El primero de los casos que el capítulo venezolano de Transparencia Internacional visibilizó fue el de la Contraloría General de la República, órgano cuya misión es “velar por la buena gestión y el correcto uso del patrimonio público” y donde, paradójicamente se emplean 13 familiares del Contralor General, Manuel Galindo, de acuerdo a una investigación periodística de Lisseth Boon, publicada en el medio digital Runrun.es Nepotismo en el Estado: caso del Contralor Manuel Galindo
Con base en este trabajo, el pasado 18 de julio Transparencia Venezuela solicitó a la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional se investigue a la Contraloría General de la República y, de proceder, solicite la sanción del Contralor. A la fecha, el Parlamento no ha dado respuesta.
En otra investigación, pero esta vez asumida directamente por Transparencia Venezuela teniendo como base gacetas oficiales, notas de prensa, denuncias o información disponible en los sitios web de los distintos organismos, dedujo que la justicia venezolana no es ciega a la hora de contratar pues 45 parientes de 14 altos funcionarios o ex altos funcionarios ocupan u ocuparon puestos claves en organismos como el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el Ministerio Público, la Defensa Pública o la Defensoría del Pueblo. El nepotismo se pasea impunemente por el Poder Judicial
Un tercer trabajo de T.V. descubrió que los personajes de confianza han desplazado a los diplomáticos de carrera en el servicio exterior venezolano. El personal que se ha formado en Cancillería no solo resulta afectado por la extendida cuota política de la revolución, sino que también sufre el ascenso de los familiares de dirigentes emblemáticos del chavismo. Al menos 43 familiares de altos jerarcas del chavismo ocupan puestos clave en el servicio exterior venezolano, entre los que se cuentan hijos, sobrinos, esposos y hermanos.
La familia roja se adueña de Casa Amarilla