Por: Alex Vallenilla… / @alexvallenilla
Llega el 23 de enero de 2019. Se prepara en Caracas una manifestación de grandes proporciones. La mayoría pregunta ¿Qué va a pasar? El pasado lunes los caraqueños de las zonas más empobrecidas, saltaron a las calles, sólo una chispa de un llamado de un grupo de militares encendió ese día la pradera.
El asunto no llegó a más porque los mismos funcionarios, conversando con el mayor general Rodríguez Cabello se entregaron. Fue un evento espontáneo, sin una planificación que sea parte de un plan articulado. La crisis económica golpea a todos en este país.
Uno de los soldados se lo espetó al mayor general, “se me murió una hija por culpa de este gobierno”. Esto es lo que reclaman todos los venezolanos.
Sobre Maduro ahora hay más presión. Quedó revelado ante el mundo lo que opinan los militares venezolanos y el efecto que tiene en los sectores de la sociedad en los barrios en que el hambre es una norma, puesto que el Estado ya no tiene recursos para importar comida y las empresas venezolanas están en ruinas.
Esto es un barril de pólvora. Sólo falta quien encienda la mecha.
De allí la cautela de los militares, del madurismo, no así del exaltado y desesperado chavismo. Quienes han seguido a este autor, saben que son dos sectores enfrentados internamente.
La AN, en el marco de la institucionalidad y con el aplomo que brinda la prudencia y el verbo parco de Juan Guaidó, no entra en desespero. Por lo visto la oposición ha superado ese actuar desde las vísceras, ahora dan pasos, lentos pero muy seguros, mientras Maduro camina en una cuerda floja.
Peor fue lo que hizo el TSJ. En la sentencia contra la directiva de la AN quita la amnistía que el Parlamento ofreció a los militares y que el sector castrense ha visto con buenos ojos como su carta de salvación. Ese error fundamental lo lamentarán más adelante en el madurismo.
Hay mucha incertidumbre. En este país en este momento la conspiración es de todos contra todos. Sálvese quien pueda, puesto que la crisis económica ha parido a un “monstruo” que está despertando, el hambre en los barrios caraqueños.
¿Qué va pasar? El sector que tenga los pies puestos en el piso, el que tenga la cabeza más fría, el que logre desenredar toda la madeja de conflictos que significa la crisis venezolana, en lo interno y el de los factores externos, es el que va a ganar. El pulso sigue, ahora la AN pone reto al TSJ y designa al representante de Venezuela ante la OEA, a Gustavo Tarre y allá será recibido.
La marcha del 23 de enero será parte de la lucha de los sectores democráticos en Venezuela, que al parecer han recuperado el criterio de la unidad, única manera de derrotar al poderoso chavismo/madurismo.
Son dos bandos en condiciones controversiales. La AN es legítima ante el mundo, pero no tiene poder real dentro de Venezuela, no controla el poder de los fusiles de los cuerpos castrenses. El Ejecutivo es ilegítimo, pero todavía ejerce mando en la Fuerza Armada Nacional, aunque dentro de esta se pierde la cohesión.
En lo anterior, está la clave de todo.
@alexvallenilla
