Paz vs. Injusticia

Por: Ramsés Uribe…

Todos pregonan la paz a viva voz. No hay lugar de la tierra donde el clamor a la paz duradera se haga con angustia y desesperación febril. Pocos lugares conocen la paz auténtica. No necesariamente tiene que haber guerra mortal con un arsenal completo para que no exista nada de paz.

Hay guerra entre vecinos que se conocen desde hace años, también pelean los compadres pese a sus afines intereses por el vástago humano. Se lanzan al ring de boxeo no solo los pugilistas profesionales, sino también los primos, hermanos, padres e hijos y pare de contar. En la Biblia es tristemente conocido el duelo mortal entre Caín y Abel. Carlos Marx, pensador harto afamado, vocifera que el proletariado se entrompa contra el burgués, en aras de sus ideales revolucionarios; inspirado en Hegel, el gigante de la filosofía alemana, que analiza el conflicto de clases en su dialéctica del amo contra el esclavo

Para que reine verdaderamente esa monarca tan solicitada pero tan escurridiza, la pacificadora desinteresada, se requiere a la mayor brevedad el restablecimiento de otro imperio, el de la justicia, el fierro indeclinable de la ley. En estados de anomia y locura social como en nuestro país se imposibilita el mandato de la emperatriz más hermosa que todos los pueblos añoran, sean bárbaros o griegos, latinoamericanos como europeos, del norte o sureños.

Es insólito e indignante hasta el infinito que en Venezuela que otrora fue un país benigno, pacífico y amigable con nosotros mismos, los turistas y los migrantes que huían de conflictos bélicos o de la pobreza, ahora está sometida a la maldad y perversidad más abyecta de toda su historia, en este tiempo malo de huracanes en desarrollo,  parafraseando al genial escritor, Leonardo Padrón.

Los gastos cuantiosos en armamentismo sorprenden por su exageración y frecuencia indetenible, desde hace casi 20 años de pseudorevolución, como lo informa el portal, “TalCualDigital.com”, de fecha, 29-04-2017,  de manos de la periodista Ahiana Figueroa, según datos aportados por la consultora “Jane, s 360”, en los que Venezuela en los últimos años ocupó el 3er y 5to lugar de las naciones de América del Sur con mayor presupuesto en compras militares. En 2016 se colocó en el 5to lugar a pesar de estar cerca de un colapso económico.

Para completar estos datos francamente bizarros, en versiónfinal.com.ve, se indica: en estos días de protestas populares de abril, que buscan el  retorno de la auténtica democracia, se arrojaron un promedio de 300-400 bombas lacrimógenas en cada convocatoria. Cada una de estas serpientes metálicas tóxicas habría servido para una radioterapia. Una atroz calamidad, una bofetada a la salud nacional, un desperdicio lamentable de recursos financieros, especialmente en esta severa situación país. 

Cabe destacar que urge retomar, entre otras medidas, las posibles e inaplazables alternativas para recuperar la paz, como lo señalamos en el artículo “un chance a la paz”. Asimismo hay que recordar que existe una veintena de países, ( no sólo Costa Rica, sino Mónaco, Barbados, Islandia, Liechtenstein, por ejemplo), que ya no tienen ejército y por tanto sus presupuestos invierten esa partida en una mejor y mayor educación y salud para sus pueblos que en general, ciertamente son más prósperos y gozan de un estado de plenitud pacífica como pocas naciones que si poseen fuerza militar y armamentos.

En definitiva todos debemos luchar de la mano de Dios para tender puentes hacia la PAZ en lugar de muros de odio, en estos tiempos convulsionados.

Ramsés Uribe, profesor NUVM de la ULA.

Correo: ramaseum@yahoo.com

Twitter: @ramthalneo