Stalin Gamarra Durán, Premio Nacional de Narrativa 2020: “Todo en la existencia merece un cuento” -II parte

En la entrega anterior nos acercamos un poco a la figura, obra y pensamiento del profesor Stalin Gamarra Durán quien ganó el Primer Premio de Narrativa Stefania Mosca 2020, otorgado en un acto virtual este 28 de Julio por Fundarte. La novela ganadora “La Nave de las Almas”. El jurado calificador estuvo integrado por Gabriel Jiménez Emán, Esmeralda Torres y Julián Márquez.

La pandemia del coronavirus y la necesidad de distanciarnos socialmente, obligó a los organizadores a valerse, esa noche de premiación, de los avances en tecnología, y así fue, pero aunque no hubo la emoción de la presencia física de los autores y del público y faltó el caluroso sonido de los aplausos, lo más importante se logró: reconocer el trabajo de los escritores en sus distintas categorías: Narrativa, Stalin Gamarra Durán (Mérida). Poesía: Miguel Mendoza Barreto (Monagas). Ensayo: José Javier León (Zulia) y Crónica: Oscar Orlando Conde Fernández (Aragua)

Stalin de los mil dones

Conversar con Stalin Gamarra es una experiencia maravillosa. Las palabras fluyen suavemente, convincentemente. El reloj parece detenerse y no queremos que las agujas se muevan. No queremos perdernos un instante de lo que dice el maestro.

A.E.-Un buen escritor es un buen lector. ¿A quién lee Stalin Gamarra?

-S.G-Toda pasión es un sentir que comienza manifestándose en el hacer específico del vislumbre de una obra en el sujeto sintiente. Comencé leyendo, tempranamente a varios autores, literatura para mayores, por ejemplo, las 100 más famosas novelas cortas. Es de rigor -comenta Stalin- que un buen escritor sea un buen lector. García Márquez, conocía casi perfectamente a William Faulkner, según se dio cuenta, Plinio Apuleyo Mendoza cuando habló por primera vez con el Gabo.

Desde muy joven- continúa explicando- he estado leyendo todo lo que ha encendido mi corazón. Mi padre tenía una fecunda biblioteca en cuyo aroma me crié en la infancia y en una temprana adolescencia. Empecé con los autores rusos y soviéticos; seguí con los españoles, los italianos, los ingleses, los franceses y claro, los venezolanos, especialmente, con un gran merideño, Don Mariano Picón Salas. A los estadounidenses, también, y sobre todo a Frank Kafka.

A.E.- ¿A qué edad se dio cuenta de su entusiasmo por escribir y cuáles fueron sus primeros intentos al respecto?

S.G.-Mi primer intento por escribir fue después de muchas lecturas de la literatura universal. Quería, pero no podía hasta que llegué a una conclusión: “no es quien quiere, sino quien puede”.

A.E.-Nos podría hablar de esa madre soñadora y de ese hermano que siempre le ganaba en el juego, como dice su hermosísimo poema, “Soñé un sueño lejano”, el cual tuvimos el placer de recitar en el espacio, que le dedicamos a usted, en “Los Libros en la Ciudad” de la Ciudad en la Radio?

S.G.-Me parece que basta con tener una madre soñadora y un hermano anti sujeto para que uno viva la emoción de existir en los brazos y en las manos del misterio existencial en el ámbito familiar.

A.E.- Poeta, dramaturgo, novelista, ensayista… ¿Piensa que este premio le hace honor a su trayectoria como escritor?

-S.G.- Si a alguien no le hiciera honor este premio, respondería por mí: Sí.

Stalin Gamarra Durán es un hombre de mundo. Gracias a sus dones, como escritor, narrador, lingüista, viajó dando conferencias, dictando talleres. Compartiendo saberes, aromas, historias y empapándose con la esencia de diferentes culturas. Graduado en Letras y Literatura Inglesa. Habla perfectamente francés e inglés británico. Magister en Lingüística General. Como vemos, su intelecto vuela alto, muy alto porque como él mismo dice: “El genio nunca pierde lo que la ha sido dado”

A.E.- Además de escribir, leer, escuchar buena música, sabemos que es un excelente chef ¿quién o qué lo inició en las artes culinarias?

S.G.-Basta haber vivido en Francia para hacer una acción gustativa y masticatoria, en casas, todas del exquisito comer. El inicio es el contexto, el hacer, es el propósito de haber aprendido.

A.E.- Usted ha tenido la oportunidad de viajar por el mundo, ¿cuáles de estas y por qué se han ganado su afecto? ¿hay alguna en especial?

S.G.- Mi oportunidad de viajar por el mundo ha sido desde la infancia, desde el mismo pueblo donde nací, y cuando salí de allí, en todos los lugares donde he vivido ha quedado una memoria especial, interactiva, de cariño. Me costaría en la temporalidad espacial, ser un peregrino del afecto.

A.E.- ¿Qué es lo que más le disgusta de la humanidad? Y… ¿lo que más le gusta?

S.G.-Lo que más me gustaría de la humanidad es que fuese sensible, y que esa condición la condujera a otro cielo donde pudiéramos existir habiendo superado la abundancia primitiva que todavía nos adicta.

La mente inquieta de nuestro escritor está siempre creando y es así que van ocurriéndosele sus apotegmas (máxima o sentencia memorable), los cuales atesora, en un libro, digital, que se titula simplemente: TWITTER. Para Stalin, por ejemplo…“Los recuerdos tienen perfume. Amar a alguien es la verdad del Alma. Los celulares son la más nítida expresión de la neurosis. Existir es ir cerrando convenios con la vida. Es mejor comprender que juzgar y… el bolero es la voz cantante del despecho…”Aconseja también: “No olvides el proyecto de los sueños”

Stalin piensa en Gaya, el nombre que le daban los griegos a la tierra, como una madre generosa que nos ha dado la vida, y “está VIVA”-dice acentuando la palabra- Creo, que nunca hemos sido justos con ella.

Al Profesor Stalin Gamarra, le agradecemos profundamente, ese tiempo maravilloso que nos concedió. Sabemos que a nuestros lectores que lo admiran, les será, muy grato conocerlo mejor, a través de lo que en esta entrevista escudriñamos. De todas maneras y como él expresa en sus apotegmas: “La amistad es un contrato fiduciario de afectos” y nos sentimos orgullosos de haberlo firmado.

Por: Arinda Engelke. Leo León. C.C

Foto: Jahzeel Castellanos.

Stalin Gamarra Durán: Escribir es darle vida al mundo-parte I

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