Ante la crisis hay que flexibilizar las normativas

El fin básico de una normativa dentro de una sociedad o institución es poder estructurar todos los ámbitos que se manejen dentro de ella, además de organizar efectivamente todos sus elementos. Es importante implementar normativas dentro de una organización  para preservar el buen funcionamiento y, lógicamente evitar el caos. No obstante, las reglas se pueden flexibilizar sobre todo cuando, en un momento de crisis, el apegarse a esas normas genera malestar, sufrimiento y hasta imposibilidad de cumplirlas. Nos referimos específicamente a la situación económica de Venezuela y a sus tentáculos que se extienden a la forma de vida de la ciudadanía.

El país está pasando por una coyuntura inédita donde la hiperinflación hace que los precios de todos los artículos y en todos los espacios suban prácticamente a diario, y esto impacta negativamente en cualquier economía familiar. Entonces, ante un panorama tan complicado, se impone la solidaridad y el sentido común, a fin de disminuir en lo que sea posible las exigencias  que implique gastos excesivos para los usuarios en cualquier ambiente: colegios, universidades, prefecturas, juzgados, bancos.

Los dos diccionarios

Carmen Flores es madre de morochos. Los niños van al mismo colegio y estudian juntos. Cuando fue por la lista de útiles, al ver que le pedían sendos diccionarios español-inglés, le preguntó, educadamente a la maestra si podía comparar un solo libro. “Le expliqué –dice la joven madre-que  ellos suelen hacer sus tareas en casa y que están acostumbrados a compartir. Pero la maestra, se negó rotundamente, e insistió en que si cada uno, no llevaba su diccionario, les bajaría puntos-comenta  indignada la señora y añade -si el precio es de 10 millones de bolívares ¿cómo cree esa docente que puedo adquirirlos por partida doble?

Justamente a eso nos referimos cuando hablamos de “flexibilizar la normativa”. En estos momentos, hay que permitirles a los estudiantes llevar,incluso, cuadernos y libros ya usados, porque lo importante es que asistan, que estén en sus clases, participando y aprendiendo.

El precio actual de los cuadernos, los lápices, los colores, las hojas de papel, son inalcanzables para la mayoría de los bolsillos, por eso se impone un criterio de austeridad, especialmente por parte de quienes preparan la lista escolar.

El uniforme completo

Otra normativa que hay que flexibilizar es aquella que exige“el uniforme completo”. Sabemos que esto implica un gasto que sobrepasa los 200 millones de bolívares, y tal vez nos quedemos cortos con esta apreciación.Llegó la hora, de no ser tan estrictos y entender que vestir adecuadamente a un muchacho para la escuela, significa que la familia, tendrá que dejar de comer y tampoco podrá hacerle frente al pago de los servicios públicos o vivienda. La salida inteligente será en todo caso,  permitir que los niños vayan con lo que tengan, incluso con sus mismo zapatos, pero eso sí, limpios y ordenados, como debe ser. El uso del uniforme, aun cuando es una costumbre  relevante, no es lo primordial cuando se trata de estudiar.

“Yo tengo tres hijos en edad escolar, y de verdad estoy muy preocupado-refiere-Carlos Sulbarán, empleado de una gasolinera-ni  mi esposa ni yo ganamos suficiente para comprar  lo que nos exige el colegio, ni en útiles ni en ropa, así que no sé lo que vamos a hacer cuando comience el año. Yo no quiero retirarlos de la escuela, pero….El señor Sulbarán deja la idea incompleta, pero se nota la preocupación en  su rostro.


Carla Gonzáles nació en Puerto Ayacucho, capital del Estado Amazonas, y para realizar unasgestionesen la universidad le están exigiendo su  partida de nacimiento original y actualizada. ¿“Cómo hago yo, se pregunta la joven-para ir a mi ciudad a buscar esa partida, si ni siquiera transporte hay? Yo tengo una copia certificada, pero no me la admiten. Esto es un absurdo. Yo soy yo, tengo mi cédula, entonces, por qué tanto papeleo absurdo?

Copias de documentos, certificados, referencias personales o comerciales, en fin  cualquier requisito, debería ser simplificado a su mínima expresión, no solamente para  ayudar al usuario en su gasto monetario sino también para evitarle tanto estrés ante la necesidad de hacer un trámite burocrático. Eso es ser solidario en tiempos de crisis.

En un sentido despectivo, se le llama dogmática a aquella persona o institución que es , intransigente, y cuyas ideas y opiniones son inobjetables. No es tiempo de “dogmatismos” es tiempo de flexibilizarnos, cooperar, resistir y esperar.”Las crisis son cíclicas –refieren los expertos-hoy estamos bien, mañana no sabemos, o viceversa. Como en la mayoría de los casos, los ciclos acompañan la vida, hay momentos buenos y otros no tan buenos, por eso tener presente que vendrán tiempos mejores, hará que la esperanza sea la que reine en lugar del desespero.

Arinda Engelke.