El alto costo de la vida y la escasez ponen en riesgo la tradicional paradura del niño Jesús, ya que, sólo para comprar 1 bizcochuelo y 1 litro de vino los ciudadanos deben invertir, cerca de 20% del salario mínimo básico, establecido en 9.648,18 Bs.
En un recorrido realizado por distintos establecimientos comerciales de la ciudad de Mérida, se comprobó que el bizcochuelo oscila entre 300 y 900 Bs. Haciendo un análisis sobre este diferencial de precios en cuanto a la unidad del alimento tradicional de las paraduras en Los Andes venezolanos, se puede concluir que el problema radica en la dificultad, debido a la escasez, para adquirir la materia prima de dicho producto.
Dicha escasez, al igual que la del resto de los rubros de consumo, es consecuencia fundamentalmente de la baja en la producción nacional.
La cual a su vez ha devengado en un aumento de las importaciones, estas dependen en su mayoría directamente del Gobierno Nacional y otras dependen de que el mismo le otorgue divisas al sector privado para que haga dicha importación, pero dicho proceso se ha visto entorpecido por múltiples factores, entre ellos el retardo en la liquidación de la divisa controlada por el Estado y más recientemente la merma en los ingresos petroleros que afronta Venezuela.
Si a lo antes expuesto, se le añade el control de precios a los productos así como también la fijación de un margen de ganancia para la comercialización del mismo, se puede inferir la poca rentabilidad que tiene vender ciertos rubros en el país.
En tal sentido, según panaderos y vendedores merideños, hay materia prima regulada, que se consigue a un precio por encima al estipulado por el gobierno y hay que pagarla si se quiere vender el producto ya elaborado.
Esta es básicamente la razón por la cual el costo de un bizcochuelo es tan elevado y por ello, “la gente que antes se llevaba 10 bizcochuelos este año se lleva 5”, comentan refriéndose a que ha bajado el número de clientes y la cantidad que llevan.
Con respecto al vino, acompañante por excelencia del bizcochuelo en una paradura, la respuesta de los encuestados fue, “vendimos en diciembre pero ya no hay” y otros simplemente respondieron, “se acabó”, sin embargo, apuntaron que depende de los litros que contenga, una botella de vino cuesta ente 900 y 1.800 Bs.
Por lo antes expuesto, es que este año la gente está cumpliendo con la tradición evitando generar gastos, “rezan un rosario en familia ya”, señaló un ciudadano anónimo.
Vale la pena destacar, que en este recorrido sólo se buscó el costo de los dos productos principales que se consumen en una paradura y no se habló del costo de los insumos para la hechura de dulces, también tradicionales en esta fiesta, así como tampoco se tomó en cuenta el valor de otros implementos, como servilletas, velas, platos y cucharillas plásticas entre otros.
Entonces se puede decir , con base a lo descrito, que las paraduras son ahora una fiesta lujosa, que está en peligro de extinción.
L.P
