Por Andrés E. Mora M…
Hogar, dulce hogar
“Pues si compadre, estoy totalmente de acuerdo contigo. El sismo que está sacudiendo al oficialismo venezolano es de tal magnitud que es muy probable que se produzca un tsunami político que arrase con buena parte de los que – en otrora fueron – líderes fundamentales del chavismo. La carta de Giordani es comparable con el megaterremoto de Valdivia de 1960, conocido también como el gran terremoto de chile – que por cierto puso en peligro la realización del Mundial llevado a cabo en esas tierras en el 62 – y que con una magnitud de 9.5 es considerado el más potente registrado en la historia de la humanidad. El movimiento telúrico producido por el ex-hombre fuerte del régimen tuvo su epicentro en Miraflores – lugar en donde se han sentido también las innumerables replicas, los sismos de menor magnitud que usualmente acompañan a los fuertes cataclismos, en donde las cartas de Navarro e Isea son ejemplo de ellas – pero se sintió con la misma intensidad en el seno del PSUV”, le comenta Ingenuo a su compadre mientras disfrutan de unos escoceses al ritmo de la emblemática “Garota de Ipanema” que sirve de marco melodioso a la noche de su despedida.
“Definitivamente la Bossa nova – que me enteré ya residenciado aquí en Brasil, se deriva de la samba aunque, ya conocía, de la fuerte influencia del jazz sobre ella – es un género musical extraordinario que me extasía, que me transporta y envuelve en una atmosfera de relax y tranquilidad absoluta. Es la música que escucho para desconectarme del estrés con el que convivo diariamente en la oficina”, le confiesa un embelesado maracucho a su compadre caraqueño – pero merideño de adopción – que lo escucha con atención. “Vinicius de Moraes y Antonio Carlos Jobin, los autores de la popular “Chica de Ipanema” que – dicho sea de paso – estoy seguro no existe un adulto venezolano que no la haya escuchado al menos una vez en su vida, son dos de los máximos exponentes de esta variedad melódica. Sin embargo no podemos omitir a otros grandes como Joao Gilberto, Toquinho, Sérgio Mendes y, por supuesto, la inolvidable Elis Regina, cuya desaparición física a tan temprana edad – apenas contaba con 37 años – estremeció a propios y extraños”, suelta a manera de lamento un melancólico Benefactorino.
Ya son las cinco de la mañana y apenas se asoman, a lo lejos, los primeros rayos de sol del viernes 27 de junio, día en que Ingenuo inicia el recorrido por el camino que lo llevará al reencuentro con Incredulina, la formidable mujer con la que ha compartido los últimos 32 años de su vida. El cómodo autobús acaba de dejar atrás la Estación Terminal de Ómnibus Novo Río Rodoviária de Rio de Janeiro para comenzar la larga travesía que lo llevará, en aproximadamente 53 horas, a la ciudad de Belém do Pará, primera escala en su itinerario de regreso. “Bueno, la efusiva despedida que me dispensaron los Montiel anoche fue tan sentida y sincera, que no pude dormir ni un instante en las tres horas que tenía dispuesto para eso. Por tal razón aprovechare de dormir las primeras horas.”, acordaba consigo mismo Ingenuo. “Pero lo que más me impresionó fue la inmediata transformación del rostro de mi comadre, maracucha como su marido y reconocida oncóloga en Rio de Janeiro, cuando le dije que en Venezuela los pacientes de cáncer están muriendo por la falta de insumos y medicinas para su tratamiento. No puede ser que la salud del pueblo importe tan poco. Fue lo único que atinó a decir, frunciendo el seño de su rostro transformado y girando la cabeza en señal de desaprobación”, recordaba Sinduda al tiempo que extiende la butaca reclinable, la improvisada cama en donde tratará de dormir.
“Menos mal que el amigo Elías, el carismático “ciclista de los mundiales”, tuvo la amabilidad de obsequiarme este chinchorro en el viaje de ida” pensaba un aliviado Ingenuo mientras procedía a instalarlo en el área que para tal fin tiene el barco que lo llevará a Manaos desde Belém do Pará. “Esos cinco días que estuvimos navegando se convirtieron en una bendición ya que fueron los únicos en que no pedaleamos. Ese lapso significó un oasis en la exigente ruta ciclística que mi amigo brasileño-mexicano planificó para llegar a rio. Y es que Elías fue un baqueano tan especial que, haciendo uso de su celebridad, logró inclusive que me exoneraran del pago del pasaje en barco. ¡Qué aventura tan espectacular la experimentada con los De Souza!”, recordaba Ingenuo con una sonrisa de oreja a oreja dibujada en su rostro.
“A la hora que zarpamos estaría dando inicio el encuentro Costa Rica – Grecia, el cuarto juego de los octavos de final. De los otros tres ya disputados, el Holanda Vs México de hoy en la mañana y los dos celebrados ayer – Brasil Vs Chile a primera hora y Colombia Vs Uruguay en la tarde – no tuvimos noticias” pensó ingenuo. “Cuando lleguemos a Manaos ya el mundial se encontrará en los cuartos de final, por lo que cuando llegue a Mérida se estará muy próximo al inicio de las semifinales. Así las cosas, no me preocuparé en conocer los resultados. Cuando llegue a casa le pediré a Incredulina que me ponga al día y la invitare a que disfrutemos juntos los últimos tres desafíos de Brasil 2014”, sacó cuenta para decidirse rápidamente Sinduda.
“Aprovecharé estos días de placida navegación para sacar algunas estadísticas de la fase de grupos recién finalizada. De cualquier manera estoy totalmente convencido de que esta ha sido la fase de grupos de mayor calidad, la más interesante y entretenida que he visto. Y estamos hablando de doce mundiales – incluyendo este – desde México 70 que, siendo un adolescente, fue el primero que vi”, se dijo a sus adentros dirigiéndose a su chinchorro para comenzar a sacar las estadísticas de acuerdo a lo que tenia minuciosamente apuntado en su cuaderno de notas.
Son las 6:00 de la tarde del viernes 5 de julio y, con una sorprendente puntualidad, comienza la tercera etapa (Manaos – Puerto La Cruz) del viaje de regreso de Ingenuo. Previamente, la embarcación que lo trajo de Belém do Pará arribó, a golpe de 12:30 pm, al puerto fluvial de Manaos después de casi 5 días de navegar el gigante, hermoso y tranquilo Rio Amazonas. Una vez en tierra firme siguió al pie de la letra las recomendaciones que le diera Elías, lo que le permitió llegar sin ningún problema a la Estación de Autobús Terminal 4 de Manaos y ubicar la única compañía que desde esa localidad viaja directo a Puerto La Cruz. En alrededor de 36 horas Ingenuo estará llegando a la capital económica del Estado Anzoátegui.
Ya con el autobús en movimiento comienza con la silenciosa lectura de las estadísticas de la fase de grupos extraídas de su cuaderno de notas. “Desde que se juegan 48 partidos en primera fase, es decir, desde que participan 32 selecciones en el mundial, esta es la edición con la mayor cantidad de goles marcados en la primera ronda con 136, un 34,7% de incremento con respecto a Sudáfrica 2010. Por otro lado, la de Brasil 2014 es además la fase regular “más limpia”, ya que es en la que se han mostrado menos tarjetas (127 amarillas y 9 rojas). En asistencia de público tampoco se queda atrás. Con un promedio de 51.133 espectadores por partido, la ronda de grupos de Brasil 2014 es la segunda cita mundialista con mayor asistencia; detrás de Alemania 2006 con 51.759. Definitivamente ha sido, a pesar de todo, un rotundo éxito deportivo hasta ahora siendo, el arbitraje, el único lunar que tiene que estar obligatoriamente bajo la lupa escrutadora de la FIFA”, termina Ingenuo con la lectura de su resumen estadístico.
Cuando es la 10 de la mañana del martes 8 de julio el autobús enfila hacia el lugar de desembarque del Terminal de Pasajeros José Antonio Paredes de la ciudad de Mérida. Ese día se jugará, a las tres y media de la tarde, la primera semifinal de Brasil 2014. ¿Quiénes serán los protagonistas?, se pregunta con curiosidad Ingenuo. “Mi amigo chileno, “el profe”, ¿habrá asistido “a su manera” al encuentro de octavos Brasil – Chile? que de recuerdos” piensa Ingenuo, cuando descendiendo del colectivo ve correr hacia él a una emocionada Incredulina. “Hogar dulce hogar”, piensa un cansado pero regocijado Ingenuo Sinduda.
(٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez
