Por: Daniel Vásquez
Debe haber en nosotros una incesante búsqueda de cambios, detenernos a pensar y realizar profundas reflexiones, continuas y aceleradas, explorativas, que se trasladen y comiencen inclusive desde este mismo instante en el que se leen estas. El llamado es a mirar atrás, sobre lo hecho y sobre todo, sobre lo que se creía “bien” hecho y la manera en que se hizo, no solo lo propio, también lo colectivo, lo regional y lo nacional, inclusive lo mundial e histórico de la humanidad, de los pueblos del mundo y de mi pueblo, de mi ciudad natal y de residencia, de la realidad y el cúmulo de conocimientos, leyes, conceptos, teorías y acciones, que detrás de ella hay.
Ante este nuevo aclamado presente, necesario de construirse, necesario para nuestra propia existencia, ante esta realidad inquieta, resulta aún más expectante el por venir, el cómo hacerlo y cómo afrontarlo, y sobre todo, el cómo hacerlo sustentable y enmarcarlo como una nueva forma de vida, vida de cambios, cambios que van desde las diversas actividades y acciones que desempeñamos en nuestra cotidianidad, hasta las más profundas reflexiones y planteamientos, para construir nuevas empresas, proyectos, realidades y en definitivita, sociedades.
Rabindranath Tagore (1861-1941), poeta y filósofo indio, maestro del banquero bengalí, Muhammad Yunus (creador del microcrédito y del “banco para los pobres”, Banco Grameen), se expresó de la naturaleza y el hombre, versando la siguiente frase: “Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos”.
Allí esta entonces la clave, desarrollarnos y crecer, está bien, es necesario, el meollo del asunto, está en hacerlo bien, o por lo menos hacerlo de tal forma y con la búsqueda de tal armonía, que no termine por afectarnos a nosotros mismos (al socioambiente).
El llamado de la “nueva sociedad” es la de generar una transformación en nuestro pensar, concebir y construir realidad. Estas transformaciones tienen como “cuestiones definitorias” una concepción holística de la realidad, con técnicas integradoras, de disciplinas o áreas del conocimiento diferentes (lo multidisciplinario) para pensar y crear conocimiento (soluciones de fondo) entorno a un conflicto o un problema de una realidad determinada. Valoración e integración equitativa del capital natural, económico, social y cultural.
Estrategias de transformación para el corto, mediano y largo plazo. Ciclos retroactivos o autosuficientes en el manejo o generación de residuos (residuos físicos, de procesos e intelectuales), que esos residuos, producto del desarrollo de cualquier idea, proyecto o proceso productivo, supongan insumos para la gestación de unos nuevos (idea, proyecto o proceso productivo), principio básico de la economía azul. Unidad de producción basada en ecosistemas autorenovables de posible recuperación, es decir, que los impactos a los diversos ecosistemas existentes en el contexto del desarrollo de un proyecto o acción, sean de rápida recuperación o renovación (renovables).
Todo esto en conjunto, es una descripción de la nueva sociedad, que el Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales (FLACAM) propone como la Sociedad de Flujos Cíclicos, en el libro Flacam 20 años de Pensamiento y Acción (2009), que en definitiva es una profunda definición de lo que es el desarrollo sustentable.
Es desde la gestación de proyectos sustentables de donde se generarán transformaciones y cambios profundos, nosotros somos los protagonistas. El filósofo y político italiano Giuli Carlo Argan dice en su libro, Proyecto Y Destino: “el proyecto es lo que puede cambiar el destino” y “no hay destino sin proyecto”. Rubén Pesci, arquitecto argentino fundador de FLACAM y la Fundación CEPA versa que “La gestación de proyectos, es la clave, para poder construir un mundo más sustentable”. Del Velero al Titanic (2000).
