Por: Andrés E. Mora M…
Era martes 30-M, día 13 de la cuarentena, y cierto vecino de algún edificio aledaño – al que no fue posible identificar, pero a quien le agradecemos enormemente su desprendimiento – tuvo la feliz iniciativa de compartir con todas aquellas familias dichosamente ubicadas en el área que cubría el discreto volumen de su equipo de sonido, la pasión que siente por la música tropical, haciéndonos más llevadero el «aislamiento social» al que nos ha obligado el coronavirus chino. Los Melódicos, Porfi Jiménez y Billo’s Caracas Boys amenizaron toda la tarde, y hasta la noche en su mocedad, con canciones que nos transportaron a la época maravillosa de la Venezuela pujante, solidaria y respetuosa.
País ese diametralmente opuesto a la ruinosa y anarquizada República Bolivariana y sus enchufados, ejemplo del «hombre nuevo» de la «patria socialista». «Gente» que de solidaridad no entiende, mucho menos de valores, principios o respeto. Individuos para los cuales la cuarentena no es más que otro motivo de negocio o celebración. Para quienes estos días bien vale una «corona-rumba», «importándoles un comino» ser baleados, como en El Hatillo fue el hijo del ministro aquel que a oscuras dejó a Venezuela, detenidos o contagiados, como recientemente sucedió con el tal Echenagucia y sus invitados en Los Palos Grandes. Conocen que, con sólo una llamada telefónica, el manto de la impunidad estará ahí para protegerlos mientras el chavismo – «La Peste del siglo 21» como tituló Gustavo Tovar Arroyo a su documental censurado, o la «Peste roja-rojita» o «Peste» a secas, en fin, como prefieran llamarlo – continúe usurpando el poder en esta nación que ha desvencijado.
Nuestro momento de regocijo vecinal casi llegaría a su fin, cuando la imagen del usurpador tomara por asalto en cadena nacional los medios radioeléctricos para – con la excusa del balance del Covid-19 y vestido de blanco buscando contrarrestar lo negro de los crímenes que le imputó el Departamento de Justicia estadounidense – amenazar sin discreción ni miramiento: “Mil ojos, mil oídos frente a los conspiradores, a los terroristas. No quieren oír, mantienen sus planes miserables de ataques golpistas. ¡No se quejen! Después salen a llorar por las redes sociales cuando la justicia les llega y la justicia les va a llegar a todos. (…) Hasta a ti que me ves, a ti te va a llegar la justicia cuando te toquen tun, tun, no te pongas a llorar por las redes sociales.”
Y decimos que fue casi, porque, afortunadamente, la oportuna y melodiosa voz de Ely Méndez, uno de los populares vocalistas con los cuales contó la orquesta del recordado maestro Billo Frómeta, salió a nuestro rescate ahogando la iracunda virulencia del ilegitimo con la interpretación de la canción de José «Carbo» Menéndez, exitazo del año 1983, «Pasito tun-tun»:
♪ Si bailas de aquí pa´llá
Si bailas de allá pa´ca
enseguida tú verás
Pasito tun tun
Pasito tun tun
Pasito tun tun ♫
Bailando de «aquí pa’llá» y de «allá pa’ca» se encuentra el régimen usurpador, oscilando entre los imprescriptibles crímenes de lesa humanidad y la imputación penal que acusa a sus jerarcas, presuntamente al frente de una organización denominada el «Cartel de los Soles», de traficar anualmente, en connivencia con la FARC, hasta 250 toneladas métricas de cocaína hacia EE.UU. De la primera transgresión, el voluminoso expediente en la CPI siguió engrosándose con las desapariciones forzosas más recientes, como la de Demónstenes Quijada asesor del Presidente (E), que se suma a las 20 personas que el Foro Penal reportó que, al menos, habían sido detenidas en la cuarentena por fines políticos hasta el 31-M. Todas ellas ejecutadas por la DGCIM y las FAES – el grupo de exterminio cuyo desmantelamiento ha recomendado reiteradamente la alta comisionada Michelle Bachelet – siguiendo las órdenes represivas emanadas desde Miraflores bajo el eufemismo de la «furia bolivariana». Para los otros delitos, se espera que el expediente se abulte igualmente una vez Cliver Alcalá inicie su canto.
Así las cosas, y una vez fijado en US$ 55 millones el precio de la «plantilla» estelar del régimen usurpador – la única «nómina» revalorizada en estos tiempos de pandemia en los cuales, por ejemplo, la valoración general de todas las plantillas de las cinco grandes ligas europeas de fútbol cayó un 28%, desde los 32.000 millones de euros hasta los 23.4000 millones del 30 de junio 2019 al 11-M 2020 – el «pasito trump-trump» inició su andar melodioso.
El sábado, 28-M, Juan Gerardo propuso la conformación de un gobierno de emergencia nacional, que incluya a todos los sectores políticos y sociales del país, que permita responder a la urgente Emergencia Humanitaria Compleja nacional, y además poder atender oportunamente la pandemia del Covid-19 con la ejecución inmediata y urgente del Plan José María Vargas. Quedando excluidos los imputados y violadores de derechos humanos. El régimen respondió con la «furia bolivariana» de sus grupos paramilitares. Las acciones de amedrentamiento hacia diputados de la AN y las agresiones físicas y psicológicas en contra de ciudadanos como las padecidas por Andrea Bianchi, fueron pruebas irrefutables de ellas.
El 31-M, el gobierno de EE.UU. propuso 12 pasos para realizar un gobierno de transición en Venezuela en donde no participarían directamente Guaidó y Maduro.
♫ Pasito trump-trump / Pasito trump-trump / Pasito trump-trump ♫
Ese mismo martes, el régimen rechaza de plano la propuesta del gobierno estadounidense. Veinticuatro horas después, el primero de abril, Trump anuncia que su país lanza la operación antidrogas más grande de occidente, desplegando fuerza naval y aérea: “No permitiremos que regímenes dictatoriales se aprovechen de la crisis del coronavirus”.
♫ Pasito trump-trump / Pasito trump-trump / Pasito trump-trump ♫
Entre tanto, el Guardacostas «Naiguatá» yace hundido en aguas territoriales venezolanas luego de colisionar con un barco de pasajeros portugués la madrugada del 30-M. ¡Falta de mantenimiento, o de entrenamiento, o ambas!, señalan los expertos…….. Y el «pasito trump-trump» continúa con su armoniosa marcha….
Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez
