la oposición o por el chavismo, el asunto es que no habrá tiempo para hacerla, antes de que el hambre haya hecho todo su trabajo y lance mucha más gente a las calles, en el reclamo social, como parte esencial de la crisis en general.
Además, en principio, la solicitud de Maduro, sobre la constituyente, pretende que la mitad de los constituyentistas, los elija prácticamente un reducido grupo de adeptos del PSUV, de todos esos sectores que mantienen chantajeados con la tarjeta Hogares de la Patria, que la aumentó a 70 mil bolívares al mes, chantajeados con la bolsa CLAP y el carnet de la patria, es ya una propuesta fraudulenta y sesgada.
Aunque es a todas luces una movida del régimen para ver como evade la compleja crisis en la que ha caído, que se resume en un colapso económico, con una reacción social con furia y por supuesto la crisis política que tiene, nacional e internacional, es una movida en falso, no es segura, no está blindado el régimen con ella y no resolverá la grave crisis social que hay.
Entonces, digamos que Nicolás hace la constituyente, él y sus seguidores porque la oposición no participaría, al hacer la nueva Constitución, perdería las elecciones, porque el pueblo no la aprobaría. Digamos que la oposición asume el reto y se presenta a los comicios para elegir constituyentistas y ocurre el mismo resultado de cuando la Asamblea Nacional, el oficialismo de una vez sería barrido de las instituciones públicas, de los Poderes Públicos, se cambiaría la Constitución de corte chavista y se derivaría a las elecciones generales, con resultados patéticos para el régimen, porque una Constitución nueva, si sería aprobada por la sociedad, presentada por los factores de la Unidad.
Maduro ha cometido otro error grave. Primero ha matado al chavismo, con ese anuncio, puso fin a la fulana “revolución chavista” y a su Constitución, ha reconocido públicamente que el chavismo es un rotundo fracaso, segundo, en ninguno de los escenarios, los oficialistas lograrían hacer aprobar una Constitución “comunal”, porque no tienen los votos para eso, además la gente tiene bien claro que todo lo que sea chavo-madurismo, es hambre.
En todo caso, la dirigencia política debe mantener su postura de presión en la calle y en el reclamo popular. Es lo que ha permitido, que Nicolás haya dado otro paso en falso, en su caída progresiva. Esta vez es distinto, esta vez, el hambre, es el único motor, de todos los motores del chavismo, que está funcionando y avanzando a pasos agigantados en este país.
