Enferiados pero sin combustible

Por: Angélica Villamizar…

La LI Feria Internacional del Sol 2022 se ve adornada con interminables colas y no precisamente para observar desfiles, ni comparsas, sino para tratar de surtir combustible en las estaciones de servicio ubicadas en las avenidas Los Próceres, Las Américas, Urdaneta,  de la ciudad de Mérida.

El servicio de transporte público está siendo muy golpeado ya que se ha tenido que paralizar producto de la falta de Diesel, además de la aplicación o uso de Biopago, donde algunos no están de acuerdo porque sienten que está siendo vulnerado su derecho a adquirir combustible a precio subsidiado y otros porque no están inscritos en una plataforma que mide la cantidad que usa cada unidad y esto les resulta ofensivo.

De cualquier manera, sea por un cambio en el sistema de distribución o por la época ferial donde se está pensando en otras cosas y no en lo que realmente necesita la población, en Mérida como en casi todos los estados del país la escasez de la gasolina se ha profundizado nuevamente.

Toda esta problemática tiene su causa y su efecto, y no son precisamente las sanciones impuestas por Estados Unidos lo que ha ocasionado esta escasez.

Desde hace por lo menos dos décadas, la industria petrolera ha venido sufriendo graves daños, debido a malas decisiones tomadas y políticas erradas que condujeron a la estatal al abismo y los resultados los vemos hoy día.

Expertos en la materia argumentan que dentro de las malas decisiones tomadas en la industria se pueden mencionar la gerencia de la empresa por personal que no está capacitado ni tiene experiencia en el sector petrolero, además del despido injustificado del personal calificado en el área, solo por pensar o tener una ideología política distinta a la del oficialismo, también la realización de actividades ajenas a la industria lo que originó  la necesidad de importar productos derivados, inclusive de gasolina, produciéndose por lo tanto, una caída importante en la producción, que por supuesto como era de esperarse, se empeoró con las sanciones internacionales a la industria.

Los responsables continúan justificando la escasez del combustible por culpa de terceros, de las famosas sanciones, el mismo discurso que ya no cala y nadie cree, para justificar los graves problemas que estamos padeciendo, y no se reconoce el deterioro de las refinerías que conforman el complejo, como son, el refinador de Paraguaná, Amuay, Cardón, Bajo grande, El Palito.

Estas refinerías están en pésimas condiciones, presentan  fallas en equipos operacionales por falta de repuestos y por el abandono de las políticas de mantenimiento y de las inversiones requeridas para ello.

Las consecuencias, vuelven a verse colas kilométricas de personas que pasan muchas hora a la espera de surtir un poco de combustible.

La peor parte se la lleva el sector motorizado que pasan semanas sin poder surtir y cuando tienen la oportunidad deben llegar a muy tempranas horas de la madrugada a hacer la fila en la única estación de servicio que les corresponde con la suerte que el famoso Biopago no le cause problemas y le reconozca la huella, porque de lo contrario, se tienen que retirar sin llenar su tanque de gasolina y sin derecho a “pataleo”

Es toda una tragedia por la que pasa el venezolano, que no basta con lidiar con la grave crisis económica por la que atraviesa el país, y que la empeora por esta importante ausencia del combustible incide también en que los productores de alimentos no puedan trasladar su carga y en muchas oportunidades la pierden.

Correo: amvs286@gmail.com          

24-02-2022 (76)