Enferiate:¿en serio?

Por: Ramsés Uribe…

De nuevo estamos tratando el tema del momento de la enferiada, titulándolo con el estilo emulado del periodista Fernando del Rincón, con su programa “Conclusiones”, que como es bien sabido, arbitrariamente fue desterrado del aire de las cableras venezolanas. En este contexto se incluye el harto polémico  mundo exótico aunque cercano, de la torera, sin desestimar y reconocer que aún persiste una difícil situación social, económica y política, que aunque siempre presente, no señala el final de la posibilidad de un respiro para el pueblo venezolano. Claro, este espinoso e interesante asunto se dilucidó anteriormente un par de veces. La primera en el 2016, comenta esencialmente  la feria como catarsis colectiva, donde puede revisarse en el link:  https://comunicacioncontinua.com/feria-a-la-carta-pan-y-circo/ . Luego, en el mismo año, se continuó la misma temática, con un enfoque diametralmente  opuesto pues se ventiló los daños varios que causa la feria a la ciudad emeritense y la discusión por definir de si es cultura carnestolenda o barbarie social, en el siguiente link: https://comunicacioncontinua.com/desfile-ferial-bidireccional/ .

Dado que aún no hay a la fecha, ni quizás habrá,  opinión ni consenso definitivo acerca  del mundo ferial, bien vale la pena continuar la reflexión, proporcionar una mirada otra, un adelanto valiente en una cuestión que sigue generando sentimientos y pensamientos encontrados, pero no deja espacio para la indiferencia.  Por supuesto, es respetable la postura de los seguidores como de los detractores carnavalescos que obviamente no cambiarán su modo de pensar y sentir porque llevan su postura hasta la médula misma, aunque puede haber excepciones.

 Así las cosas, también vale mostrar la feria taurina, como hija primogénita, que tiene un significado, una historia no sólo en España, sino también en América y desde luego en Venezuela. Mérida es uno de esos sitios emblemáticos en esta materia festiva, con su reconocida Feria del Sol.

A propósito se va a acotar un hecho por demás extraordinario, desconocido e inédito, incluso por la comunidad universitaria,  que la Universidad de los Andes creó la Cátedra de Tauromaquia, adscrita al Centro Iberoamericano de Estudios Provinciales y Locales, (Cieprol), de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas en 2007, por iniciativa del académico ulandino, exalcalde, Fortunato González, quien en una entrevista por ULA-Tv, ofrecida el 4 de febrero del 2017, señaló que los que atacan con ignorancia a los aficionados a la fiesta brava, deberían conocer primero. De esta manera el alma mater cobija una manifestación del pueblo con brazos cálidos y sabios, para comprender sistemáticamente este fenómeno social controvertido y fascinante por su dramatismo festivo. Ciertamente opinar o atacar intelectualmente algún asunto o persona, sin tener pleno conocimiento de causa o información comprobada, documentada, es un penoso error, meras palabrerías de pianobar, con `poco provecho para un cabal entendimiento de esta guanábana de la discordia.

 Asimismo, Ortega y Gasset, pensador madrileño, autor de grandes obras filosóficas y sociológicas como, “El Hombre y la Gente”, “El Tema de Nuestro Tiempo”y “La Revolución de las Masas”,  dedicó no menos tiempo y energía al tema de la tauromaquia. Su libro póstumo “ La Caza y los Toros”, resume lo que se ha llamado curiosamente desde hace poco tiempo, su filosofía taurina, en una concepción histórica, cuando dice “no se puede comprender bien la historia de España desde 1650 hasta hoy, quien no se haya construido con rigurosa construcción la historia de las corridas de toros en el sentido estricto del término”.

Prosigue Ortega, ampliando su pensar con esta consideración …” Y no se trata de vagas divagaciones, sino que otro modo no pueden definir con precisión la peculiar estructura social de nuestro pueblo, durante esos siglos, la estructura social que es, en muy importantes órdenes, estrictamente inversa de la normal en las grandes naciones de Europa”.

Así se podría explicar la disciplina del toro, entre otras posibilidades, como un modo de entender racionalmente al comportamiento social del español durante varios siglos; con su gastronomía, costumbres, literatura, idiosincrasia mediterránea, entre otros elementos, como alguien distinto por completo al francés o a la gente de otra nacionalidad. Para los latinoamericanos el mundo de la feria taurina, es un legado de la época de la conquista del viejo continente y no es ajena al modo de ser de nuestro pueblo pues es parte integrante de su historia colonial, republicana y contemporánea, independientemente de su rechazo de algunos paisanos. Es un complemento del acervo cultural del ser hispanoamericano que somos todos.  

 Ramsés Uribe, profesor Nuvm de la ULA.

Correo: ramaseum@yahoo.com

Twitter: @ramthalneo

Imagen artística: autor: Ramsés Uribe